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Alicante tendrá una red de recarga de vehículos eléctricos para impulsar la actividad económica y el coche limpio

El Ayuntamiento ultima una ordenanza de electrolineras para abastecer a la flota enchufable

Punto de recarga de coches eléctricos en una gasolinera de Alicante, donde son cada vez más los vehículos que acuden a enchufarse.

La promoción del coche limpio y el impulso a la actividad económica en la era post covid son los objetivos con que nace la ordenanza para impulsar la implantación de electrolineras en Alicante que ultima el Ayuntamiento con el objetivo de dotar a la ciudad de una red de estaciones de recarga para atender una demanda al alza. En la actualidad la provincia tiene cerca de 2.000 vehículos eléctricos, de los que unos 800 son turismos, según datos de la Dirección General de Tráfico. Parecen muy pocos en un parque automovilístico de casi 1,4 millones vehículos, pero hace solo 10 años el dato de coches eléctricos era inexistente.

Según un informe del Instituto de Estudios Económicos de la provincia (Ineca), Alicante es la séptima en turismos eléctricos pese a las escasas estaciones de recarga con que cuenta. Además, el covid está acelerando el cambio a vehículos ecológicos. De hecho, la intención de compra se ha duplicado, sobre todo de híbridos. Orihuela es una de las localidades a la cabeza en la provincia, con más del 20% de vehículos matriculados de tipo híbrido y eléctrico.

La red de electrolineras en la que trabaja Alicante proveerá de electricidad para la recarga rápida de las baterías de los vehículos eléctricos, incluyendo los híbridos enchufables, mediante procedimientos que no llevarán más de diez minutos. Actualmente hay un punto de recarga en Alfonso el Sabio aunque el concejal de Tráfico y Movilidad, José Ramón González, del PP, desveló que el Ayuntamiento estudia dónde se ubicarán entre seis y ocho nuevos puntos de recarga de coches eléctricos para ponerlos en marcha este año.

Para llevar a cabo esta intervención se siguen las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico, la Federación Española de Municipios y Provincias, la Red de las Ciudades por la Bicicleta, a la que pertenece el Ayuntamiento, así como de la Mesa de la Bicicleta. Además de estos puntos de recarga, se suma ahora la ordenanza para crear una red de electrolineras, de las que carece la capital de la provincia, aunque sí que existen puntos de recarga en gasolineras utilizados por cada vez más usuarios al días. También hay este tipo de instalaciones en centros comerciales e incluso en hoteles repartidos por la provincia. Ante la creciente compra de coches eléctricos e híbridos enchufables, el concejal de Urbanismo de Alicante, Adrián Santos Pérez (Ciudadanos), ha encargado a los técnicos municipales la redacción de una normativa para impulsar una red de estaciones de recarga, que también regulará emplazamientos y distancias mínimas con zonas urbanas para suministro de hidrocarburos, «todavía usado por la inmensa mayoría de la población».

Abastecimiento

Urbanismo quiere impulsar el procedimiento administrativo para aprobar la ordenanza este mismo año. «Con esta nueva regulación municipal buscamos dar un empujón a la puesta en marcha de una red de suministro de electricidad para la recarga de vehículos eléctricos, además de fijar con claridad la normativa para la implantación de puntos de abastecimiento de combustible en el casco urbano. Evolucionamos hacia un tipo de movilidad más sostenible y ecológica, y queremos dar todas las facilidades posibles» para que los alicantinos puedan optar con todas las garantías por vehículos impulsados por electricidad, más silenciosos y no contaminantes. Además, se fomentaría la actividad económica y el empleo gracias a las nuevas estaciones.

El modo más rápido de cargar un coche eléctrico es llevándolo a una electrolinera. Si se tiene enchufe en casa lo más conveniente es recargarlo por la noche, con un coste de 1 euro los 100 kilómetros de autonomía (hay tarifas especiales de 0,50 euros), que se incluyen en la factura de electricidad.

Según Iberdrola el único coste para cargar el coche en casa es el aparato cargador y la conexión, que debe cumplir con el reglamento de baja tensión. Cuestan entre 800 y 1.000 euros, y no hay que pedir permiso a la comunidad de propietarios, solo informar de que se es poseedor de una plaza de aparcamiento y de que se va a incluir un punto de recarga. Los nuevos sistemas que se instalan en los hogares permiten al coche ir cargándose con la potencia sobrante sin que haya que incrementar la cantidad contratada.

El gerente comercial de empresas de la compañía eléctrica en Alicante, Juan Carlos Brotons, explicó que tienen previsto instalar 1.000 puntos de recarga en hogares, 500 en empresas y 80 en lugares públicos de la provincia a lo largo de los próximos meses. En estos espacios, del tipo centros comerciales, se instalan equipos industriales que cuestan más de 30.000 euros, y que no se pueden ubicar en domicilios, ni siquiera en viviendas unifamiliares, porque el máximo de potencia en un hogar imposibilita cargar el coche en media hora. En Finestrat hay dos puntos de recarga rápida, de 50 kilowatios, que permiten cargar el coche en media hora; y otro frente al Museo del Chocolate en La Vila.

Desde Repsol explicaron que la instalación para recargar un vehículo en casa puede ser tanto monofásica (potencia por debajo de 10 kilowatios, lo más habitual) como trifásica (por encima de 10 kilowatios, que no se suele usar en las casas). Desde Iberdrola indican que el 90% de los coches eléctricos tienen carga monofásica, por lo que no hay que cambiar la acometida como sí requiere el trifásico.

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