El concepto de dieta suele ir asociado, muchas veces, al complicado camino de adelgazar o perder peso, pero en realidad el objetivo de llevar a cabo una dieta debería ser, en primer lugar, aprender a comer para adquirir hábitos de vida saludables, lo cual traerá consigo mantener un adecuado peso.

Cuando nos planteamos comenzar una dieta son muchas las dudas que pueden surgir, y se suele acudir a fuentes de información que frecuentemente no son fiables y que en numerosos casos nos hablan de las famosas dietas expres o milagro, lo que conlleva el perjudicial efecto rebote. También solemos encontrar listas de alimentos prohibidos o dietas restrictivas. Para aclarar estas y otras cuestiones sobre dieta y alimentación saludable hemos entrevistado a tres especialistas en nutrición de Quirónsalud.

¿Son peligrosas las dietas restrictivas?

Este tipo de dieta, también conocida como dieta milagro, se caracteriza por eliminar ciertos nutrientes de nuestra alimentación con el objetivo de perder peso, por lo que "si se mantienen en el tiempo pueden resultar realmente peligrosas", aclara Mari Carmen Díaz Sánchez, Dietista-Nutricionista de Quirónsalud Alicante. "Pueden dar lugar a una pérdida de masa muscular, lo cual hará que nos encontremos con menos fuerza y más fatigados; y a la falta de nutrientes esenciales, que produce deficiencias con la aparición de síntomas que empeoran nuestra calidad de vida", añade la especialista.

En este punto entra el juego el conocido efecto rebote. Y es que las dietas milagro inducen una restricción calórica muy severa que generalmente conduce a unas situaciones de carencias en vitaminas y minerales y alteraciones metabólicas, y a una monotonía alimentaria que las hace insostenibles en el tiempo y peligrosas para la salud.

Como indica, Carolina Pérez, nutricionista del Hospital Quirónsalud de Murcia, "en las dietas milagro se produce un efecto rebote, con el que al dejar el método empezamos a recuperar el peso perdido rápidamente y en mayor cantidad, favoreciendo que se acumule la grasa en otras zonas del cuerpo donde no se depositaba tanto o con anterioridad".

¿Pero qué consecuencias tiene el efecto rebote en nuestra salud? Entre los síntomas por el déficit de nutrientes esenciales o por exceso de otros encontramos la debilidad, falta de energía, flacidez, piel arrugada y más seca, uñas quebradizas, caída del pelo, mal olor del sudor y bucal, falta de vitalidad en general, somnolencia, apatía, dolor de cabeza, mareos o visión borrosa.

Alimentos prohibidos

Las tres expertas en nutrición coinciden en que en una dieta saludable no existen los alimentos prohibidos, sin embargo "sí es necesario ordenar la frecuencia de consumo y raciones de los alimentos", recomienda Rocío Práxedes, Dietista-Nutricionista de la Unidad de Obesidad y Nutrición Quirónsalud Valencia.

Cabe destacar que hay ciertos alimentos cuyo consumo no aporta ningún beneficio y a la larga son perjudiciales para la salud. Entre ellos encontramos los siguientes:

- Azúcar: se absorbe rápidamente y puede provocarnos aumento de glucemia en sangre con riesgo de hipoglucemia posterior.

- Aperitivos salados, como patatas fritas, aperitivos con miel, cortezas, nachos, etc. Son ricos en calorías, contienen alto contenido en sodio, potenciadores del sabor como glutamato y no aportan vitaminas ni minerales. Sería más recomendable tomar unos frutos secos naturales sin tostar o aceitunas.

- Bollería industrial: la mayoría contiene aceites de coco y palma y aunque son aceites vegetales, son grasas saturadas perjudiciales para la salud.

- Chucherías: hechas con azúcar, glucosa y colorantes, muchas calorías y ningún valor nutricional.

- Alimentos precocinados, como la lasaña, tortilla, empanadas, croquetas, etc. Son muy cómodos, pero contienen más grasa, más sal, más colorantes y conservantes que si son preparados en casa.

- Fiambres: La mayoría de fiambres están sometidos a un proceso de industrialización que han hecho que fiambres como el jamón de York sea una masa de gelatina de color rosado, rica en azúcares, féculas, sal y fosfatos muy poco recomendables para una alimentación sana.

- Barbacoas: La carne chamuscada, contiene benzopirenos, sustancias carcinógenas implicadas en la aparición de tumores.

- Refrescos: la mayoría contienen gas carbónico para obtener burbujas, fosfatos, aditivos con la letra E, cafeína como excitante y ácido fosfórico, sustancia que precipita con el calcio, reduciendo la absorción de este mineral, por lo que puede producir descalcificación.

Dietas que no son buenas para la salud

Como apuntan las especialistas, se debe desconfiar de aquellas dietas que sean "agresivas, restrictivas y con efecto rebote, ya que combinar ayunos descontrolados con ingestas mínimas a diario puede comprometer nuestra salud y agravar enfermedades ocultas o sin detectar", señala la nutricionista Carolina Pérez. Por su parte, Mari Carmen Díaz advierte que debemos de desconfiar de las dietas "que prometen perder mucho peso en poco tiempo, carecen de sustento científico y son insostenibles a largo plazo".

"La dieta que te prohíbe o hace alguna exclusión de algún grupo de alimentos básico", sentencia Rocío Práxedes. Y para explicarlo mejor nos da un claro ejemplo: "aquellas dietas que prohíben los alimentos fuente de hidratos de carbono como la pasta, la patata, el pan o el arroz. Nuestra vida hoy es más sedentaria, esto hace que tengamos que ajustar las raciones y que sean más convenientes las opciones integrales; pero estos alimentos, por sus aportaciones nutricionales, tienen que seguir formando parte de la alimentación diaria. Como consejo, elige técnicas culinarias sencillas, utiliza principalmente verduras y hortalizas para cocinarlos".

Así debe ser una dieta sana y equilibrada

Después de todas estas aclaraciones y advertencias médicas, solo nos queda preguntarnos cómo es una dieta saludable.

- Completa: Debe aportar todos los nutrientes que necesita el organismo: hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua.

- Equilibrada: Los nutrientes deben estar repartidos, guardando una proporción entre sí.

- Suficiente: La cantidad de alimento ha de ser la adecuada para mantener el peso dentro de los rangos de normalidad y en los niños lograr un desarrollo y crecimiento proporcional.

- Adaptada: A la edad, al sexo, a la talla, a la actividad física que se realiza, al trabajo y al estado de salud.

- Variada: Debe contener diferentes alimentos de cada uno de los grupos, no solo porque con ellos será más agradable, sino porque, a mayor variedad, mayor seguridad de garantizar todos los nutrientes necesarios.

Como indica Carolina Pérez "no existe una única dieta equilibrada para todo el mundo, cada persona tiene unas necesidades particulares en función de su edad, sexo, altura, estilo de vida, actividad física, coyuntura vital (embarazo, infancia, senectud)".

Los hidratos de carbono son la fuente de energía más eficiente para nuestro organismo, estos deberían representar el 55% de nuestras calorías ingeridas, un 30% para las grasas y dejaríamos el 15% restante a las proteínas.

Pérez recomienda "comer de todo, pero también hacerlo en las cantidades adecuadas, hacer cinco comidas al día, tres más grandes y dos tentempiés, para mantener la glucemia basal constante. Siempre mantener la hidratación (sobre todo en niños y ancianos y en periodo estival), por lo que una buena dieta siempre tiene que incluir la cantidad adecuada de agua, entre 1 y 2 litros por día.

Una idea que debe quedarnos clara es que "una dieta tiene que ayudarnos a cambiar nuestros hábitos de vida por otros más saludables para siempre", indica la nutricionista Rocío Práxedes.

"Debe enseñarnos sobre autocuidado, no favorecer el sentimiento de culpa. Al mismo tiempo debe ser práctica y realista. Si es sana, también sirve para el resto de familia", añade Práxedes.

¿Cómo afecta el coronavirus a las personas con obesidad?

Diferentes estudios internacionales constatan que el 65% de los pacientes ingresados en UCI por Covid-19 son obesos con un índice de masa corporal superior a 30. De estos pacientes, ocho de cada diez precisa de respiración asistida y presentan un porcentaje de mortalidad del 65% frente al 36% que no sufre obesidad, por lo que el doctor Carlos Sala, jefe de la Unidades de Obesidad de Quirónsalud Valencia y Alicante, advierte que "la obesidad puede duplicar la probabilidad de fallecer por Covid-19".

Como detalla el doctor Carlos Sala, "los pacientes obesos presentan una mecánica respiratoria alterada, con mayor resistencia al flujo de aire y peor intercambio de gases, menor capacidad pulmonar y menor fuerza de la musculatura respiratoria. Esta peor capacidad de los obesos para ventilar los pulmones empeora en situaciones críticas como en el caso de la respiración asistida en las Unidades de Cuidados Intensivos, por la posición, la inmovilidad y la peor adaptación a las mascarillas. Por otra parte, las comorbilidades asociadas a la obesidad, como patología cardiovascular e hipercoagulabilidad ocasionan fenómenos tromboembólicos sistémicos que ensombrecen el pronóstico que, unido a la hipertensión arterial, la resistencia insulínica, la dislipemia y la nefropatía propias del paciente obeso, también aumentan la mortalidad".

El doctor Carlos Sala alienta para que, en esta "nueva normalidad", y con el repunte de brotes de Covid-19 en toda España, las personas obesas tomen las decisiones terapéuticas necesarias y acudan a unidades especializadas en caso de necesitar ayuda.

Sobrepeso y obesidad: ¿Qué podemos hacer cuando no funciona una dieta?

Lo que comemos y bebemos puede afectar a la capacidad de nuestro cuerpo para combatir infecciones, así como la probabilidad de que desarrollemos problemas de salud más adelante en la vida, incluyendo obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y diferentes tipos de cáncer.

Por eso es tan importante a quién elegimos para que nos ayude y asesore a la hora de perder peso. No vale cualquier dieta ni cualquier información que suele encontrarse por Internet, como tampoco sirve cualquier "entendido en la materia". Ponerte en manos de unidades especializadas es fundamental para lograr el objetivo deseado, pero sobre todo para que tu salud no se vea perjudicada.

Para ello, el doctor Juan Antonio Casellas, Jefe de la unidad de Endoscopia Avanzada de Quirónsalud Alicante, recomienda el balón intragástrico con el fin de facilitar la pérdida de peso en pacientes con obesidad.

La colocación de un balón intragástrico se realiza bajo control endoscópico y anestésico. Se debe realizar inicialmente una gastroscopia diagnóstica para comprobar que no existe ninguna contraindicación y si está todo bien, se procede a la introducción del balón en la cavidad gástrica y al hinchado bajo control endoscópico.

Existen diferentes tipos de balón intragástrico, siendo los más comunes el Orbera, que se trata de un balón elástico de silicona diseñado para ser implantado en el estómago manteniéndolo durante 6 meses. Y el Orbera de 12 meses, que contiene una pared más resistente por lo que su duración es de un año. La técnica de colocación y extracción es exactamente la misma en ambos.

¿Para quien está indicado el balón intragástrico?

La indicación de cualquiera de los balones intragástricos disponibles es para pacientes con IMC entre 30 y 40, salvo el balón Elipse (se traga, autorrellena y se expulsa de manera natural) que está recomendado para pacientes solo con sobrepeso, es decir con IMC entre 26 y 29.

Postoperatorio de un balón intragástrico

Los primeros días tras la colocación de un balón intragástrico se produce cierto rechazo gástrico ya que el estómago no está acostumbrado al balón e intenta expulsarlo. Las manifestaciones clínicas suelen consistir en espasmos, náuseas e incluso vómitos. Para mitigar estos síntomas se recomienda tomar una medicación de tres a siete días.

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