Ascensión es modista y cosía indumentaria de Hogueras y trajes de novia hasta que llegó la pandemia y se suspendieron todas las fiestas y ceremonias. «Me he quedado sin faena. Cuando empezaron a reabrir las tiendas me avisaron para hacer mascarillas a 50 céntimos. Hubo un boom de dos meses y medio, pero ahora se ha parado bastante porque las hace todo el mundo». Vive sola y paga una hipoteca de 150 euros: el banco no le ha podido hacer aplazamiento alguno dado que no está ni contratada ni con ERTE. Madre de dos hijos independizados cuya situación tampoco es boyante, uno de ellos le ha ayudado con la cuota de septiembre dado que no ha recibido la ayuda para mayores de 55 años: no pudo renovar unos documentos porque no pudo pedir cita pese a que «llamé a 14 teléfonos». «Con la situación que tengo, estoy esperanzada en que me den la ayuda». Cruz Roja le proporciona alimentos.