Treinta años después de su puesta en servicio y tras ver cómo millones de vehículos han circulado por sus casi dos kilómetros de longitud, el túnel de Sant Joan situado en la autovía A-70 va a afrontar su primera gran obra. Y decimos grande por varios motivos: el importe, 22 millones de euros; el tiempo de duración, 37 meses, esto es, tres años; y las actuaciones que se van a realizar, ya que no es un mero lavado de cara.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha adjudicado el proyecto de adecuación a la empresa Acciona. La resolución está pendiente de anunciarse en el BOE y, partir de entonces, la mercantil tiene un periodo de quince días para formalizar el contrato y un mes para empezar la obras.

Un total de 22 empresas presentaron ofertas para encargarse del proyecto, que el Ministerio sacó a concurso por 31 millones de euros y que adjudicó finalmente por 22.

Transportes acomete este proyecto para mejorar la seguridad en el falso túnel y que de este modo, cumpla con las condiciones y requisitos mínimos que se aplican en la red de carreteras. Cuando se produce algún accidente de tráfico en este falso túnel, como ha ocurrido en varias ocasiones, las colas kilométricas son habituales.

Se trata de una obra compleja por tratarse de una carretera por la que transitan cada día unos 60.000 vehículos. De hecho, se contempla el corte de un carril en uno de los dos tubos de circulación, así como el cierre por la noche del túnel, aunque el Ministerio no concreta durante cuánto tiempo.

Este punto será precisamente el que más afecte a los conductores, ya que tendrán que modificar su ruta y desviarse por la carretera Nacional 332, con las consiguientes molestias.

Entre las actuaciones que se van a realizar se incluye la construcción de una nueva salida de emergencia en el lado sur, de forma que en total serán seis las salidas en cada sentido de circulación; y la construcción de galerías para alojar las conducciones y servicios, según explican fuentes del Ministerio.

Drenaje y electricidad

Contará también con un servicio de drenaje paralelo e independiente del de la calzada, así como el refuerzo de la instalación eléctrica con una nueva línea de alta tensión, transformadores y grupos electrógenos.

La obras incluyen la mejora de los equipamientos como la señalización en el interior, el circuito cerrado de televisión o la megafonía, que actualmente cuando se pone en funcionamiento resulta difícil de entender por los conductores.

Y la cubierta: del megaproyecto en 2008 con jardín, carriles bici y pistas de patinaje a senda peatonal

¿Y qué sucede con la cubierta, con los terrenos que hay encima del falso túnel? El PSOE, allá por 2010, presentó un megaproyecto para la franja de suelo de casi dos kilómetros de longitud que marca el límite entre Sant Joan y Mutxamel.

El Consistorio apostó por aprovechar la zona como un espacio polivalente de uso público, lúdico y deportivo que incluía reforestar los bordes, implantar un jardín mediterráneo y equipaciones deportivas como carril-bici, skateboard, circuito de bmx, patinaje o voleibol.

Pero la crisis dejó encerrado en el cajón el proyecto y ahora, de nuevo el PSOE, quiere lograr fondos de la Diputación para construir una senda peatonal.