Una nueva inyección de aire sahariano, segunda en tan solo siete días, volverá a dejar a partir de mañana sábado un fin de semana abrasador en el interior de la provincia y bochornoso en la costa, donde las temperaturas mínimas no bajarán de los 24 grados pero con un alto grado de humedad, por lo que será difícil conciliar el sueño, al subir la sensación térmica a los 28 grados. Las máximas serán de 33 grados en la franja litoral pero con un sensación térmica de hasta 5 grados más por la humedad. En el interior, las temperaturas máximas pueden rozar los 40 grados en el interior de la Vega Baja y en el Medio y Alto Vinalopó.

La Agencia Estatal de Meteorología destaca, en este sentido, que las noches tropicales, cuando las temperaturas no bajan de los 24 grados, se han disparado en los últimos 40 años, al pasar de las 14 que se registraban en la década de los años 80 a las 74 registradas en la década 2010/2019, según los datos del observatorio de Ciudad Jardín de Alicante, la ciudad más afectada en la provincia.

El mes de julio fue en su conjunto muy cálido, con una temperatura media de 26º, dos grados por encima de la media del periodo de referencia 1981-2010. Fue el tercer julio más cálido desde el comienzo de la serie en 1965, por detrás de los meses de julio de 2015 y 2006. De los diez meses de julio más cálidos de la serie ocho han sido hasta ahora meses del siglo XXI, y seis de los diez más cálidos se han registrado en la década actual.

Fueron especialmente elevadas las temperaturas máximas diarias, que se situaron 2,3º por encima de la media, resultando el segundo mes de julio con la temperatura media de las máximas más alta desde el comienzo de la serie, por detrás tan solo de julio de 2015, según el balance hecho público por la Agencia Estatal de Meteorología. En Alicante se rozaron los 40 grados en la Vega Baja y en la comarcas de l`Alcoiá y el Comtat.

Julio ha sido el decimocuarto más cálido desde 1950. El mes empezó con temperaturas muy altas y acabó con una ola de calor que afectó a la provincia de Alicante y gran parte de Valencia, y que se prolongó al primer día de agosto. El 1 de julio se registraron 42.5 º en Sumacàrcer, 42.2 en Xàtiva y 40.8 en Ontinyent. El 31 se registraron 41.80 en Jalance y, ya en agosto, el último día de la ola de calor, varios observatorios de Valencia y Alicante superaron los 40º, con el máximo de 43.8 grados en Ontinyent.

En el centro del mes, entre los días 13 y 19, la temperatura media se mantuvo por debajo del promedio normal, sobre todo el día 15, que fue el más frío. Las temperaturas máximas diurnas han sido ligeramente más anómalas (+0.9) que las mínimas nocturnas (+0.6).

Precipitación

La precipitación acumulada fue de12.5 l/m2, que es un 10% superior que la del promedio climático del periodo 1981-2010 (11.3 l/m2) y, globalmente, califican al mes como húmedo. En cualquier caso, en la climatología de la provincia, julio fue el mes más seco en casi el 100% del territorio y tanto los déficits como los superávits de precipitación que se puedan registrar en este mes tienen muy poco peso en el balance anual y suele ocurrir también que, a poco que llueva en julio, el mes resulta húmedo.

En España, julio fue extremadamente cálido en el cuadrante suroeste de la península, en el oeste y sur de Castilla y León y en zonas del centro y sur de Galicia. En el resto de la España peninsular resultó muy cálido, excepto en algunas zonas del Cantábrico, valle del Ebro, Cataluña, Valencia y Murcia, donde fue cálido, llegando a ser normal en algunos puntos del interior del País Vasco y de Navarra. En Baleares resultó en conjunto cálido, mientras que en Canarias fue muy cálido, llegando a resultar extremadamente cálido en zonas altas.

Las temperaturas más elevadas de julio se registraron durante la ola de calor de finales de mes. A partir del 25 de julio hubo una ola de calor que se prolongó hasta el 2 de agosto. De los registros de esos días destacan, entre observatorios principales, los 43,9º de Córdoba/aeropuerto medidos el día 26, los 43,3º registrados en Granada/aeropuerto también el día 26, los 42,7º de Morón de la Frontera el día 20, y los 42,5º de Toledo medidos el día 27.

Julio fue también en conjunto un mes seco, con una precipitación media sobre España de 14 litros/m2, valor que equivale al 70% del valor promedio del período de referencia, que es de 20 l/m2. Se ha tratado del vigésimo mes de julio más seco desde el comienzo de la serie en 1965 y del octavo más seco del siglo XIX.

Por otro lado, según un último estudio sobre la incidencia del cambio climático, las olas de calor en los mares pueden desplazar el hábitat de las tortugas marinas, las ballenas y otras especies marinas entre miles de kilómetros. Cambian drásticamente las temperaturas preferidas de estos animales en una fracción del tiempo en que se espera que el cambio climático haga lo mismo, según una nueva investigación que publica la revista «Nature».

Para medir esa dislocación temporal de las temperaturas de la superficie del océano, que a su vez puede impulsar cambios ecológicos, los científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos han introducido ahora una nueva métrica denominada «desplazamiento térmico».

El científico investigador Michael Jacox, del Centro de Ciencias de la Pesca del Suroeste de NOAA Fisheries, lo califica como una nueva y poderosa forma de ver las olas de calor marinas. «Cuando el ambiente cambia, muchas especies se mueven esta investigación nos ayuda a comprender y medir el grado de cambio al que pueden estar respondiendo».