La provincia superó ayer por primera vez a Valencia en el número de contagios registrados en un día. Alicante sumó 282 nuevos contagios de covid-19, mientras que en la provincia de Valencia se detectaron 221 casos, según los datos ofrecidos por la Conselleria de Sanidad.

En la última semana la provincia ha ido recortando distancias con Valencia, que llegó a disparar la incidencia del virus y a duplicar a Alicante en contagios en muchas ocasiones. De hecho, la situación obligó a las autoridades autonómicas a tomar medidas más restrictivas en la capital del Turia y su área metropolitana que continúan en vigor, así como al confinamiento de Benigànim y a restricciones municipales en otras localidades con una elevada tasa de incidencia acumulada del virus.

Además, se se registraron dos muertes en la provincia Alicante. Nueve en toda la Comunidad. Los hospitales tienen 507 personas ingresadas: 152 en la provincia de Alicante (dos más), 29 de ellas en la UCI; 57 en la provincia de Castellón, con 7 pacientes en UCI; y 298 en la provincia de Valencia, 32 de ellos en UCI.

Sanidad tiene contabilizadas dieciocho residencias de mayores con casos positivos de coronavirus.

La capital alicantina batió récord con seis brotes en un día, con 21 infectados, de los nueve que se detectaron en la provincia. Los otros se dieron en Dénia, con siete casos que llegaron contagiados de fuera; Alfafar y Foios, con cuatro casos cada una de origen social. En total se contabilizaron 45 brotes en la Comunidad Valenciana.

Un brote de coronavirus detectado en el centro de acogida para menores inmigrantes de Villena afecta por el momento a 56 personas. Es el segundo con mayor incidencia de los cuatro que se han registrado en la provincia desde que en julio comenzó a producirse un repunte de contagios. Precisamente a mediados de ese mes tuvo lugar el primero de los grandes brotes del verano. El foco se situó en una discoteca de Santa Pola y hubo 24 positivos y más de 400 clientes sometidos al test de detección del covid-19.

Agosto transcurrió con brotes de pocos casos pero a principios de septiembre un grupo de 19 jóvenes vascos quedaron confinados en Calp. Se contagiaron mientras pasaban sus vacaciones en una vivienda de este municipio alicantino. El mismo mes 67 ancianos y 13 trabajadores dieron positivo en coronavirus en una residencia de mayores de Pilar de la Horadada. Todos los empleados resultaron asintomáticos y cumplieron la cuarentena en sus casas pero una residente de 87 años, con patologías previas y diversas complicaciones de salud, falleció en el hospital.

Pues bien, el último gran brote se ha localizado esta semana en Villena y, según se ha informado desde la Conselleria de Bienestar Social, han dado positivo 41 menores residentes -todos asintomáticos salvo uno- y 15 trabajadores, de los que cinco han presentado un cuadro sintomatológico leve. Mientras éstos se encuentran aislados en sus domicilios y controlados por los médicos de Atención Primaria, los menores están confinados en la primera y segunda planta de la residencia de acogida de Villena siguiendo un plan de contingencia para evitar que salgan al exterior.

Según indicaron desde el Ayuntamiento, el brote comenzó con un positivo la semana pasada activándose de inmediato el protocolo de prevención y seguridad frente al virus. Una situación que ha obligado a la empresa que gestiona este servicio tutelado por la Generalitat Valenciana, el Grupo El Castillo, a realizar nuevas contrataciones por vía de urgencia para poder sustituir a los 15 profesionales -muchos de ellos monitores- que han dado positivo. En cualquier caso, no se descarta que el número de afectados aumente hoy o mañana porque, hasta la tarde de ayer, todavía quedaban por conocerse los resultados de una veintena de pruebas PCR.

Medidas restrictivas

Ante esta situación el Ayuntamiento de Villena emitió una resolución de Alcaldía en la que se decreta la adopción de nuevas medidas preventivas. Estarán en vigor hasta el próximo 5 de octubre y son adicionales a las que ya han establecido las autoridades sanitarias. Con ellas el alcalde Fulgencio Cerdán pretende limitar el uso, horario y aforo de las instalaciones y servicios públicos municipales para evitar la expansión del coronavirus en la ciudad.

«Debemos estar tranquilos, pensar cada uno de nosotros qué podemos hacer por los demás y no al revés, y de esta manera empezar cumpliendo las normas de higiene y seguridad básicas que se ha transmitido desde Salud Pública», indicó ayer el primer edil.

El decreto de Alcaldía incluye el cierre de los centros escolares tras la finalización de las clases sin que fuera posible otros usos alternativos así como la limitación del aforo de un 75% tanto en el mercadillo como en el mercado de abastos. Se reduce también un límite de ocupación de la biblioteca municipal Miguel Hernández del 60%, y de un 50% en el caso de la sala de estudios de la calle Tercia. En las instalaciones culturales como el Teatro Chapí y la Casa de Cultura su aforo también se fija en el 50%. Al mismo tiempo se confirma la suspensión de la actividad de las escuelas deportivas.

La resolución de Fulgencio Cerdán recuerda, asimismo, que es necesario limitar los encuentros sociales y familiares a los de convivencia estable, y que las reuniones en cualquier caso no superen las diez personas. «Esta situación nos obliga a no bajar a la guardia, a llevar a cabo nuevos esfuerzos y a extremar las medidas de seguridad personales y colectivas. Debemos pensar en la salud propia, en la de los demás y en la necesidad de revertir esta situación, de modo que la actividad social y económica recobre la normalidad lo antes posible», subrayó el alcalde de Villena.