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Los trenes de cercanías pierden la mitad de los usuarios previos a la pandemia

La menor actividad y el recelo al uso de transporte público contribuyen a que la línea de Alicante a Elche y Orihuela ronde los 3.500 pasajeros diarios. El trayecto arrastra un descenso de viajeros desde 2012

Tren de cercanías Alicante-Murcia en la estación de Orihuela.

Los trenes de cercanías han perdido prácticamente la mitad de los usuarios previos al inicio de la pandemia de coronavirus, seis meses después de desencadenarse la crisis sanitaria y cuatro desde que se restablecieran la totalidad de los servicios. Así lo explican fuentes de Renfe, que indican que la caída de la demanda frente a lo que antes era habitual en un día laborable ronda el 45%. La línea que conecta Alicante con Elche, Orihuela y Murcia, la más importante con diferencia, registra entre 3.500 y 3.800 pasajeros cada jornada de lunes a viernes, cuando el año pasado eran cerca de 7.200.

El uso de los trenes, que cayó un 96% en los primeros días de confinamiento en el mes de marzo, según las mismas fuentes, se ha ido recuperando de manera paulatina desde que se restablecieron todas las circulaciones el 11 de mayo. Sin embargo, la menor actividad presencial que ha supuesto la pandemia, junto con las consecuencias económicas que ya ha tenido y un cierto recelo a utilizar el transporte público por miedo a posibles aglomeraciones y al riesgo de contagio, están haciendo que esa recuperación de pasajeros esté siendo muy lenta. La operadora ferroviaria calcula que se están ganando en torno a un 10% de viajeros cada mes, y que en las últimas semanas el descenso en comparación al mismo momento del año pasado se sitúa ya en el 42%, por lo que la previsión es seguir mejorando.

En este sentido, desde Renfe confían en que la vuelta de las clases presenciales a la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) suponga otro impulso, ya que los estudiantes constituyen una parte significativa de los viajeros. Aun así, el optimismo es limitado y no se espera alcanzar el volumen de usuarios anterior a la pandemia a corto plazo, teniendo en cuenta las circunstancias. La operadora ferroviaria recuerda que la situación es parecida en todos los núcleos de cercanías de España, pero aquí se une a una pérdida de pérdida de uso previa.

Y es que el año 2019 terminó con menos pasajeros que el anterior, según indica el informe de gestión anual de Renfe, que la compañía acaba de hacer público. Según este informe, el pasado ejercicio las líneas del núcleo de cercanías de Murcia-Alicante registraron 3.461.800 viajeros, un 2,2% menos que en 2018. El descenso es leve, pero pese a ello es el más acusado de toda España; sólo los cercanías de Sevilla, Madrid, San Sebastián y Asturias registraron también bajadas. Con ello, la pérdida de usuarios se arrastra ya desde 2012, cuando se alcanzaron 4.675.000 viajeros.

La escasa frecuencia de trenes en fin de semana y la imagen de obsolescencia, con vía única sin electrificar y automotores que datan de 1982, echa atrás a posibles viajeros en la línea principal, pese a unir localidades grandes como Alicante, Elche y Orihuela. También es un contratiempo que no llegue al aeropuerto de El Altet.

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