El 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, no ve conveniente medicalizar las residencias de mayores ni hospitalizarlas de manera permanente porque "son el espacio donde habitan personas con la mayor dignidad posible al final de sus vidas". "Las residencias no son y no deben ser hospitales", defiende.

Tras la huella del coronavirus, Puig reconoce que es "muy doloroso" que estos centros lleguen a concentrar el 38% de los muertos en la Comunitat y que "personas que llevan toda la vida luchando no hayan estado suficientemente protegidas". "Siempre te queda la conciencia de si hubiéramos podido hacer algo más, sinceramente", manifiesta en una entrevista a Europa Press.

Pero pide ser conscientes de que es algo que ha pasado en "las residencias de todo el mundo", que la Comunitat no es la región más afectada y que los mayores son "sujetos de derecho" y merecen la mejor calidad de vida a nivel psicológico y afectivo.

De cara a los próximos meses, sí cree necesaria una mayor conexión entre las residencias y los centros de salud para garantizar la seguridad, tanto a los usuarios como a los trabajadores y a los familiares. Esto supondría, a su juicio, una mayor dotación en los ambulatorios para "atender adecuadamente" a los residentes.

A la hora de elegir el momento más duro desde marzo, Puig recuerda la semana en la que no sabían si podían tener suficientes UCI, "un tsunami que nadie se esperaba". "Al principio fue algo muy alejado: empezamos a tomar decisiones cuando había ocho contagiados y suspendimos Fallas por prevención, sin ser conscientes de lo que vendría, pero el tiempo nos llevó a una situación dramática", relata.

El reto es lograr la mayor trazabilidad de los brotes y "abordar el reseteo de la sanidad pública, muy potente en la Comunitat pero no lo suficientemente vigorosa para hacer frente a los desafíos". Las últimas previsiones son llegar a 1.200 camas UCI gracias a la compra de 400 respiradores: "Tenemos garantizada la capacidad hospitalaria, pero donde nos la jugamos es en la detección precoz".

Contra los "irresponsables

Precisamente, tras los focos de contagio en discotecas y la negativa de algunos asistentes a hacerse PCR, Ximo Puig lanza una advertencia: "A aquellas personas tan irresponsables que no quieren colaborar, decirles que estamos buscando soluciones legales para que no pueda ocurrir".

Aunque es "complicado" controlar a todos, recuerda que nos jugamos la salud y que no es más que "un sentido ético básico", sin estigmatizar el ocio nocturno porque "la mayoría está cumpliendo". Si hay que tomar medidas en los establecimientos que no siguen las normas, se tomarán para "atajar estos casos de irresponsabilidad", recalca, como en el cierre que se decretó en Gandia (Valencia).

En esta línea, sostiene que no se trata de aplicar medidas homogéneas sino "operaciones quirúrgicas" y acotadas como posibles confinamientos parciales en función de la pandemia. Todo ello sin olvidar que hay espacios que se escapan del control, como el 'botellón' y las reuniones familiares y de amigos, "el ámbito de la confianza" donde se centran los últimos brotes.

Puig apela a la colaboración de los ayuntamientos para conseguirlo, "un combate concéntrico contra el virus", al ser los que están "en primera línea y tienen mayor capacidad de actuación". "Se trata de que cada uno sea capaz de asumir su responsabilidad y de que las instituciones, juntas, generemos la mayor seguridad", resume.

No teme que los municipios incumplan las normas y aboga porque algunas medidas se acuerden conjuntamente y de forma segmentada €