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Alicante salva sobre la bocina la protección de su patrimonio cultural y natural tras cinco años de tramitación

El bipartito de PP y Ciudadanos logra aprobar el Catálogo de Protecciones un día antes de la fecha límite gracias al anunciado apoyo del PSOE y Compromís - El futuro del Ideal queda en manos de una inminente visita de técnicos

El concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Ciudadanos), recibe la felicitación del alcalde, Luis Barcala (PP), ayer al finalizar el pleno.

Más de cinco años después de iniciarse la tramitación durante la etapa del tripartito de izquierdas, el Pleno de Alicante aprobó ayer provisionalmente el Catálogo de Protecciones. Lo hizo -como suele pasar en la ciudad- sobre la bocina, justo un día antes de que expirase el plazo concedido por la Generalitat. De no haberse llegado a tiempo, el proyecto habría vuelto a la casilla de salida.

El documento urbanístico, clave para la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), salió adelante según lo previsto: gracias al acuerdo alcanzado por el concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Ciudadanos), con el PSOE (primero) y con Compromís (después). En la abstención se situó Unidas Podemos, mientras que los ultras de Vox votaron en contra, reafirmándose en su nueva estrategia de marcar distancia con el bipartito dirigido por Barcala (PP), para forzarle a mirar hacia la izquierda.

Así, el Catálogo sumó 23 votos a favor (el popular Carlos Mazón y el socialista Miguel Millana abandonaron la sesión minutos antes de la votación al estar programado previamente un pleno en la Diputación de Alicante), dos abstenciones y dos en contra. Un resultado más que holgado -el texto necesitaba al menos quince votos a favor- para sacar adelante un Catálogo de Protecciones que garantiza la conservación del patrimonio cultural y natural de la ciudad. En total, medio millar de edificios se incluyen en un expediente que, según el bipartito, ronda las novecientas fichas.

Entre esos edificios figura el antiguo cine Ideal. El texto aprobado abre la puerta a la protección integral del inmueble situado en la avenida Constitución, lo que puede torpedear el proyecto de un promotora de convertir el edificio en un hotel. Eso sí, esa catalogación no es definitiva, ya que queda pendiente de una visita de técnicos del Ayuntamiento y de la Conselleria de Cultura, que se ha concertado para el próximo 22 de septiembre. De lo que se encuentren en el interior del inmueble de titularidad privada dependerá la protección integral, como así se advirtió durante el debate en el pleno extraordinario de ayer.

La sesión arrancó con la intervención del concejal de Urbanismo, quien defendió que el patrimonio «no entiende de ideología», además de destacar el contenido de un texto que rebaja niveles de protección incluidos en la propuesta que Miguel Ángel Pavón, entonces vicealcalde, elevó al pleno hace algo más de tres años. Ese intentó fracasó por el voto en contra de la derecha (PP y Cs) y de los dos concejales tránsfugas, que alegaron las millonarias indemnizaciones que se pondrían sobre al mesa ante la negativa de Pavón de permitir crecer en alturas a edificios con protecciones parciales, además de proponer una protección para las torres de la huerta ahora rebajada. «El Catálogo de Protecciones tiene que ser justo, porque una protección injustificada aboca los edificios al abandono», apuntó el actual edil de Urbanismo, una figura clave en la aprobación del documento, ya que se mantuvo firme en su idea de sumar a la oposición. Y a su manera. De hecho, defendió el pacto con el PSOE (foto incluida), rubricado a finales de julio, que no sentó nada bien en Alcaldía. «No es el Catálogo que habríamos hecho desde el PSOE, pero no aprobarlo sería imperdonable», sentenció ayer la socialista Trini Amorós. Esta semana, el edil de Urbanismo también firmó otro acuerdo con Compromís. «Hemos llegado a un acuerdo con el señor Adrián Santos Pérez. Esperemos que no haya sido porque usted, señor Barcala, no estaba presente», añadió Bellido, en una crítica por la falta de talante del alcalde. Ni un pacto ni el otro obligan a Urbanismo a grandes compromisos. Se acordó incluir más fichas en un futuro, destinar parte del presupuesto a conservar el patrimonio y acelerar el Plan Especial de las Torres de la Huerta. Enfrente

Con quien no hubo acuerdo fue con Unidas Podemos, que ayer calificó el documento como «catálogo de desprotección», al asegurar que se «queda corto». También, la edil Vanessa Romero lamentó que el texto no llevase aprobado tres años. Y es que Pavón, sin estar presente, fue uno de los protagonistas. Desde la izquierda defendieron su trabajo, mientras que desde el bipartito le culparon de que el documento no superase el trámite plenario en el año 2017, durante la etapa del tripartito en el gobierno. En este tiempo, desde que el pleno rechazó la propuesta de Pavón hasta que ayer aprobó el documento elevado por el edil Pérez, la ciudad ha perdido parte de ese patrimonio que se pretendía proteger, ya que son varios los edificios que han sido derribados aprovechando la falta de protección.

Los únicos votos en contra tuvieron la firma de Vox. Su portavoz, Mario Ortolá, exigía levantar la mano en la protección puntual de dos edificios (uno en la avenida de Elche y otro en la Estación de Madrid). Al no conseguirlo, se pudo reafirmar en esa nueva línea de distanciarse del bipartito, obligándole a buscar apoyos en la izquierda para sacar adelante las iniciativas. En este caso, fue el Catálogo de Protecciones (que se aprobó gracias al PSOE y Compromís). Ahora, en breve, llegará una nueva modificación del Presupuesto de 2020. Y luego, las cuentas de 2021.

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