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La incertidumbre retrasa la compra de los libros y el material escolar

Las librerías registran un descenso de pedidos que se suma a la crisis del sector

Una librera con libros de texto en un establecimiento de Elche. antonio amorós

La incertidumbre que hay entre las familias a la hora de abordar el inicio del curso escolar también se está sintiendo estas semanas en las librerías y papelerías. Aunque aún no ha llegado septiembre, lo habitual, reconocen los libreros, es que las familias ya hayan realizado las reservas de material y los libros que van a necesitar los escolares en poco más de un semana. El inicio de las clases está marcado para el 7 de septiembre. Sin embargo, la actividad en las librerías no es la misma que otros años, con caídas en los pedidos que superan el 30% en la mayoría de establecimientos.

El retraso en la toma de ciertas decisiones políticas que afectan directamente el curso escolar, apuntan desde varios colectivos de familias, también está retrasando la decisión de compra de los materiales escolares de los alumnos, que en algunos casos se justifican por «los materiales que el curso pasado se quedaron sin utilizar». María Martínez, una madre de Elche, explica que «no sé qué hacer con la vuelta al cole. Mi hijo se quedó con libros sin estrenar el curso pasado por el confinamiento, y no quiero comprarlos ahora para que pase lo mismo».

Desde la FAPA Gabriel Miró, Juan Antonio Carretero dice que «estamos tan ocupados por preocuparnos por el tema sanitario y los protocolos para evitar contagios de coronavirus, que se está retrasando todo, y el hecho de que también se hayan retrasado los acuerdos políticos ha generado más incertidumbre entre las familias, que prefieren esperar».

Las librerías son por lo tanto las que sufren las consecuencias de la incertidumbre con la que afrontan las familias la vuelta al cole. En el establecimiento Séneca de Elche Pilar Pérez indica que «el retraso en la compra o reserva de libros se nota más en los niveles de la ESO, pero en general este año advertimos un bajón comparado con el curso pasado por estas fechas». Pilar Pérez solo cuenta estos días con una estantería con paquetes de libros encargados, cuando otros años los pedidos ocupan bastante más espacio.

El desembolso económico que en muchos casos supone la compra del material escolar influye en el comportamiento de las familias. Pilar Pérez explicaba que «las que menos dudas tienen son las familias que tienen el bono libro, ya que al no tener que pagarlos están reservando con más normalidad, pero en el resto de casos, con los cuadernos de trabajo o otro tipo de libros que no están subvencionados el mercado está más parado, a falta de ver qué sucede en septiembre». Por eso, puntualiza Pilar Pérez, «no sabemos si en septiembre tendremos un aluvión de pedidos».

Otro problema

El librero ilicitano Francisco Trigueros, de Ali i Truc, explica que «la crisis del coronavirus, que nos pasará factura, se viene a sumar a la que ya venimos sufriendo las librerías desde que son los colegios los que centralizan las compras de la mayoría de los libros y la Conselleria de Educación les hace pedir tres presupuestos». El ilicitano añade que «ahí no podemos competir con las ofertas que les hacen las propias editoriales». Por este motivo, insiste Francisco Trigueros, «la nueva situación, con los efectos de la crisis del covid, se suma a la crisis del sector por la que ya no solemos tener stock de libros de texto y solo trabajamos por encargos».

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