Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Transporte escolar: mismo asiento todo el curso, aforo completo y con mascarillas

Los padres critican la «incongruencia» del aula burbuja y autobuses que mezclen alumnado sin distancias

Esta semana los colegios ultiman los arreglos y limpieza para abrir el comedor en septiembre. rafa arjones

El mismo asiento asignado para todo el curso, con mascarilla y en aforo completo. Son las normas que rigen el próximo curso para el transporte escolar, cuya contrata ha prorrogado recientemente la Conselleria de Educación para los próximos dos años.

Las empresas de la provincia dicen estar preparadas para empezar un servicio que mantiene las más de 400 rutas de recorrido a colegios e institutos de la provincia, -más de 600 en la Comunidad-, y con apenas cambios en palabras de las concesionarias consultadas. «Mismas rutas y con la posibilidad de completar todo el aforo del autobús, igual que en la línea de viajeros», señalan a preguntas de INFORMACIÓN.

Si algo van a tener que controlar este año es que los asientos tendrán nombre y apellido, porque el protocolo publicado por Educación y Sanidad incluye esta premisa que debe controlar el monitor de cada autobús.

«Tenemos el mismo número de monitores, incluido en el pago de Educación al transporte», añaden desde otra de las concesionarias, que prefiere mantener el anonimato. «Una semana antes de comenzar se asignarán los usuarios, pero no hay que hacer cambios en el autobús», afirman.

La asignación de los asientos quedará establecida en un documento que se mantendrá todo el curso, y siempre que el alumnado sea mayor de 6 años estará obligado a llevar la mascarilla durante todo el trayecto, dato que se «recomienda» también para los más pequeños, pero sin exigirla.

Tampoco será de obligado cumplimiento el uso de la mascarilla si no es aconsejada por motivos de salud y los conductores deberán disponer de lotes de mascarillas higiénicas, en coordinación con el centro escolar, para el caso de que a algún alumno se le olvide o se le deteriore durante el trayecto.

Llenos

El extremo más criticado entre las medidas previstas para los autobuses escolares por parte los padres de alumnos, representados en la Confederación Covapa, se refiere a que se permite completar el aforo. «Entrarán todos, igual que antes de la pandemia», confirman en una de las líneas.

Para Sonia Terrero, presidenta de Covapa, resulta una «incongruencia» que los niños permanezcan en aulas burbuja o grupos de convivencia estable en el colegio, para después mezclarse en los autobuses. «Van a ir llenos, nos sorprende muchísimo que no se establezcan distancias, pero tiene su lógica al subvencionarlos Educación, porque tendría que contratar tres veces más autobuses», valora.

El mismo dilema se plantea respecto a la coordinación con las salidas de alumnos de forma escalonada de las clases, lo que obligará a los primeros a esperar cinco y diez minutos hasta que lleguen todos los demás. «Lo veo un poco insoportable para estos niños», apunta Terrero.

Lo que marca el protocolo al respecto es que se espere en la parada «manteniendo la distancia física y en orden», de forma que los primeros de la fila sean los que vayan en los asientos de atrás. No dice nada de desinfectar y los padres se preguntan si se llevará cabo.

Para el servicio de comedor Educación ha doblado la contrata de monitores, 3.000 este curso en la Comunidad para poder tener grupos de alumnos en varios turnos, tal y como se están organizando en los colegios.

Una de las empresas de comedor escolar de la provincia, que sirve a medio centenar de centros públicos y concertados y unos 8.000 alumnos, destaca el esfuerzo de la conselleria con la contratación de monitores, y afirma que dispone de currículos de sobra entre gente joven que quiere combinar este trabajo con sus estudios universitarios porque solo les resta un par de horas o tres al día.

A cambio de este refuerzo, las empresas tienen previsto que los propios monitores se encarguen de limpiar las mesas de los alumnos en las aulas a las que lleven la comida en carritos y en recipientes isotermos de corcho, «podemos colaborar todos» apuntan, porque se trata de un curso escolar muy atípico.

Los padres de alumnos se plantean a su vez serias dudas de higiene durante el comedor, porque si un niño deja la mascarilla en la mesa es fácil que se le ensucie.

El protocolo marca que no se pueden compartir cubiertos ni bebidas, y los centros deben contar con mascarillas para reponerlas cuando sea necesario.

Compartir el artículo

stats