La violencia machista es una lacra que todavía sigue siendo noticia por las cifras que dan los balances de mujeres que han sufrido algún tipo de maltrato ya sea físico, psicológico o sexual.

En este sentido, el coronavirus acompañado de la cuarentena, supuso un hándicap para estas víctimas, debido a que muchas veces la violencia de género es silenciada por las propias mujeres «por miedo a las represalias, la dependencia psicológica, emocional y económica. Muchas veces tratan de justificarlos a ellos, porque creen que ellas son las culpables. En la mayoría de ellas hay un poso de culpabilidad al que también ayudan los mitos culturales. Hay miedo al futuro y a las intimidaciones por parte del entorno del maltratador».

Estas afirmaciones las enuncia Concepción Sánchez González, la coordinadora de las Oficinas de Asistencia a las Víctimas del Delito en la provincia de Alicante. Desde allí, conformadas por un equipo multidisciplinar, prestan apoyo psicológico, jurídico y social a víctimas de delitos, testigos y personas en situación de riesgo como consecuencia de su contacto circunstancial con el delito.

Uno de ello, quizás para el que más empatía y apoyo psicológico se necesite, es para la violencia de género y doméstica.

Denuncias y expedientes

Según el balance elaborado por estas oficinas, durante los 99 días que duró el Estado de Alarma, del 14 de marzo al 20 de junio, fueron asistidas en la Comunidad Valenciana un total de 3.466 mujeres víctimas de violencia de género. De ellas, solo 810 son nuevas víctimas, un 23,37%, dado que la mayoría, 2.656 (76,63%) contaban con expediente registrado previamente. En el desglose de datos por provincias, en Alicante, el total de asistencia a víctimas de violencia machista durante la cuarentena fue de 1.384, de las que 1.051 ya tenían expediente registrado y 333 fueron nuevas actuaciones y alta de expediente. Siendo Alicante el área donde más nuevos expedientes abiertos ha habido, seguida de Valencia con 325 y Castellón con 152.

Mientras que la media semanal de casos asistidos por primera vez fue de 58 que, segregados por provincias, son un total de 24 en la demarcación alicantina, 23 en la capital de la Comunidad y 11 en la provincia de Castellón.

Concepción Sánchez, coordinadora de las oficinas en Alicante. Información

El descenso de estos datos lo explica Concepción Sánchez: «Las mujeres que han tenido que denunciar lo han hecho pero, aunque el caldo de cultivo era propicio a que la violencia de género aumentara debido a que víctima y maltratador estaban conviviendo durante más horas en un espacio limitado, no se ha incrementado el número de denuncias debido al control que se ha tenido sobre ellas, puesto que él estaba en casa y no siempre han podido realizar llamadas ni salir a la calle para pedir ayuda». Otro de los motivos «es el confinamiento de la red de apoyo familiar y social de la víctima. Puedes decidirte a denunciar si sabes que después podrás estar en casa de algún familiar». Concepción aclara que «muchas veces nos han pedido, escondidas en una habitación, que las llamáramos a una hora determinada». Una realidad dura que muchas veces es desconocida por el entorno de la mujer.

Desde la Oficina de Asistencia a las Víctimas del Delito destacan la red de recursos de apoyo y ayuda para dar soporte a las víctimas de violencia de género.

El equipo pide a los medios de comunicación que «informen y traten los temas desde la igualdad y, a las mujeres que se encuentren en situación de maltrato, que denuncien para salir de ese calvario que puede acabar con su vida. No están solas, hay luz al final del túnel y de esto se sale». Por supuesto, allí están ellas para ayudarlas.