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La negativa a hacer PCR a los docentes y la toma de temperatura por los padres tensionan la vuelta a clase

El profesorado considera «inadmisible» no contar con un test diagnóstico antes de incorporarse a sus puestos - Los progenitores replican a Vicent Marzà que la responsabilidad en cuestiones de salud debe recaer en Sanidad

En la recepción de los centros se han instalado mamparas. Pilar Cortés

La negativa de los responsables educativos a realizar pruebas PCR de diagnóstico del covid a todos los docentes antes de la vuelta a las aulas, amenaza con diluir el consenso proclamado por la Conselleria de Educación sobre la organización de este próximo curso.

Tampoco ayuda que finalmente haya delegado en las familias la obligada toma de temperatura diaria antes de ir a clase. Representantes de los padres sostienen que dicha responsabilidad debe recaer sobre Sanidad, y amenazan con la insumisión a la hora de firmar el documento que ya les han empezado a repartir desde algunos centros, por el que se deben responsabilizar de no llevar a sus hijos al colegio si tienen fiebre o síntomas del covid.

Las confederaciones de padres de alumnos de centros públicos, Covapa, y de centros concertados, Concapa, coinciden en negarse a esta firma, que responsabiliza a las familias, y ponen sus servicios jurídicos a disposición de cuantas familias lo necesiten .

Educación les ha hecho llegar que no se van a emprender medidas coercitivas, pero también se ha concretado en el transcurso de la reunión por videoconferencia del Foro Educativo que, desde el 1 de septiembre, entra en vigor un documento que también se les hará llegar sobre absentismo escolar. «En la legislación sobre el absentismo queda claro. El niño tiene derecho a una educación de calidad y en buenas condiciones con toda la seguridad posible», recalca el conseller, quien insiste en que el derecho a la educación «es de los niños», y que mientras la enseñanza sea obligatoria «es un derecho que debemos garantizar».

Para el máximo responsable educativo es algo que comparten todas las autonomías, sea cual sea su signo político: «Los niños deben ir. Los centros son espacios seguros, más que otros lugares en los que pueden estar socializando».

Sin embargo los representantes de los padres siguen reacios. «Hacernos firmar es un insulto, tanto como llamarnos irresponsables. Me responsabilicé de mi hijo desde que estaba embarazada, pero no puede hacer cargar sobre las familias la responsabilidad del coronavirus», declara sumamente indignada la presidenta de Covapa, Sonia Terrero, al término de cuatro horas de intercambio de pareceres entre el conjunto de la comunidad escolar y los dirigentes educativos.

Aparte del control de temperatura que se hará en casa, los centros educativos dispondrán de material por si hay que tomar la temperatura en horario escolar y activar el protocolo de coordinación con el centro de salud. El secretario autonómico y número dos de Educación, Miguel Soler, explica que dejar en manos de las familias la toma de temperatura responde a que «las autoridades sanitarias han explicitado que es muy importante llevar el control antes de salir de casa, ya que es un indicativo de posible sintomatología compatible con la covid-19. Si tienen fiebre, no deben acudir al centro educativo y deben contactar con su centro de salud por el bien de todos», subraya.

Así las cosas, PCR y toma de temperatura, junto a la ausencia de enfermeros escolares en los centros, concentran los puntos negros de un inicio de curso que se confirma de forma progresiva entre los días 7 al 11 de septiembre, durante la primera semana y según lo organice cada equipo directivo, siempre informando previamente a las familias.

Los directores de Secundaria y representantes del profesorado -sindicatos STEPV y ANPE- insisten en reclamar pruebas PCR periódicas de diagnóstico del coronavirus, pero la respuesta de la conselleria no se mueve un ápice de lo advertido estos días: «Se trasladó a Sanidad en su momento y es quién lo tiene que determinar». Barceló es tajante hasta el momento. Considera que la foto fija de la PCR no ayudaría.

Sin embargo, autonomías también socialistas como la asturiana, han optado por retrasar el inicio de curso entre el 21 y el 30 de septiembre para realizar PCR a todo el profesorado. Desde ANPE, segundo sindicato con mayor representatividad en la Comunidad tras el STEPV, se alerta del peligro de que buena parte del profesorado pueda ser asintomático y acabe transmitiendo el virus a los niños. Es «inadmisible» que los docentes «no cuenten con la certeza de poder incorporarse en condiciones de seguridad sanitaria, sin PCR previas», sentencia el presidente del colectivo, Laureano Barcena.

Educación solo las contempla, parcialmente, en el caso de producirse algún positivo en los centros. Los directores apuntan que todo es una cuestión de falta de presupuesto para generalizar estas pruebas previamente.

Tampoco les convence que no se haya provisto de un enfermero escolar en cada centro, que al igual que los padres de alumnos consideran imprescindible en un curso marcado por la lucha frente a los contagios de covid-19. Marzà replica que «estamos hablando de 2.000 enfermeras y enfermeros que ahora necesita la Conselleria de Sanidad en los centros de salud y hospitales», al tiempo que ha dejado patente que habrá un contacto «permanente y coordinación con Salud Pública», tal y como pedían los directores, que contarán con hilo directo con un responsable de Salud Pública.

El conseller también hace valer que los epidemiólogos han establecido que el índice de contagio con las medidas de seguridad e higiene previstas en todos en todos los centros es «muy bajo», especialmente entre niños. «Conseguiremos frenar la pandemia, siendo pacientes y constantes, aunque habrá dificultades», admite.

Cambios

Los cambios acordados a nivel estatal se harán llegar el lunes a los centros para generalizar el uso de mascarillas.

El STEPV sigue reclamando ratios de 15 alumnos por aula para aumentar la seguridad y mascarilla de má calidad, pero desde Educación se ha hecho saber que «el 86% de los centros educativos no tienen espacios suficientes para ello y la opción de recolocarlos en otros espacios municipales genera problemas organizativos».

Los profesores siguen pidiendo mayor concreción sobre la actuación ante la detección de casos con síntomas, extremo que los responsables educativos afirman que se va a concretar con las diferentes casuísticas que se pueden presentar.

Torrevieja y otros tres municipios aseguran que sí harán los test

Los ayuntamientos de Sant Joan de Moró, Tírig y Peñíscola, en Castellón, y Torrevieja (Alicante) se mantienen en su idea de realizar test de coronavirus a docentes y alumnado antes del comienzo de curso. La Generalitat confirmaba este jueves, a través de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, que no se ha planteado hacer PCR «ni ningún tipo de prueba» a todos los profesores ante el inicio del curso escolar, ya que estos test se harán «cuando se necesiten, se determinen y se considere que son necesarias». Además, advertía de que notificará a cualquier ayuntamiento que anuncie pruebas masivas de ese tipo a trabajadores, como en este caso, dependientes de la administración autonómica, que «no tiene esa competencia» Ante estas declaraciones, algunos municipios valencianos continúan con la decisión de realizar los test y así lo han confirmado a Europa Press. El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, ha asegurado que «vamos a a seguir adelante con el plan» de PCR.

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