Los vecinos del entorno de la estación de AVE de Alicante han reclamado al Ayuntamiento de Alicante que realice de manera urgente un estudio sobre el impacto acústico que producen los trenes en sus maniobras en la playa de vías de la estación, que llegan a superar, según Ivan Otero, portavoz de los afectados, los 70 decibelios por las noches, cuando el límite legal está en los 45 decibelios. Los residentes denuncian que dos años después de que la Concejalía de Urbanismo se comprometiera a solucionar el problema de los ruidos, y varios años después del dictamen del Síndic de Greuges de que era el Ayuntamiento el responsable de sancionar y velar por el cumplimiento de la ley de ruidos no se ha hecho nada.

Los afectados exigen la actuación inmediata para solucionar este problema, que llega a ser constitutivo de un presunto delito ambiental debido a que supera con creces los límites acústicos establecidos por la ley, tanto durante el día como en horario nocturno, cuyo límite son 45 decibelios «y en nuestras viviendas llegamos a sufrir todas las noches durante al menos cinco horas en horario nocturno ruidos que superan los 70 decibelios y alcanzan incluso los 80 decibelios, y durante todo el día en horario diurno siendo el límite legal 55 decibelios», subraya Ivan Otero, portavoz de los vecinos.

Los vecinos piden a la Concejalía de Urbanismo un exhaustivo estudio acústico sonométrico con mediciones en las viviendas desde diferentes puntos, de forma constante y permanente durante las 24 horas y varios días. Debe realizarse, apunta Otero, en diferentes momentos del año y que incluyan temporada alta y postcovid, «para poder acreditar así los graves daños y perjuicios a nuestra salud que está causando este problema durante años y poder solicitar las indemnizaciones oportunas. De esta forma, no se podrá alegar que se trata de sólo algunos trenes, tras el estudio realizado en momentos puntuales por la Policía Local».