La Conselleria de Sanidad arranca hoy la campaña anual de vacunación de la gripe con un reto al que hace tiempo no se enfrentaba: mejorar hasta en 23 puntos el número de personas mayores que aceptan vacunarse para evitar el atasco que cada mes de enero se dan en los hospitales, en un año especialmente complicado por la pandemia de coronavirus.

El Ministerio de Sanidad ha sido el que ha marcado el umbral: hay que intentar vacunar a tres de cada cuatro mayores de 64 años -el grupo de población que más problemas de salud tiene frente a una gripe y también frente a la covid-19-, y llegar al 60% en otros grupos vulnerables como en embarazadas.

Los responsables de la campaña reconocen que no va a ser fácil porque la llamada anual para ir a protegerse contra la gripe hace varias temporadas que no cala especialmente entre los mayores. A falta de los datos por comunidades de la temporada pasada 2019-2020, en la anterior solo se vacunaron contra la gripe el 52,07% de mayores de 64 años, por lo que la Comunidad Valenciana tiene que mejorar 23 puntos sus registros si quiere conseguir el objetivo de inmunizar al 75 % de mayores de 64 años.

«Va a ser difícil porque partimos de la parte media-baja de la tabla en comparación con otras comunidades», reconoce José Antonio Lluch, jefe del servicio de Promoción de la Salud de la Dirección General de Salud Pública de la conselleria. Conscientes del reto, llevan meses diseñando la campaña -que se adelanta un mes- para hacer más hincapié en este grupo de edad y lo quieren lograr comprando más vacunas -se han adquirido casi 1,3 millones, 465.000 más que el año pasado-, movilizando más medios «y en la práctica siendo mucho más insistentes. Realmente vamos a ir detrás de ellos para conseguirlo».

Por lo pronto llevan semanas identificando quiénes son esas 989.000 personas que según el Instituto Nacional de Estadística tienen más de 64 años y mirando quiénes de entre ellos tiene patologías que pueden complicarse con una infección de gripe. A partir de ahí se está localizando sus teléfonos móviles y desde los centros de salud se ha hecho una campaña de llamadas directas para convencerles de la necesidad de vacunarse.

«Han empezado por los mayores de 64 años con problemas de salud, después con el resto de mayores y luego los crónicos aunque sean más jóvenes», explica Lluch. En esas llamadas se han dado las primeras citas para poner las primeras vacunas a partir de hoy. Los que no hayan cogido hora, que esperen un verdadero bombardeo vía SMS.

«Sabemos que es el grupo menos tecnológico pero del 90% del colectivo tenemos un móvil válido ya sea propio o de algún contacto. Vamos a ser proactivos», añade Lluch. En alguna campaña anterior ya se intentó movilizar a los mayores y algo se notó pero no lo suficiente. «Entre los que recibieron un SMS la cobertura vacunal mejoró un 1%», no todo lo que esperaban, pero aún así creen que este año funcionará mejor, teniendo en cuenta que aún no hay vacuna disponible para el coronavirus y la conciencia de los problemas que puede suponer una mala gripe en tiempos de colapso hospitalario puede ser mayor. La campaña busca también llegar al 75% del personal sanitario y al 60% de las embarazadas, entre otros colectivos. La Comunidad parte aquí con mejores cifras: casi seis de cada diez sanitarios y el 52% de las embarazadas se vacunaron hace dos temporadas, por lo que los responsables de Sanidad ven más fácil conseguir aquí los objetivos.

Experiencia para la del covid

La campaña busca proteger a cuanta más gente mejor frente a la gripe pero a nadie se le escapa que, de funcionar, esta estrategia repercute directamente en un mejor abordaje de la pandemia porque el perfil de los pacientes que peor lo pasan en ambas enfermedades «es muy parecido y no sabemos qué puede pasar al estar expuestos a las dos infecciones», explica Lluch. Se busca evitar esa sobrecarga que se da en los hospitales con el aumento de gripes y patologías respiratorias y que podría ser mortal si coincide con una tercera ola de la pandemia. Y también, «evitar dudas diagnósticas ya que hay estudios que apuntan a que la coinfección de los dos virus es muy poco frecuente».

Por último, una gran campaña de vacunación que implique a tantas personas también supondrá «obtener una experiencia en grandes campañas» que podría servir de base para cuando llegue la vacuna contra el covid-19.