Once proyectos de I+D+i con una inversión de más de 8 millones de euros que buscan soluciones innovadoras a los desafíos económicos, medioambientales y sociales, entre ellos varios que tienen relación con el covid para detectar el virus en el ciclo del agua, incluidas las residuales. Así como seis millones más para la mejora de infraestructuras hídricas y un fondo social que ha pasado de 513.000 euros a 1,5 millones en 2020, es decir, se ha triplicado en el último año, para atender a colectivos desfavorecidos. Son los pilares del Informe de Desarrollo Sostenible (IDS) correspondiente al ejercicio 2019 de Aguas de Alicante, que presenta un documento con el que pretende demostrar la apuesta realizada por la compañía por la integración del desarrollo sostenible en el núcleo de su actividad. Se trata del plan estratégico 2017-2021 denominado REwater Global Plan, gracias al cual la compañía alinea su actividad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

A través de dicho plan, la empresa pone de manifiesto su compromiso con la lucha contra el cambio climático, la preservación y acceso al agua, la autosuficiencia energética, la protección de la biodiversidad y los avances sociales en equidad y salud, además de la innovación y las alianzas como compromisos transversales. REwater Global Plan se centra en tres enfoques: el fortalecimiento de alianzas y promoción de acciones sociales; el desarrollo de soluciones sostenibles dirigidas a la lucha contra el cambio climático, la economía circular y la protección de la biodiversidad; y la aportación a los objetivos de desarrollo sostenible a partir de la contribución que lleva a cabo en sus actividades y la potenciación de aquellas que son beneficiosas para sus grupos de relación.

Innovación Sostenible en 2019

Dentro de la apuesta de la compañía por la innovación, presente en todos los ámbitos de trabajo, desde la investigación de procesos básicos, hasta la aplicación de las soluciones más avanzadas gracias a la vigilancia tecnológica, la amplia experiencia de la compañía en creación e incorporación de tecnologías y soluciones vanguardistas permite a Aguas de Alicante mantenerse al frente para ofrecer un mejor servicio. Así, la inversión en investigación e innovación científica son esenciales para encontrar soluciones permanentes a los desafíos económicos y ambientales.

Con un presupuesto de los proyectos I+D+i activos en 2019 de 8.179.760,50 €, repartidos entre once iniciativas, se han abordado retos que van desde las áreas de Gestión de Activos, Sostenibilidad del Agua y Economía Circular, hasta Tecnologías de la Información y Comunicación.

Ejemplo de esta inversión en innovación sostenible son los proyectos: Naiades, iniciativa europea con 18 socios de diferentes países, que está en proceso de desarrollar entre 2019 y 2021 soluciones basadas en Inteligencia Artificial, IoT y análisis de Big Data para la mejorar la eficiencia de la operación y el mantenimiento de las redes; Aquarobur, donde la empresa pone a prueba una picoturbina para la generación de electricidad y así, abastecer puntos donde las redes eléctricas no llegan, buscando soluciones que reducen los consumos eléctricos y la huella tanto hídrica, como de carbono; o Epulse, evaluación acústica del estado de las conducciones (gestión de activos para la optimización de la renovación de redes) mediante la introducción de una onda acústica en el tramo de tuberías a analizar, lo que permite obtener un diagnóstico del estado de las conducciones a través del análisis de la velocidad de propagación del sonido en sus paredes.

Más recientes son otros proyectos directamente vinculados a la crisis generada por el Covid-19, como: Consum/ IA, sobre mapas de movimientos de población en función el consumo de agua; Safety Beaches, sistema pionero a nivel nacional que aplica visión artificial en la playa del Postiguet para cálculo de aforo y playas más seguras; o Reveal, de detección de material genético del SARS-CoV-2 en el ciclo del agua, con cuya experiencia ha sido posible el desarrollo de una solución propia, Covid-19 City Sentinel, para detección del virus en aguas residuales y anticipación a la evolución epidemiológica y toma de decisiones proactiva.

Contribución social

Además de aportar soluciones para hacer frente a la situación de estrés hídrico que sufre buena parte del territorio donde presta su servicio, con una inversión en infraestructuras hídricas cercana a los 6 millones de euros y con el consiguiente impacto económico positivo para las economías locales (362 empleos creados, a través de 45 empresas contratistas y/o subcontratistas), Aguas de Alicante trabaja en el ámbito social para garantizar el acceso al agua. Ejemplo de ellos son los fondos y tarifas sociales para colectivos vulnerables.

El fondo social recogido en el informe para 2019 con un importe de 513.000€ y al que se acogieron 1.894 familias a lo largo del año, se ha visto ampliamente incrementado para el ejercicio 2020, hasta alcanzar los 1,5 millones, con la ratificación para dicha ampliación en el último Consejo de Administración celebrado en el mes de julio. Todo ello, dentro una amplia batería de medidas de apoyo a personas y colectivos desfavorecidos y perjudicados especialmente por la actual crisis, tales como: la paralización de gestiones sobre impagos (no cortes de suministro y no reclamación de deuda); la financiación de deuda sin intereses a través de aplazamientos de pago y planes de cuotas mensuales; el ofrecimiento de paso a facturación mensual a todos los clientes con telelectura; renegociación de condiciones de los compromisos de pago en curso; la ampliación del periodo de pago voluntario hasta los 60 días; la profundización en la identificación de clientes vulnerables a fin de excluirlos de procesos de reclamación de deuda y de contribuir a la búsqueda de soluciones adaptadas a su situación económica; o la bonificación del hospital de campaña de Alicante. A dicho fondo social, se suman las denominadas tarifas sociales. En los municipios gestionados por Aguas de Alicante, además, las tarifas para familias numerosas cumplen con el objetivo de que la tarifa progresiva que penaliza el consumo no sea un gravamen para este colectivo.  

Medioambiente

A nivel ambiental, el informe de desarrollo sostenible destaca la apuesta de la empresa por el consumo de energía renovable y la eficiencia energética. Toda la energía consumida por Aguas de Alicante procede de fuentes de energía renovable y, gracias al sistema de gestión de la energía y la verificación del cálculo de huella de carbono, es posible su mejor control y seguimiento, según explican desde la compañía. 

Un lugar destacado ocupa también, dentro de esta esfera medioambiental, la eficiente gestión de la depuración de las aguas residuales y el desarrollo de economías circulares y regenerativas, que implican la búsqueda del residuo 0, como el aprovechamiento de las aguas regeneradas para diferentes usos y la valorización del 100% de los lodos de depuración. A lo anterior se suma el compromiso con la biodiversidad, a través de la naturalización y la eliminación de fitosanitarios y pesticidas, en las instalaciones de la compañía, y el desarrollo de un protocolo de actuación frente a especies exóticas invasoras. Todo ello, con el objetivo de que las instalaciones busquen la protección de la biodiversidad y la mejora del medio ambiente.

Alianzas, motor del Desarrollo Sostenible

Tanto en el desarrollo de los proyectos de I+D+i de Aguas de Alicante, como en la consecución de otros objetivos definidos en el citado ReWater Global Plan, un aspecto esencial es el fomento y promoción de alianzas eficaces en las esferas públicas, público-privada y de la sociedad civil. Todo ello, con la meta global de la compañía de una mejora continua y de la contribución global para avanzar por el camino de la sostenibilidad, sin dejar a nadie atrás.

Elaborado anualmente desde 2009, el Informe de Desarrollo Sostenible de Aguas de Alicante está desarrollado conforme a los estándares GRI (Global Reporting Initiative), verificado externamente y presenta la contribución de la empresa al desarrollo económico, ambiental y social como un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas, garantizando la fiabilidad de la información puesta a disposición de la sociedad en la que la compañía lleva a cabo su actividad.