Atender a 42 pacientes en tres horas. Es lo que tuvo que hacer esta semana un médico de un centro sanitario de la Vega Baja. No es un caso aislado. En otro centro de salud un pediatra se vio desbordado al recibir en su consulta a 11 niños en solo media hora, según pudo comprobar INFORMACIÓN.

Son quejas de profesionales médicos que se hacen a diario en los centros de Atención Primaria. En la Vega Baja la saturación es especialmente preocupante por la falta de entre un 40 y un 60% de los médicos asignados en los centros de salud, ya que la Conselleria de Sanidad no cubre ni las bajas -que son muchas- ni las vacaciones que están tomando algunos sanitarios ni los salientes (médicos que descansan tras hacer guardia).

Los médicos denuncian la saturación a la que se ven sometidos y exigen a la Conselleria que dirige Ana Barceló que solucione la problemática de la gran sobrecarga asistencial que achacan a la escasez de plantilla. Muchos facultativos, aseguran las mismas fuentes, están pidiendo la baja por ansiedad y por el cansancio acumulado tras atender hasta cinco veces más pacientes de lo que sería recomendable. «Tienen Burnout, síndrome del quemado», se quejan.

Los médicos de Atención Primaria están atendiendo a un paciente cada 3 minutos y a un niño cada 5, y eso en los mejores casos. «Estamos asfixiados de trabajo y encima está repercutiendo la calidad asistencial de los pacientes porque los tenemos que ver casi uno detrás de otro deprisa porque hay esperando muchos más detrás, y al final el profesional se queda mucho más tiempo de su horario para atender a todos, porque los pacientes son nuestra prioridad, pero no podemos más». Así de claro habló ayer a INFORMACIÓN el médico José Manuel Peris, delegado del Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV). «Hay compañeros que están mirando su vida laboral para ver si pueden prejubilarse porque no aguantan esta presión asistencial», asegura Peris.

En cuadro

«Estamos en cuadro, hay que asumir la atención presencial a todo paciente que creemos que tiene que acudir al centro de salud, la atención urgente, el control de los contactos de covid, la vigilancia de las residencias de mayores y, sobre todo, una burocracia de papeles excesiva, demoledora y abrumadora», se queja. Peris se refiere a la normativa de Sanidad de tener que llamar a cada paciente, ya que sin cita no puede acudir al centro de salud por seguridad ante la pandemia de coronavirus. «Queremos ver a pacientes, no estar llamando por teléfono y haciendo seguimiento y preguntando a la gente dónde estuvo, para eso hay otro perfil de profesionales que puede realizar ese trabajo», explica José Manuel Peris.

El Sindicato Médico ha puesto en marcha una curiosa campaña en la que todos los días un profesional acude a uno de los centros sanitarios donde solo están trabajando el 50 o 60% de los médicos que deberían ser para mostrar a cuántos hay realmente trabajando ese día y cuántos tendría que haber. Así, por ejemplo, en Callosa de Segura, de seis pediatras asignados en la zona, hubo días que solo estuvo uno, en Almoradí 10 de 15 médicos, en Redován un 58% menos, 4 profesionales de 6 en Dolores o la mitad en Cox. «Lleva pasando todo el verano y seguimos igual», se queja este médico. «Es un problema crónico que el covid ha sacado a relucir», indica este profesional sanitario.

«No es nada fácil acceder al médico de familia»

 Pedir cita con el médico de familia, el de cabecera, se ha convertido en una labor casi imposible. Así lo denuncian los médicos de Atención Primaria, quienes critican que Sanidad no haya ampliado las líneas de atención telefónica ni haya puesto más auxiliares administrativos para atender las llamadas, única vía para pedir cita en tiempos de covid. «Ponerse en contacto con el centro de salud y acceder al médico de familia no es nada fácil y entendemos las quejas de la gente y por eso exigimos que pongan medios».