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Aparcando las extraescolares

Entre un 10% y un 25% de niños se tomarán un año sabático en las disciplinas deportivas y artísticas no obligatorias

Toma de temperatura en el pabellón Camilo Cano. David Revenga

Los niños han vuelto a las aulas y, con las clases, también ha llegado el tiempo de calzarse las botas, de empuñar la raqueta o de mojar el pincel. Con el nuevo ciclo escolar, también llega el inicio de actividades extraescolares como las artes plásticas, artes escénicas, así como las escuelas deportivas.

Si el inicio del ciclo escolar suscitó dudas y algunas familias se plantearon no llevar a su hijos a clase, muchas consideran completamente prescindible la asistencia a las prácticas no obligatorias y han decidido tomarse un año sabático y retomarlas el próximo curso.

Esta decisión también parece variar en función del tipo de actividad. Pilar Jaimes, profesora de dibujo, señala que ella contará casi con los mismos alumnos que el curso anterior. Solo se ha reducido su clase en un 5%. Señala que en términos generales, la academia en la que trabaja mantendrá casi todo su alumnado.

En las actividades deportivas estas cifras se incrementan considerablemente, de forma especialmente sensible en los deportes de contacto. Carmen Murga, entrenadora de atletismo, explica que en la escuela municipal de l'Alfàs del Pi solo se ha dado de baja un 10% del alumnado, mientras que por el contrario, Tomás López, coordinador una escuela de Krav Maga (arte marcial procedente de Israel), señala que el porcentaje de bajas en su escuela es del 25%.

Los tres monitores coinciden en que les ha venido bien que algunos niños no se apunten este año. Destacan que tenían previsto reducir la ratio en sus clases y eso implicaba rechazar algunas solicitudes. También aseguran que entienden la postura de los padres y que confían en que recuperarán la normalidad en el 2021.

Protocolos

Muchos padres han decidido no apuntar a sus hijos este año. Señalan que la decisión estuvo motivada por el creciente número de contagios que están apareciendo en toda España. José López, padre de una de las alumnas de Tomás, ha decidido que su hija no comience en esta actividad de momento, prefiere esperara a ver como evoluciona la pandemia.

En casi todos los Ayuntamientos se han marcado una serie de protocolos para el uso de las instalaciones deportivas y culturales, que son de obligado cumplimiento para los organizadores de las extraescolares. En Benidorm, Mariló Cebreros, concejala de deportes, señala que «hemos remitido a todos los monitores las normas de las instalaciones municipales» y ellos tendrán que diseñar su planificación con base en eso. En la Nucía también se les ha hecho llegar una serie de disposiciones a las escuelas deportivas y estas deben presentar un proyecto que deberá ser validado por los técnicos municipales para que puedan desarrollar la actividad. En Benidorm, dentro del ámbito educativo/cultural, el Conservatorio de Música y Danza se regirá por las disposiciones marcadas por la conselleria de Educación, aunque dotará de espacios más amplios y reducirá las ratios de actividades como la danza y la enseñanza de instrumentos de viento.

Más allá de las normas que han marcado los ayuntamientos, los propios monitores de estas clases han decidido aplicar una serie de medidas adicionales más estrictas. Tomás López y su equipo de monitores de Krav Maga, se hicieron una prueba PCR al inicio del curso y no descartan repetir esta acción de forma mensual. También ha decidido reducir la ratio de sus clases, incluso por encima de lo que les marca la normativa. Subraya que «nos han pedido que limitemos las clases a un 75% del aforo, pero nosotros preferimos reducirlas al 50%».

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