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Goteo de cierres de restaurantes por positivos entre sus trabajadores: «Lo hacemos por responsabilidad»

Locales de restauración de la provincia bajan la persiana temporalmente hasta descartar contagios en el resto de la plantilla

Al menos dos locales de playa de San Juan están ahora cerrados. Pilar Cortés

«A consecuencia de un caso aislado y muy puntual de covid-19 en un miembro de nuestra plantilla, Casa Julio cerrará sus puertas al público durante los días que precisemos hasta tener la seguridad absoluta de que podemos volver a ofreceros nuestros servicios con total normalidad y seguridad». Así reza un cartel colocado en la puerta de acceso a uno de los restaurantes más conocidos de la playa de San Juan en Alicante. Y es que el goteo de locales de restauración que bajan la persiana temporalmente para descartar contagios entre el resto de la plantilla es continuo este verano. De hecho, otro local de San Juan también está ahora cerrado, en este caso por un supuesto caso: «Debido a unas sospechas de covid-19 alrededor de nuestro equipo, debemos informar que Masmar suspende su actividad durante los próximos días hasta poder abrir con las máximas garantías y seguridad».

Este cierre de locales a la espera de descartar contagios entre la plantilla supone, para las asociaciones del sector, un ejemplo de «responsabilidad», tal y como subraya el presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (Ara), César Anca: «Somos los más interesados en que nuestros establecimientos sean seguros. Nadie está exento de tener un positivo porque no vivimos en burbujas, pero el protocolo que seguimos es estricto». El chef Anca también se muestra taxativo ante los locales que no cumplan las medidas de seguridad impuestas: «Que vaya la Policía y los cierre... Y los clientes que los descarten porque estamos hablando de nuestra salud».

En la misma línea se muestran desde la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (Apeha). Su vicepresidente primero, Miguel García, aplaude el cierre de locales ante la más mínima sospecha: «Somos responsables de la salud de nuestros clientes y de nuestros trabajadores, no se pueden dejar hilos sueltos. Hay que ser estrictos». A su vez, el empresario recuerda que la mayoría de los brotes se dan en reuniones familiares y no en la hostelería o los locales de ocio nocturno. «Nosotros cumplimos porque está en juego nuestro dinero, y ya no tenemos colchón para soportar más cierres», añadió el empresario del sector hostelero.

Desde la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante (Alroa), Javier Galdeano recuerda que la responsabilidad llevó al sector a anunciar el cierre de puertas antes de que se decretase el estado de alarma. «Eso fue un síntoma de nuestra sensibilidad, junto a la máxima colaboración de los locales. Se cumplen las medidas como ningún otro sector económico», añadió el presidente del colectivo.

En Elche, desde el pasado mes de julio han sido varios los establecimientos de hostelería que han bajado la persiana después de que se diagnosticase un caso positivo de coronavirus entre las plantillas. La vicepresidenta del Colectivo de Hosteleros de Elche, Paqui Solves, explica que «estos cierres se han dado por responsabilidad, y para poder abrir pasado un tiempo con tranquilidad y confianza», aunque a su vez lamentan «que no se den en otros sectores y que no haya ayudas para el negocio que tiene que cerrar». Desde el Colectivo de Hostelería de Elche insisten en que entienden «perfectamente» que tienen que «cerrar», ya que son «los primeros interesados en cumplir todas las medidas sanitarias que se establecen para trabajar y dar servicio a los clientes con seguridad». Para la hostelera Paqui Solves, «los quince días de cierre, una vez se ha detectado un positivo, son necesarios». «Damos una tranquilidad a los clientes, para que sepan que cuando volvemos a trabajar está todo correcto», añade. Durante julio y agosto en Elche han cerrado varios restaurantes y locales de ocio durante dos semanas para hacer la cuarentena al contagiarse alguna persona del equipo. Un caso ilicitano tuvo como protagonista al conocido restaurante El Granaíno. Desde su barra, Odón Martínez explica que el cierre fue voluntario. «Pese a que no nos lo solicitó nadie, después de que se detectase un caso positivo decidimos hacer todos la cuarentena». El cocinero indica que al principio, tras el estudio de contactos, abrieron unos días «cumpliendo todos los protocolos sanitarios», pero luego vieron que aunque no tenían «la obligación de cerrar era lo correcto para dar tranquilidad a los clientes». Además, Odón Martínez añadió que pese a que no están «obligados a comunicarlo» lo hicieron «para ser transparentes y dar confianza».

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