El Gobierno limita la posible cesión a los ayuntamientos de tramos de la red estatal de carreteras a los casos en los que no tenga que acometer antes mejoras en la vía ni compensar económicamente al municipio. Esto quiere decir que el trazado se transferiría tal cual se encontrase y a partir de ese momento debería ser la administración local la que se encargara de acondicionarla como estimara oportuno, pero con sus propios recursos presupuestarios.

Así lo explican fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a la pregunta de si se contempla la cesión de algún otro tramo de la carretera N-332 en la provincia de Alicante, de la misma forma que se ha hecho en l'Alfàs del Pi. Tal y como publicó este periódico hace algunas semanas, el Estado ha transferido al Ayuntamiento alfasino todo el recorrido de la citada carretera por su término municipal, apenas 2,5 kilómetros cuya gestión pidió la administración local para poder acondicionarlos como vía urbana. Se trata, cabe recordar, de la primera vez que se transfiere a un municipio una parte del trazado principal de la N-332.

Desde el Ministerio señalan al respecto que el Estado «únicamente está tramitando cesiones de tramos a ayuntamientos sin contraprestación económica», tal y como ha ocurrido en l'Alfàs del Pi. Es decir, el ayuntamiento asume la titularidad de la vía sin recibir ningún dinero a cambio, y sin que tampoco se efectúe de forma previa mejora o acondicionamiento alguno en la infraestructura. Las mismas fuentes inciden, en este sentido, «en que «para tramitar dicha cesión, el pleno municipal deberá acordar la solicitud de cesión expresamente sin contraprestación económica».

En la práctica, esto complica las aspiraciones de los ayuntamientos para asumir la titularidad de tramos de carretera de características urbanas. Las mismas fuentes del Ministerio de Transportes admiten que «ha habido contactos con algunos ayuntamientos» por los que pasa la N-332, pero reiteran que «si no hay acuerdo de pleno expreso sin contraprestación económica, no se firma el acta». Aunque el organismo estatal no lo especifica, uno de esos municipios con los que ha habido conversaciones es Altea, tal y como explicó hace unas semanas a este periódico su edil de Urbanismo, Diego Zaragozí. El concejal se mostró dispuesto a negociar el traspaso de la actual travesía de la N-332 en las condiciones que exige el Ministerio, ante el interés del Ayuntamiento por asumir su titularidad y poder acondicionarla como una vía urbana. Por ello, la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre las partes sigue abierta.

Altea es el municipio por el que discurre la N-332 en la mitad norte de la provincia al que más podría interesar la cesión de su travesía, ahora que el tráfico ha descendido de manera notable con la liberalización de la AP-7, para así facilitar la conexión entre el casco antiguo y el frente marítimo, así como con la partida de l'Olla. No obstante, también podría ser una opción para Gata de Gorgos, cuyo centro urbano atraviesa la N-332, entre otras localidades de la zona.