El protocolo que realiza el Hospital General de Alicante en esta cirugía de trasplante fue reconocido el pasado año como ejemplo a seguir en el XXV Congreso de la Sociedad Internacional de Trasplante Hepático.

P Después de ocho años, se puede decir que es un programa plenamente consolidado...

R Lo principal es que en la cirugía del trasplante hacemos un protocolo especial de vía rápida o manejo rápido de los pacientes, casi a distancia. Se hace el trasplante, inmediatamente se les activa, salen extubados de los quirófanos, están poco tiempo en la unidad de críticos o se van a planta directamente, y sobre la marcha les ponemos a andar, a comer... Tenemos una lista de espera de pacientes relativamente pequeña aunque aún hay, porque no tenemos todos los órganos que quisiéramos. Aún así es una buena cosa que se mantengan las cifras de donación, que siempre ayudan. Quiero dar las gracias a esas familias que en un momento de crisis acaban donando órganos. Además, nuestro protocolo ahorra recursos.

P ¿Qué tipo de recursos?

R Transfundimos a muy pocos pacientes. Solo un 14% reciben transfusiones, lo que se traduce en un ahorro considerable para el banco de sangre. Apenas consumimos recursos, lo que es una buena cosa. Y los que se transfunden necesitan una media de un par de bolsas por paciente, se usan muy poquitas. Son recursos preciados o preciosos y escasos. Es un programa que funciona porque hay muchos servicios implicados. No solo estamentos médicos, también auxiliares, celadores, limpiadoras, porque se necesita que la habitación esté limpia, etc... Y enfermería, que juega un papel importante en el manejo del paciente en todo el proceso.

P ¿Cómo está afectando el covid a los trasplantados?

R El coronavirus afecta a los trasplantados más o menos como a la comunidad general. Hemos participado en la recogida de estudios a nivel nacional sobre pacientes trasplantados con covid-19 y no se han registrado grandes diferencias. Pensábamos que al estar inmunodeprimidos eran más susceptibles a virus, bacterias y hongos, pero no parece que tengan mayor afectación que el resto de ciudadanos. Hemos perdido (por la afección respiratoria) a un par de personas de nuestra serie de trasplantes, lo que quiere decir que la mortalidad del 1% por covid se mantiene entre los trasplantados, o incluso está por debajo de ese índice poblacional.

P ¿Hubo menos trasplantes en lo peor de la pandemia?

R Al copar las unidades de críticos con pacientes por covid no han entrado pacientes donantes, y al no estar las UCI disponibles la cifra de donación bajó catastróficamente. No porque el hospital sea incapaz o tengamos miedo a trasplantar, sino porque no había donantes (la actividad se ha ido recuperando, a pesar de las limitaciones por la crisis sanitaria del SARS-CoV-2, y suman 20 trasplantes, un 13% más que en 2019 hasta octubre).

P ¿Temen que se pueda repetir ese parón en la segunda oleada?

R Teóricamente la situación se ha normalizado pero algunas unidades de hospitalización se han llenado otra vez y podríamos volver a la situación anterior. En todo caso, si tenemos donantes trasplantaremos, y si no, no podremos. No hay más.

P El programa evita al paciente los desplazamientos a la Fe...

R Esto tiene un impacto muy positivo porque ahora se trasplanta mucha más gente de Alicante que antes, y aparte, evita los desplazamientos a València, que está lejos salvo para los pacientes que viven en la Marina Alta. La mayoría son de Alicante o la zona sur de la provincia, con lo que la media de desplazamiento ha disminuido. Esto supone un ahorro considerable de dinero porque en Alicante el trasplante sale más barato.

P ¿En cuánto?

R El programa de trasplantes de Alicante le lleva ahorrado al erario público unos 10 millones de euros, cifra que hemos sacado de una estimación hecha por la Conselleria de Sanidad. Hicimos un estudio económico global echando mano del coste que habían tenido. La Conselleria de Sanidad decía que cuestan 57.000 euros cada uno y a nosotros nos sale a 26.000 euros por paciente, por lo que ahorramos 31.000 euros por cada uno de ellos. Este dinero multiplicado por una media de 33 pacientes que trasplantamos al año es un millón de euros, sin contar el transporte sanitario. En ocho años, con el programa de trasplantes hemos ahorrado entre 8 y 10 millones fijo, contando el transporte sanitario, aparte del alivio, el confort y la seguridad que supone para los pacientes de la provincia.

P ¿Cómo deben cuidarse el hígado los trasplantados?

R No deben recaer en la bebida porque el alcohol se carga el hígado de forma crónica ni en las porquerías que les hicieron tener una enfermedad, como los anabolizantes. Deben cuidarse, asistir a las citas programadas, tomarse la medicación, y una dieta adecuada, porque la obesidad afecta a los trasplantados. Los familiares también deben estar encima.