Tres meses del final del estado de alarma, los primeros juicios por los incumplimientos de los ciudadanos a las restricciones impuestas por la pandemia sanitaria han empezado a llegar a los juzgados de lo Penal de Alicante. Unos procesos en los que desde la Fiscalía pide que se penalice bien con multas o bien con penas de prisión, en función de la gravedad de las infracciones y que se irán celebrando a lo largo de las próximas semanas. Los juzgados archivaron en su día alguna de estas causas cuando no había una desobediencia expresa de los ciudadanos a los requerimientos de los agentes.
Entre esos casos cerrados se encontraban los de ciudadanos que acumulaban varias sanciones por incumplir el confinamiento. Hubo casos de denunciados que optaron por conformarse en su día el mismo día que llegaron al juzgado de guardia, aunque la tónica fue negarse a declarar y acordarse la libertad a la espera del juicio. Durante el estado de alarma se presentaron más de un centenar de escritos de acusación. El elemento en común es el enfrentamiento con los agentes de la autoridad.
Incidente en el centro
Uno de estos incidentes ocurrió en el Paseíto de Ramiro de Alicante, el 1 de abril, en pleno confinamiento, cuando dos agentes de la Policía Local se acercaron a un grupo de jóvenes que se encontraban en la zona para que se marchara de allí. Según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario, el hombre se agarró a una valla que había en la zona, negándose tanto a marcharse a su casa como a identificarse frente a los agentes. Los policías pidieron refuerzos y cuando éstos llegaron, el acusado se abalanzó sobre los funcionarios y mantuvo un forcejeo con ellos propinándoles golpes con los brazos. Los funcionarios le acabaron reduciendo, sin sufrir daño ni lesión alguna. Por estos hechos, la Fiscalía le acusa de un delito de resistencia a la autoridad y le reclama el pago de un multa de seis meses con una cuota diaria de tres euros (540 euros).
Otro de los incidentes ocurrió también en pleno confinamiento, el 12 de abril, en la calle Barítono Paco Latorre de esta ciudad y la persona acusada en este otro procedimiento trató de huir de la Policía Nacional durante un control de vehículos. Los agentes participaban en un dispositivo para controlar el cumplimiento de las restricciones de movilidad. Al recibir el alto para que explicara los motivos del desplazamiento, el acusado hizo como si detuviera el vehículo y de repente aceleró y salió huyendo a toda velocidad. Se inició una persecución que transcurrió por las calles Pintor Astorza, Antonio Ramos Carratalá, Cronista Vicente Martínez Morella, Periodista Bas Mingot y de nuevo Barítono Paco Latorre, donde se acabó metiendo en un parking tratando de eludir a los patrullas que le perseguían. El hombre fue interceptado cuando trataba de huir a la carrera, llegando a mantener un forcejeo con ellos, que finalmente lograron reducirle y procedieron a su detención. En este caso, la Fiscalía reclama una pena de ocho meses de prisión por un delito de resistencia y desobediencia.
Pinoso
Algunos acusados han optado por llegar a una conformidad con la Fiscalía y aceptar los hechos a cambio de una rebaja en la condena, un acuerdo que se suele cerrar en el juzgado de guardia tras la detención. Es el caso de un hombre que el 13 de agosto se encontraba en estado de embriaguez en la terraza de un bar de Pinoso y se negaba a ponerse la mascarilla. El propietario del establecimiento alertó de la situación a los agentes, que se personaron en el lugar. El acusado empezó a insultarles, diciendo que «me importa una mierda que sea obligatorio ponerme la mascarilla, no me la voy a poner, que os den por el culo». Ante los continuos insultos y la negativa a deponer su actitud se acabaron llamado refuerzos. El acusado en el momento en que iba a ser detenido cogió a uno de los policías del brazo y trató de agredir a patadas a sus compañeros. Al día siguiente, en el juzgado de guardia de Novelda aceptó una condena de cuatro meses de cárcel, que se le ha suspendido con la condición de que no vuelva a delinquir.
