Un total de 147.837 conductores resultaron denunciados el pasado año en las carreteras de la provincia por la Dirección General de Tráfico. Más de la mitad de ellos fueron cazados por una causa común: exceso de velocidad. Pisar el acelerador más de lo permitido fue un año más la principal infracción al volante, unido a no pasar la ITV y carecer del seguro obligatorio, según los datos recabados en un informe elaborado por Automovislistas Europeos Asociados. 

Circular por encima de la velocidad autorizada generó el pasado año más de la mitad del total de denuncias registradas por la DGT en territorio alicantino. Solo en el año 2019, 87.767 conductores infringieron el código de circulación al correr más de lo debido con el vehículo. Se trata de un factor de riesgo presente en casi el 20% de los accidentes con víctimas. Las sanciones ligadas a esta infracción incluyen desde multas de 100 euros en los casos más leves hasta los 600 euros de sanción y la pérdida de hasta 6 puntos del carnet en los más graves. 

Ponerse al volante de un auto con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) caducada, desfavorable o negativa acarrea multas que van desde los 200 hasta los 500 euros. En el año 2019, 23.143 personas que circulaban por Alicante fueron denunciadas por hechos de ese tipo, siendo la segunda causa de multa más frecuente en la provincia. El objetivo de la ITV es garantizar que los vehículos que transitan por los viales públicos cumplen las condiciones de seguridad exigidas, lo que minimiza el riesgo de accidentes y, además, contribuye a proteger el medio ambiente. 

Pista ITV en la provincia. TONY SEVILLA

Carecer de seguro obligatorio fue la tercera causa más frecuente de multa por la DGT en la provincia el pasado año, con un total de 5.801 conductores interceptados sin póliza en vigor. Los propietarios sin seguro se enfrentan a sanciones que oscilan entre 600 y 3.000 euros, a la inmovilización y depósito del vehículo. La Dirección General de Tráfico ya utiliza medios automatizados de control y de monitorización instalados en las carreteras para detectar que los vehículos tienen contratada dicha póliza. Circular con un ciclomotor sin el seguro obligatorio supone 1.000 euros de sanción. En el caso de motocicletas 1.250 euros; turismos 1.500 euros y en el caso de camiones o autobuses la cuantía se eleva a los 2.800 euros. 

No utilizar el cinturón de seguridad es la cuarta infracción más frecuente en la provincia detectada por la DGT, con 4.323 sanciones impuestas el pasado año. Esta es la multa que más ha crecido en comparación con el año anterior, cuando fueron interceptados 3.341, lo que refleja un aumento de casi un 30%. En contraposición, la conducción bajo los efectos de las drogas y el alcohol se ha reducido un 14% entre 2018 y 2019 a tenor de las denuncias interpuestas, que han pasado de 4.402 a 3.757, por lo que se sitúa en quinta posición del raking, según las mismas fuentes.

La DGT advierte que uno de cada tres conductores fallecidos había consumido alcohol y/o drogas. La tasa máxima de alcohol para conductores noveles y profesionales es 0,15 mg/l en aire espirado. Para el resto de conductores es de 0,25 mg/l y, si se superan 0,60 mg/l, es delito. De otras drogas, cualquier presencia en el organismo es motivo de sanción, que puede llegar a los 1.00 euros de multa y la pérdida de hasta 6 puntos del carnet. 

Accidente de tráfico en la provincia. José Navarro

El sexto puesto del ranking de multas más frecuentes en la provincia se encuentran las interpuestas por no respetar las señales viales, lo que obligó a multar a 3.690 conductores el pasado año. Desde la DGT advierten que no respetar la prioridad de paso es uno de los factores con mayor presencia en la accidentalidad vial. Es la causa directa del 1% de los fallecimientos por accidentes de tráfico. Están contempladas multas de hasta 200 euros y la pérdida de cuatro puntos. La circulación en sentido contrario o por carriles prohibidos es una infracción muy grave, se sanciona con hasta 500 euros y seis puntos.

En séptimo lugar, y siendo una de las que más crecen, se encuentran las multas interpuestas por hacer un uso indebido del teléfono u otros dispositivos mientras se conduce. El número de sanciones de este tipo creció un 9% el pasado año y fueron 3.590 conductores multados con hasta 200 euros y la retirada de tres puntos del permiso de circulación. "Mientras se conduce, usar un móvil sin manos libres, leer o enviar mensajes o utilizar auriculares (aunque solo sea uno) es motivo de sanción. También el uso manual de navegadores u otros dispositivos electrónicos. La cuarta parte de los accidentes están causados por una conducción distraída o por falta de atención", señalan desde la DGT. 

El octavo puesto lo ocupan las sanciones por conducir sin permiso de circulación, con 2.920 multas el pasado año; en el noveno puesto, las multas por no identificar al conductor del vehículo (1.474), y el décimo, conducir con el permiso caducado (1.869 multas).