Los representantes de los padres de alumnos de los centros concertados plantean no volver a clase si las aulas no son seguras. Opinan que no están preparadas frente a lo que afirma el propio conseller, Vicent Marzà. «En apenas dos semanas no vemos las aulas preparadas para el regreso de una manera segura y de forma presencial, clave para garantizar el derecho a la educación según imponen las diferentes administraciones», subraya Javier Rubio, presidente de Concapa en la provincia de Alicante.
En una carta remitida a los presidentes de todas las AMPA de colegios concertados con motivo del inicio del curso, Rubio sopesa que «todos queremos que se reanude el curso, peo no a cualquier precio y menos cuando la salud de nuestros hijos e hijas y la de nuestros familiares se pone en riesgo».
De hecho, incluye en su comunicado declaraciones a su vez del presidente nacional de los padres y madres de Concapa, en la que se muestra dispuesto a «sugerir que no se incorporen los alumnos a las aulas hasta que se garantice la seguridad». Rubio puntualiza que aunque la medida no sería deseable, se mantienen en el aire preguntas como el porqué de «forzar un inicio de curso poniendo es riesgo nuestra salud y nuestras vidas. Es preferible perder un trimestre que no la vida», recalca.
«Insuficiente»
Ni la ampliación de la plantilla docente, ni la dotación de material higiénico, ni tampoco los protocolos de inicio de curso los consideran suficientes como para que la vuelta a clase se pueda calificar de segura.
Que las exigencias de asegurar la distancia de metro y medio en las aulas, para la detección precoz de los casos sospechosos de covid-19, por impedir el contacto de alumnos de diferentes grupos y asegurar la higiene de forma frecuente, junto al protocolo de actuación ante la aparición de nuevos casos «recaigan directamente sobre los equipos directivos», tampoco lo ven de recibo.
Rubio abunda que llevar a cabo estas recomendaciones «sin el control de los expertos sanitarios nos lleva a 17 inicios de curso diferentes», en referencia al que organiza cada una de las autonomías. Y plantea un simil en sus severas críticas sobre el que se está llevando a cabo en la Comunidad, al apuntar que «afrontar una crisis sanitaria sin el respaldo, el asesoramiento en su implantación y la participación de los profesionales sanitarios, es como querer operar a un enfermo sin ser cirujano, y con un quirófano sin el material sanitario».
El análisis de la situación que se ha difundido entre los representantes de los padres de alumnos de los centros concertados lleva a su portavoz provincial a concluir que «como padres y madres tenemos ahora, si cabe más que nunca, la responsabilidad e velar por la salud de nuestros hijos y ningún interés puede estar por encima del de velar por la seguridad y la salud de nuestros hijos e hijas».
No obstante les propone finalmente que estas semanas que quedan hasta el comienzo oficial del curso, «colaboremos de forma más intensa con la direcciones titulares en el diseño de un plan de contingencia de una manera leal y activa, pero muy firme, en el establecimiento de las medidas adecuadas» y con la seguridad de «nuestros hijos» como bandera.
En su misiva dice hacerse eco de «la inquietud y las dudas» que, asegura, «coincide en expresar toda la comunidad educativa».
También el representante de los titulares de centros concertados en la provincia, Rafael Araujo, desde la Confederación de centros de enseñanza privada y concertada Cece, coincide con las apreciaciones del portavoz de los padres cuando opina que si hay padres que prefieren que su hijo se quede unas semanas en casa por motivos de seguridad frente al coronavirus, no habría que ponerles objeciones hasta que se especifiquen con mayor nitidez los protocolos puestos en marcha.
Araujo es partidario de que sena las familias quienes puedan decidir, po otra parte, si sus hijos reciben la enseñanza online y no presencial, extremo que descarta la Conselleria de Educación.
Educación replica de forma categórica que de los 6 a los 16 años la asistencia a clase es obligatoria y que «el riesgo cero no existe»
El secretario autonómico, Miguel Soler, se reúne hoy con Tiana, secretario de Estado, para abordar el curso
El secretario autonómico de Educación y número dos de la conselleria, Miguel Soler, se pronuncia de forma categórica frente a la posibilidad de que las familias decidan no llevar a sus hijos a clase. Recuerda que «desde los 6 a los 16 años, en Primaria y Secundaria, la asistencia es obligatoria. Pedimos a esas familias que reconsideren su posición y miren lo que hacen el resto», concreta.
«Hay que confiar en que las medidas que se está preparando son suficientes y tener claro que el riesgo cero no existe, es algo que el conjunto de la población tenemos que asumir», recalca frente a las reticencias sobre el comienzo del curso. Y añade que en los centros escolares se va a proceder como en el resto de situaciones, ya estén los niños en parques o en casa, siempre siguiendo lo que marquen las autoridades sanitarias.
Puntualiza Soler que, en líneas generales, el plan acordado entre las comunidades y el ministerio fija la apertura de los colegios, como también recalcó ayer la ministra de Educación, Isabel Celaá, quien recordó a su vez que la escolarización es obligatoria de los 6 a los 16 años. «Desde el ministerio siempre hemos defendido que la escuela es insustituible. Es el mejor elemento para acabar con las desigualdades», señalan. Al tiempo que ponen en valor los planes de contingencia elaborados con recomendaciones tanto de Educación como de Sanidad.
Hoy mismo está previsto que el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, se reúna con los números dos de Educación de cada comunidad para abordar la última hora de la vuelta a clase, como antesala al encuentro anunciado por la ministra con los conselleres este próximo jueves con el mismo propósito.
Medidas
El propio ministro de Sanidad ha pedido «contundencia» a las comunidades de cara a contener el coronavirus, y propone nuevas medidas coordinadas con Salud Pública con la vista puesta en el nuevo curso escolar que, de entrada, garantiza la presencia al cien por cien en las aulas de los colegios de la Comunidad para los niños hasta los 12 años de edad, en sexto curso, y también en primero de ESO. Hasta el momento para más del 40% del alumnado de segundo de ESO y de segundo de Bachillerato, según datos facilitados por la jefatura provincial de Educación.
Soler concluye que para el resto de los alumnos no es posible acudir todos los días la mitad de la jornada cada grupo, como proponían los directores de Secundaria, porque es inviable la limpieza de esas aulas durante la media hora de patio y a diario, para que entrara después el siguiente turno. «Imposible contratar a tanta gente para desinfectar todas las aulas en media hora», sopesa el secretario autonómico.
