El coronavirus sigue causando bajas y contagios en las residencias de mayores de la provincia de Alicante a pesar de que su incidencia se ha reducido respecto a la primera oleada de la pandemia. En la última semana, según los datos que la Conselleria de Sanidad facilita los martes, se ha registrado una nueva defunción con lo que la cifra de fallecimientos se eleva a 164 usuarios. El virus también ha seguido propagándose por algunos de los cien geriátricos que hay repartidos en las comarcas alicantinas. La semana pasada la cifra de residentes contagiados ascendió a 766 y en esta ocasión alcanza los 780. Esto es, 14 nuevos positivos. Pero de los efectos del covid-19 tampoco se libran los trabajadores de las residencias de mayores. Hasta el 22 de septiembre se habían contagiado 370 y en función de los datos oficiales aportados el 29 de septiembre el número es de 386, 16 nuevos positivos en la última semana. En definitiva, una víctima mortal y 30 nuevos positivos entre trabajadores y usuarios de los geriátricos de la provincia.

Las medidas preventivas que se están aplicando en los geriátricos están reduciendo eficazmente la propagación del virus. La obligación de realizar test de detección del covid-19 a todos los trabajadores, la rapidez en la obtención de los resultados, el mayor control por parte de los responsables sanitarios de Salud Pública y Atención Primaria así como las restricciones en las visitas del exterior están consiguiendo el efecto deseado.

En todos los centros se mantiene la distancia de separación de dos metros, se evita el contacto físico de los usuarios con sus familiares y se les obliga a pasar un confinamiento de dos semanas en sus habitaciones en caso de que hayan realizado una salida al exterior. De hecho, crece entre las residencias la prohibición de llevar comida para dársela a los usuarios o realizar paseos con ellos por los jardines o zonas comunes del complejo residencial. Pero a todo ello también ha contribuido un aspecto que los científicos siguen estudiando. Todo parece indicar que el virus tiene en esta segunda fase menos virulencia que cuando estalló la pandemia durante el pasado mes de marzo, casi un tercio inferior al número de contagios y muertes que produjo en la primera oleada. De hecho, en los dos últimos meses se ha detectado un aumento de los casos de residentes contagiados que, o bien son asintomáticos, o bien sufren un cuadro leve.

Valoración positiva sobre las residencias con coronavirus en Alicante

La Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (Aerte) ha valorado muy positivamente los últimos datos publicados por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública sobre residencias con casos confirmados de covid-19. En la estadística del lunes se contabilizaban 41 centros de personas mayores en esta situación frente a los 57 recogidos en la información del pasado 15 de septiembre, es decir, una reducción de 16 centros en 14 días, lo que supone un 28,07% menos. En la actualidad los centros libres de covid son casi el 88% de los centros autorizados en las provincias de Alicante, Valencia y Castellón, 286 de los 327 totales.

Para Aerte estos datos vienen a reforzar la idea de que las residencias están trabajando muy duro en dos líneas. Por un lado para tratar de frenar la entrada del virus en las residencias y, por otro, para mitigar el impacto que el mismo tiene cuando esto se produce. Además el incremento de casos detectados en las residencias ha crecido un 21.48% desde el 1 de julio, frente al 160,89% del conjunto de la población de la Comunidad Valenciana en el mismo periodo, es decir, ocho veces menos. Por otro lado, la tasa de mortalidad en los centros residenciales desde el 1 de julio es del 7,43% -son 39 fallecidos de 525 casos confirmados desde esa fecha- frente a casi el 20,14% de toda la pandemia. Concretamente 598 fallecidos de 2.969 casos confirmados desde el 31 de enero.

«Necesitamos mayor apoyo de los departamentos de la Conselleria de Sanidad y de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. En los centros sociosanitarios se está haciendo todo lo posible para atender a las personas en situación de dependencia. El número de centros con casos activos es cada vez más bajo, la dispersión del virus en el interior de los mismos parece estar cada vez más controlada y la mortalidad se ha reducido a un tercio. Somos conscientes de que tenemos que seguir trabajando con el máximo nivel de alerta y exigencia porque todo puede cambiar de un día para otro. Pero también hay dejar bien claro que la situación actual dista de ser dramática» declaraba ayer el presidente de Aerte, José María Toro, insistiendo en destacar que «el incremento de casos positivos en las residencias, desde el 1 de julio hasta este momento, es ocho veces menor que en la población general». Se sitúa concretamente en un 20% frente al 160% total. Es un dato que invita a la esperanza pero la llegada del otoño se vislumbra con incertidumbre y temor.