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Las residencias afrontan sin traslados de ancianos la nueva ola de contagios y exigen más test

El Consell realiza pruebas a los trabajadores que regresan de vacaciones, pero no las quincenales que piden geriátricos, médicos y familiares

Las residencias afrontan sin traslados de ancianos la nueva ola de contagios y exigen más test

Las residencias de mayores están afrontando la nueva oleada de contagios de coronavirus exigiendo más test y sin traslados de ancianos. Sanidad está realizando pruebas a los trabajadores que regresan de sus vacaciones, pero no las quincenales que están reclamando médicos, familiares y los propios geriátricos. La conselleria tampoco está sacando de los centros a los residentes infectados para romper la cadena de contagios, como así se contempla en el documento de actuaciones preventivas del propio departamento. Los centros, eso sí, afirman estar mucho más preparados que en la primera parte de la pandemia para combatir el coronavirus.

Las residencias de mayores de la provincia de Alicante, tras quedar libres de coronavirus a mitad del pasado mes de julio, han empezado a sufrir de nuevo un repunte de casos coincidiendo con la nueva oleada de contagios que se está registrando a nivel general. Los últimos datos ofrecidos por la Conselleria de Sanidad indican que en la actualidad son 13 los geriátricos de la provincia que registran positivos. El departamento autonómico no informa de los casos que se encuentran activos ni tampoco de los municipios en los que están ubicados estas residencias, en la línea de opacidad que viene manteniendo de forma habitual en este asunto. En las últimas tres semanas, con todo, una treintena de residentes han dado positivo por coronavirus, lo que eleva la cifra total desde el inicio de la pandemia a 622. También hay un goteo continuado de casos entre los trabajadores, hasta haberse alcanzado los 289 desde marzo.

¿Y cómo afrontan las residencias esta segunda parte de la pandemia? De entrada, se han reforzado todas las medidas de seguridad e higiene, así como de distanciamiento. Se han restringido las visitas, limitándolas a un familiar y una hora, mientras que sólo se permiten las salidas imprescindibles. También han tenido que elaborar protocolos de actuación y mantener un 10% de las plazas vacías para poder aislar convenientemente a los casos positivos que se puedan registrar. Los centros, asimismo, han quedado adscritos a sus respectivos centros de salud para una correcta atención.

Pero también hay cuestiones que no han quedado resueltas y que afectan directamente a los empleados, toda vez que se les considera el principal riesgo de entrada del virus en las residencias. La Conselleria de Sanidad, tras las instrucciones otorgadas por el ministerio en este sentido, asumió la realización de pruebas PCR a todos los trabajadores a la vuelta de los permisos y las vacaciones. No sucede lo mismo, sin embargo, con los test periódicos que están siendo reclamados por los geriátricos, los médicos y los familiares, quienes defienden que es una medida imprescindible

Así lo indica la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, que señala que estos test deberían realizarse cada 15 días «dado el elevado número de asintomáticos y la vulnerabilidad de los residentes a los que se puede contagiar».

Esa misma opinión la comparte Carmen Ortega, trabajadora de la residencia Emilio Sala de Alcoy y delegada de UGT, quien no duda a la hora de señalar que «las pruebas son totalmente necesarias por el bien de los ancianos con los que estamos en permanente contacto», así como el presidente de la patronal Aerte, José María Toro, que destaca que «el Consell no ha hecho caso de las recomendaciones y no asume la realización de estos test, pese a tratarse de una cuestión de salud pública».

José García, portavoz de la plataforma de familiares de la residencia de Oliver en Alcoy, donde se produjeron 73 fallecimientos, también destaca que «a través de las visitas, dadas las medias preventivas existentes, es muy complicado contagiar, por lo que no cabe duda de que la principal vía de entrada en estos momentos son los trabajadores».

Pero este no es el único punto de controversia. El documento de medidas preventivas publicado por la Conselleria de Sanidad establece que, para romper la cadena de transmisión, se reubicarán los casos confirmados activos en dispositivos alternativos no residenciales destinados a este fin, centros hospitalarios si la situación asistencial lo permite, residencias destinadas expresamente a esta finalidad, aquellas que estén bajo vigilancia activa o las que tengan plantas aislables. Pues bien, según confirma José María Toro, esta medida no se está aplicando, más allá de las derivaciones hospitalarias para los casos más graves. «Se nos dijo lo de los traslados, pero al menos de momento no los están haciendo. Nosotros planteamos la posibilidad de habilitar hoteles, pero no hay respuesta».

Por lo demás, las residencias aseguran estar mucho más preparadas que en la anterior oleada. Según el propio Toro, «nadie puede garantizar una seguridad del 100%, pero las medidas adoptadas están teniendo un impacto positivo», para criticar a continuación que «la Conselleria de Igualdad haya decidido ahora establecer un régimen sancionador después de habernos tenido abandonados en lo peor de la pandemia».

Pepe Llorca, gerente de la residencia Vistasol5 de Alicante, también defiende «la profesionalidad de las residencias, que en un 99% están haciendo bien las cosas para evitar contagios. El problema son las redes sociales y algunos titulares sensacionalistas, que llegan a horrorizar a la gente».

Pese a los intentos de este diario, no ha sido posible obtener declaraciones de responsables de Igualdad y Sanidad, alegando en los dos casos que las competencias en la materia corresponden al otro.

Movilización de familiares del geriátrico de Alcoy en el que fallecieron 73 personas

Anuncian concentraciones y preparan un contencioso para reclamar responsabilidades

Los familiares del geriátrico de Oliver en Alcoy, donde fallecieron 73 ancianos en la primera oleada de la pandemia, anuncian movilizaciones. El portavoz de la plataforma que los aglutina, José García, destaca que tienen previsto celebrar una concentración para llamar la atención sobre lo que ha pasado y exigir a la Conselleria de Igualdad que averigüe lo sucedido. Todo ello mientras preparan un contencioso para exigir responsabilidades.

El geriátrico de Oliver de Alcoy ha encarnado la parte más trágica y dura de la crisis del coronavirus en lo que a residencias de mayores se refiere. Nada menos que 73 de sus usuarios fallecieron durante la primera oleada de contagios, convirtiéndose de esta forma en el geriátrico más afectado por el covid en el conjunto de la Comunidad Valenciana.

Los familiares siguen preguntándose a día de hoy qué es lo que ocurrió entre los muros del antiguo hospital para que se desencadenase una tragedia de estas dimensiones, y no piensan quedarse parados. Según ha explicado a este diario el portavoz de la plataforma, José García, «septiembre va a ser un mes movido, porque nuestra intención es la de celebrar una concentración para llamar la atención sobre el asunto, y que la Conselleria de Igualdad no se olvide del tema y realice las investigaciones oportunas para esclarecer lo sucedido».

De igual forma, el colectivo tiene previsto celebrar una reunión con el gabinete de abogados que a lo largo de las últimas semanas ha estado solicitando información a todas las administraciones implicadas. «Vamos a ver la documentación que se nos ha aportado y, en función de ello, decidiremos el tipo de acciones legales que podemos emprender para reclamar responsabilidades y que esto no vuelva a suceder».

Los familiares se han mostrado muy críticos con la empresa gestora, Domus Vi, tanto por la envergadura de la tragedia como también por la falta de información mientras estaba sucediendo.

Mientras tanto, la consellera de Igualdad, Mónica Oltra, y el alcalde de Alcoy, Toni Francés, mantenían recientemente un encuentro con responsables de la empresa para transmitirles su intención de revertir la gestión del centro, de manera que pase a ser pública. El Ayuntamiento también se ha dirigido a la Fiscalía para que, al margen de las averiguaciones que realice la administración autonómica, investigue lo ocurrido.

Maribel Galvá, Directora de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología

«Hay que asumir el riesgo de rebrotes y evitar el cierre total de los centros»

Maribel Galvá es directiva de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, entidad que ha publicado un decálogo de recomendaciones para el manejo de los rebrotes de coronavirus en las residencias de personas mayores. Destaca la necesidad de conjugar prevención y mantenimiento de las relaciones sociales de los ancianos, para evitar efectos secundarios como la ansiedad y la depresión.

P ¿Es posible lograr el equilibrio entre proteger de los contagios y que no se cierren las residencias?

R Somos conscientes de que desescalar siempre conlleva rebrotes y que éstos pueden afectar especialmente a las residencias de mayores, por sus características, y que por ello hay que extremar las precauciones en esta población. Pero el aislamiento extremo está causando importantes efectos secundarios en los residentes, afectando a veces muy gravemente a su bienestar y estado de salud.

P ¿Qué consecuencias está teniendo?

R La restricción de la movilidad y del contacto social tiene importantes repercusiones negativas en el adulto mayor, especialmente un incremento de la incidencia de síndromes geriátricos como fragilidad, sarcopenia o incontinencia, o la aparición de trastornos afectivos y cognitivos.

P ¿Qué es lo que proponen?

R Es necesario asumir el riesgo de rebrotes y evitar el cierre absoluto de las residencias. Cuando la progresión de la epidemia haga necesario reducir el número y frecuencia de las visitas y las salidas al exterior, se recomienda utilizar recursos tecnológicos para mantener relaciones sociales y contacto con las familias, hacer tutoriales de movilización en pantalla, por megafonía, en pequeños grupos, realizar paseos por el jardín o conectar un hilo musical.

P ¿Están preparadas las residencias para esta segunda oleada?

R Todos los geriátricos tienen que contar con un plan de prevención y contingencia, disponer de zonas de aislamiento y también, en coordinación con las administraciones, haber elaborado protocolos de derivación. Porque la responsabilidad en este sentido es de todos, de los centros pero también de las autoridades sanitarias.

P También reclaman los test para los trabajadores...

R El mayor riesgo de contagio es a través del personal, sobre todo si hay asintomáticos. Así que consideramos necesario que se hagan test periódicos cada 15 días, y también al regreso de vacaciones. El problema es que hasta ahora no se hacían estas pruebas, y ha podido haber algún contagio.

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