El esfuerzo que el conseller de Educación ha requerido de los directores de los institutos de Secundaria a la hora de organizar un curso tan limitado por el coronavirus, para que el alumnado contara con la máxima cantidad posible de días de clases presenciales, se ha traducido finalmente en la provincia con una presencialidad del 69% entre el alumnado de segundo curso de la ESO y del 58% entre los que se preparan para el acceso a la Universidad, en Segundo de Bachillerato.

Los datos aportados por la jefatura de Educación en Alicante, a preguntas de este diario, implican que dos de cada tres alumnos en estos niveles educativos van a clase todos los días.

Para conseguir estas cifras en niveles de enseñanza en los que la presencialidad no es obligatoria, –como sí se ha establecido al cien por cien para el conjunto de la Comunidad en el resto de la enseñanza obligatoria desde Infantil a Primaria, pasando por el primer curso de Secundaria–, los institutos han reorganizado hasta la saciedad tanto los horarios de cada plantilla docente como de los distintos grupos de alumnos, sumado a la rehabilitación de los espacios disponibles en general para procurar la mayor cantidad de aulas posible.

Relaciones

Al margen de este esfuerzo generalizado, hay institutos que han conseguido que la totalidad de sus alumnos puedan ir a diario a clase, como pasaba en la etapa precovid y a pesar de que se haya implantado el protocolo de organización del curso que exige guardar las distancias de metro y medio entre pupitres y las necesarias medidas higiénicas frente a la pandemia.

Entre estos centros figura el IES Pare Vitoria de Alcoy, cuyo director explica que percibe la enseñanza en los centros para el alumnado de Secundaria como un lugar para las relaciones sociales, especialmente a estas edades.

«Mi experiencia me dice que los estudiantes necesitan venir al instituto para relacionarse con sus amigos y compañeros. Que a esa edad la amistad proviene generalmente del centro educativo más que del vecindario», explica Toni González Picornell.

Desde esa premisa, ha tratado como el resto de directores, de que la mayor cantidad de alumnos vayan a diario a clase este curso. «Y en nuestro caso lo hemos logrado al cien por cien», destaca. Pero no se ha podido hacer en todos los casos, por cuestiones de espacios y de disponibilidad de docentes, añade.

Picornell abunda que en cursos anteriores se ha topado con casos de alumnos sobre los que se ha tenido que aplicar en último extremo un periodo de expulsión por razones de comportamiento inapropiado, y que incluso en estas situaciones «esos alumnos también querían venir al instituto para reunirse con sus compañeros. Para ellos es un centro de reunión social que los docentes aprovechamos para la enseñanza».

Por eso destaca que este curso, para que no se descuadre la organización milimétrica que se ha llevado a cabo en los centros, la sustitución de las bajas docentes se ha convertido en una cuestión más crucial que nunca. «Y de momento se está resolviendo. La aceleración de las suplencias de profesorado es fundamental».

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Los institutos de Formación Profesional lo tienen este curso, si cabe, más complicado en la consecución de la máxima presencialidad del alumnado en el centro.

Los ciclos de grado medio en primer curso, los más numerosos, los han divido por la mitad y los espacios añadidos favorecen que mientras un profesor imparte la enseñanza en el aula, otro se dedique a la parte más práctica con los otros alumnos en el taller.Los ciclos de grado medio en primer curso, los más numerosos, los han divido por la mitad y los espacios añadidos favorecen que mientras un profesor imparte la enseñanza en el aula, otro se dedique a la parte más práctica con los otros alumnos en el taller.Los ciclos de grado medio en primer curso, los más numerosos, los han divido por la mitad y los espacios añadidos favorecen que mientras un profesor imparte la enseñanza en el aula, otro se dedique a la parte más práctica con los otros alumnos en el taller.Los ciclos de grado medio en primer curso, los más numerosos, los han divido por la mitad y los espacios añadidos favorecen que mientras un profesor imparte la enseñanza en el aula, otro se dedique a la parte más práctica con los otros alumnos en el taller.Los ciclos de grado medio en primer curso, los más numerosos, los han divido por la mitad y los espacios añadidos favorecen que mientras un profesor imparte la enseñanza en el aula, otro se dedique a la parte más práctica con los otros alumnos en el taller.


Prácticas

Desmontar culatas en el ciclo de Automoción, o instalar termostatos en el de Electricidad «debía hacerse presencial y lo tuvimos claro desde julio», recalcan. «Vamos a impartir incluso las prácticas de FP que no se pudieron dar en marzo. Hemos firmado acuerdos ya con empresas para ello». Firmas de Hostelería, peluquería e incluso el Ayuntamiento de San Vicente ofrecen prácticas al alumnado de FP de este centro.

El mayor problema que advierten para este curso en este sentido se centra en los ciclos de Sanidad, porque aunque se ha ratificado la firma para las prácticas en los hospitales públicos, no empiezan hasta octubre «y habrá que ver la situación de los centros sanitarios para entonces», concluyen desde la dirección del centro.