Dos de los seis perros policía del país que ha distinguido este año Interior con motivo de la fiesta de los patronos de la Policía Nacional pertenecen a la Unidad de Guías Caninos de Alicante. «Ginger» y «Yuko» son los agentes de cuatro patas premiados, el primero por su trayectoria en una década de trabajo y el segundo por un alijo de una tonelada de hachís descubierto el pasado año en un camión.

Ajenos, lógicamente, a la mención honorífica que les han concedido, «Ginger» y «Yuko» solo piensan en sus respectivos juguetes cuando sus guías de la Policía Nacional de Alicante les sacan de sus caniles en el aeropuerto para una sesión fotográfica con motivo del premio, toda una satisfacción para sus cuidadores al figurar entre los seis canes galardonados de todo el país.

La Dirección General de la Policía ha otorgado seis menciones honoríficas a tres perros policías por su trayectoria y a otros tres por su participación en hechos relevantes, uno de ellos un can de los GEO que recibió un disparo en una intervención. La Unidad Especial de Guías Caninos (UEGC) de Alicante ha recibido dos de los premios y qué mejor que estas distinciones para reconocer el buen trabajo que realizan los cuidadores y celebrar el décimo aniversario de la creación de este grupo policial en la provincia.

La UEGC de Alicante cuenta con seis guías y una docena de perros adiestrados para detectar todo tipo de sustancias estupefacientes, armas, dinero y explosivos. Los dos canes galardonados por Interior están especializados en la detección de drogas, billetes de curso legal y armas. El más veterano de los premiados es «Ginger», un cruce de bretón que tiene 11 años de edad y lleva una década en la unidad, desde su creación. Su guía es un oficial de la Policía Nacional que lo trajo al Cuerpo y tras pasar las pruebas de selección no ha dejado de trabajar con éxito.

«YUKO» Seis años en la Policía. Adiestrada para detectar droga, dinero y armas. Premiada por descubrir mil kilos de hachís.

Ajenos, lógicamente, a la mención honorífica que les han concedido, «Ginger» y «Yuko» solo piensan en sus respectivos juguetes cuando sus guías de la Policía Nacional de Alicante les sacan de sus caniles en el aeropuerto para una sesión fotográfica con motivo del premio, toda una satisfacción para sus cuidadores al figurar entre los seis canes galardonados de todo el país.

Lo normal es que la vida laboral de los perros policía concluya a los ocho años, pero el rendimiento de «Ginger» le ha valido para prolongar su trabajo y pese a que ya está próxima su jubilación aún se mantiene muy activo. «Es de fiar y trabaja bien», afirma su guía. La mención honorífica que le han concedido ha sido en reconocimiento a toda su trayectoria.

«GINGER» 10 años en la Policía. Experto en drogas, dinero y armas. Distinguido por su trayectoria durante una década.

Han sido numerosos los servicios prestados por «Ginger», pero en la propuesta para optar a las distinciones se resaltan medio centenar de actuaciones en las que «Ginger» ha colaborado con éxito en operaciones de las unidades de lucha contra el narcotráfico o contra el blanqueo, entre otras. Entre ellas figura una intervención realizada en abril de 2014 en Aigües, donde localizaron un kilo de droga, 85.000 euros ocultos en una casa y otros 62.000 escondidos bajo unos escombros.

Un año antes, «Ginger» ayudó a los agentes del Grupo de Blanqueo en una actuación en empresas del polígono de Carrús en Elche. Allí localizó 380.000 euros en una caja fuerte instalada en una pared y 600.000 euros más en un armario habilitado detrás de un tabique.

El olfato no sólo le ha valido para detectar billetes. También ha realizado gran cantidad de servicios en operaciones antidroga. Uno de ellos entrañaba dificultad para descubrir la droga. Se trataba de un camión interceptado por la Policía de Alicante en 2012. Inicialmente no encontraron nada a simple vista, pero «Ginger» acabó marcando el depósito de gasoil y los agentes localizaron en su interior tres cilindros herméticos que contenían un kilos de cocaína cada uno.

La carrera policial de «Yuko» es más corta que la de «Ginger» y la mención honorífica que se le concede es por su participación en un hecho relevante. Es un pastor belga malinois que lleva seis años en la Policía y en septiembre del pasado año descubrió una tonelada de hachís oculta en muebles que transportaba un camión que salió de una nave de Alicante. Su guía, el subinspector Reina, asegura que su adiestramiento fue rápido y «a los cuatro meses de edad ya buscaba hachís».

La suspensión generalizada de todos los actos para festejar a los patronos de la Policía a causa del covid-19 no ha permitido poner de gala a «Ginger» y «Yuko» para recibir su medalla honorífica y el diploma que reconoce su trabajo. Seguramente no les importe y disfrutarán más entrenando y trabajando con sus guías para continuar siendo como dos agentes más; eso sí, de cuatro patas.

17

Interior premia a dos perros de la Unidad de Guías Caninos de Alicante