Un año más, el barranco de Aguamarga llega a septiembre lleno de cañas. No es un escenario inédito en Alicante, pero sí peligroso. Desde la Confederación Hidrográfica del Júcar recuerdan que la limpieza y mantenimiento de los cauces urbanos es competencia de los ayuntamientos. Desde el bipartito, por su parte, aseguran que están ultimando un proyecto a «largo plazo» para no tener que acometer trabajos continuos. Desde Compromís, urgen al gobierno municipal a que de «forma urgente reaccione y limpie el cauce ante la posibilidad de episodios de lluvia torrencial en otoño».
La última actuación sobre el barranco se realizó a principios de este año. Nueve meses después, el cauce está repleto de cañas, que pueden ser una barrera para el aliviadero de aguas en caso de lluvias torrenciales, habituales en esta zona en esta época del año. Sin ir más lejos, el pasado 2019, a mediados de septiembre, se produjo la destructiva DANA que dejó víctimas mortales en la Vega Baja.
Ante la imagen que presenta el barranco a estas alturas del año, desde la Confederación Hidrográfica del Júcar subrayan a través de su perfil oficial en redes sociales que el Ayuntamiento de Alicante es el encargado de «realizar el mantenimiento del barranco en este tramo, de acuerdo con la autorización otorgada a dicha entidad desde este organismo». A la vez, subrayan que «hay que recordar que el mantenimiento de cauces públicos en tramos urbanos corresponde a los Ayuntamientos, según el artículo 29.4 de la Ley del Plan Hidrológico Nacional». Con todo, desde el organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, en manos de Teresa Ribera, defienden que «los cauces son ecosistemas naturales, con presencia de vegetación, la cual ejerce sus propias funciones específicas, como disminuir la velocidad y la capacidad de transporte de sólidos por escorrentía al agua, reduciendo los daños en caso fuertes precipitaciones». Esta confederación, en su intento de preservar los cauces naturales, está bloqueando por otro lado el proyecto del Ayuntamiento de Alicante de renovar la pasarela peatonal en la Albufereta, en el barranco de Orgegia, dudando de su necesidad y reclamando un estudio sobre las avenidas de aguas de «100 y 500 años» por si «teniendo en cuenta la carga sólida transportada la estructura podría colapsar, provocando su arrastre por las aguas». Una petición que no entienden en el gobierno municipal ya que la vida útil de la infraestructura no superaría los cincuenta años.
Respecto a la limpieza del cauce de Aguamarga, el bipartito de Alicante recuerda que ya el pasado mes de enero se realizaron trabajos sobre el tramo final del cauce (unos 800 metros), a la vez que anuncia que está trabajando en una «solución a largo plazo» para acabar con los gastos continuos en limpieza. Subrayan que el resto del cauce es competencia de la Confederación y de Costas (el final).
