El mercado de alquiler de viviendas dirigido a la población universitaria resiste al coronavirus. La organización del curso más telemático de la historia de las universidades de la provincia no ha frenado el arrendamiento de pisos en ciudades como Elche o San Vicente del Raspeig, que vuelven a rozar el lleno absoluto. También hay residencias de estudiantes que han colgado el cartel de completo. Los contratos se han formalizado más tarde de lo habitual por la incertidumbre derivada del contexto sanitario, pero todo apunta a que finalmente se alcanzarán niveles de ocupación similares a años anteriores a la irrupción de la pandemia.

Las «cláusulas anticovid» son probablemente la gran novedad de la temporada de alquileres que arranca con el flujo de estudiantes en torno a los campus. De cara a este curso, los arrendatarios buscan más garantías y en los contratos se han comenzado a incluir acuerdos para que, en caso de nuevas medidas excepcionales, como sería el estado de alarma, se facilite la rescisión. «Son cláusulas que se incluyen para que si se decreta un nuevo confinamiento de la población, los estudiantes puedan volver con sus familias y no tengan que seguir pagando el alquiler de la vivienda. El contrato se rescinde y el propietario puede alquilarla de nuevo», explica el agente Fernando Valero, de Varadero Asesores Inmobiliarios, con sede en Elche. En esta ciudad que acoge el campus principal de la Universidad Miguel Hernández y el CEU Cardenal Herrera, los precios de los alquileres de cara a este curso se han mantenido y la demanda de habitaciones sigue superando la oferta. «El problema es que hay muy poca vivienda de alquiler tratándose de una ciudad como Elche. Este año se ha retrasado un poco más por la incertidumbre, pero ya hay mucho movimiento de alquileres», apuntan desde la inmobiliaria Garrigues y Mallebrera. La cotización de las habitaciones varía mucho en función de la ubicación y del tipo de edificio. Las más económicas están en barrios como Carrús, por unos 450 euros al mes por pisos antiguos de tres habitaciones, y ascienden hasta los 600-700 euros de media en áreas más cotizadas como Altabix o la zona centro.

Dos jóvenes frente a una inmobiliaria en San Vicente. Álex Domínguez

Condiciones flexibles

Aunque en Elche no existen residencias universitarias como tal, sí hay al menos un edificio completo que se destina en exclusiva al alquiler para estudiantes. Tiene capacidad para 30 personas y no hay plazas libres. También allí han apostado por incluir condiciones ventajosas para disipar las dudas en tiempos de dificultades epidemiológicas. «Las reservas se han realizado con normalidad durante el verano. Hemos ofrecido condiciones flexibles de anulación y devolución de fianzas. Si necesitan rescindir el contrato y marcharse no hay problema», señala Juan José López, copropietario de EligHall.

En la residencia Villa Universitaria de San Vicente del Raspeig también se han llenado este curso las 309 plazas disponibles para estudiantes que se forman en la Universidad de Alicante. El gerente, Eduardo de Temple, señala que las reservas han llegado este año de forma más escalonada. «Ha sido más lento, pero la ocupación ha sido absoluta. Ha habido un gran interés de las familias por conocer los protocolos de limpieza y desinfección y saber qué haríamos ante un nuevo confinamiento», prosigue. En este curso se han reforzado las áreas comunes para facilitar que los estudiantes tengan acceso a la formación telemática e incluso a la red de la propia universidad, algo que hasta ahora solo era posible desde el campus. En la Residencia Europa House, con un centenar de plazas, mantienen una ocupación del 85%, aunque otras más pequeñas como la Residencia Mediterráneo o el Residencial Rasa se encontraban hasta hace pocos días al 50% de reservas.

A tenor de las valoraciones de varios agentes inmobiliarios que operan en San Vicente del Raspeig, el alquiler de pisos y habitaciones tampoco se ha visto reducido por el impulso de la formación telemática. «Es cierto que los contratos se han cerrado más tarde que en años anteriores, pero bajo mi punto de vista se han alquilado los mismos pisos que otros años. En julio se produjo la avalancha de estudiantes en busca de piso y ya está casi todo alquilado. Nos hemos vuelto a quedar sin pisos», indica el responsable de Manuel Rodríguez Servicios Inmobiliarios. Los precios para pisos de tres habitaciones en esta ciudad se mueven en una horquilla media de entre 500 y 600 euros.