Una crisis sin precedentes y con consecuencias aún difíciles de evaluar pero que, si nada lo remedia, serán «catastróficas» para la economía y la sociedad civil. La crisis provocada por la pandemia mundial de coronavirus y sus repercusiones sobre el sector turístico fueron ayer el eje del debate sobre el que giró la séptima Jornada de Turismo organizada en Benidorm por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), la Asociación de la Empresa Familiar (AEFA), la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), la patronal turística Hosbec, la Cámara de Comercio de Alicante, la Escuela de Empresarios (EDEM) y la Confederación Empresarial Valenciana (CEV-Alicante), un encuentro que se ha convertido en todo un referente para el sector y que ayer, más que nunca, sirvió para romper una lanza por el turismo y lanzar duros reproches contra el Gobierno central por su gestión de esta crisis.

Los expertos afirman que la mala reputación que ahora tiene España en el exterior será un lastre para la recuperación

Todas las voces que tomaron la palabra, especialmente el presidente de AVE, Vicente Boluda; el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, y el empresario hotelero Kike Sarasola, afearon al Ejecutivo central la falta de un plan de apoyo claro y real para este sector y alertaron de la mala reputación que ahora mismo tiene en el extranjero la marca España, algo que, a su juicio, será un lastre para la recuperación del sector y de los vuelos internacionales. Por eso, entre las múltiples reivindicaciones que se lanzaron ayer en este foro, el control de la situación sanitaria se sitúa como la prioridad para que el país vuelva a ser considerado un destino seguro más allá de nuestras fronteras.

La supervivencia de las empresas es la siguiente reivindicación. Y es que, a tenor de los datos que se pusieron ayer sobre la mesa, el turismo aún tiene por delante «unos años y unos meses muy difíciles», auguró el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda. A nivel nacional, la industria de las vacaciones es la generadora del 14,6% del PIB, provocando un impacto económico de más de 176.000 millones de euros y alrededor de 2,8 millones de empleos directos. La irrupción del coronavirus y, con él, el cierre de fronteras y la limitación de movimientos dentro y fuera de los países a partir del mes de marzo, han provocado que hasta finales de agosto España perdiera 42 millones de turistas extranjeros, de los cuales 15 millones dejaron de venir a la Comunidad Valenciana.

El sector reivindica el control urgente de la situación sanitaria y un descenso generalizado de impuestos

Este desplome de viajeros se traduce en un descenso de la facturación turística de 47.000 millones a nivel estatal y de más de 19.000 millones solo en la Comunidad, donde el turismo es uno de los principales motores económicos. A final de año, según el pronóstico de Exceltur, el sector turístico español habrá generado 56.000 millones menos de divisas. Y, en términos laborales, hasta finales de julio el sector había empleado, en plena temporada alta, a 800.000 personas menos que en el año anterior. «Son datos suficientemente contundentes por si todavía hubiera algún incrédulo que, de alguna manera solapada, ha venido desvirtuando en las últimas semanas la necesidad de que el sector turístico español tenga un acento, una mirada diferente y una atención superpreferente, porque somos un gran sector tractor de la economía, aunque se haya tardado bastante en entenderlo y haya tenido que ser esta pandemia la que lo ponga de manifiesto», lamentó durante su intervención Zoreda.

Los fondos de Bruselas

Para paliar en parte los daños que el sector arrastrará por esta crisis global, que no de modelo, el vicepresidente ejecutivo de Exceltur dijo que será necesario «un plan de choque bestial» de apoyo al turismo, que no se quede únicamente en la prolongación de los ERTE –para «anestesiar la caída del empleo»– o en los préstamos ICO –«que difícilmente podremos devolver con los exiguos márgenes de una actividad empresarial que a saber si en 2021 recuperaremos»–. «Hará falta bajar impuestos, no solo estatales sino también municipales: el IAE, el IBI... Pero también necesitamos liquidez, transferencias directas». Por eso, abogó por que una parte importante de los fondos que lleguen de la Unión Europea para la recuperación vayan a parar al turismo: «Cuando llega el pedrisco u otra catástrofe natural se ayuda a los agricultores y nadie lo cuestiona. Tampoco se cuestionó hace años que había que ayudar a la banca, o hace bastantes más años que había que ayudar a la reconversión de la siderurgia.

Pues ahora es el momento de ayudar a la reconversión del sector turístico español con ayudas directas, como ya está predicando el gobernador del Banco de España, el Fondo Monetario Internacional o la propia OCDE», reclamó Zoreda. Por último, consideró que los bonos que algunos plantean para incentivar la demanda «pueden ser tirar el dinero al río mientras no controlemos la pandemia y el miedo que mucha gente tiene a viajar».

Estabilidad y seguridad

El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, también lanzó duras críticas por la gestión de la crisis y reclamó a las administraciones públicas mayor liderazgo y altura de miras. «La crisis económica que atravesamos nos puede llevar a una crisis social si, como sociedad civil, nos quedamos impasibles ante los constantes intentos de desestabilización institucional, en múltiples ámbitos a los que asistimos casi a diario», manifestó durante su alocución. Por eso, pidió a los políticos que «se centren en trabajar por la cohesión territorial, la paz social y la recuperación económica» y que garanticen «dos de los pilares de nuestro modelo: la seguridad jurídica y la estabilidad».

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Asistentes a la jornada David Revenga

Durante la Jornada de Turismo, que este año llevaba como título «#EresTurismo: Todos somos claves en la reactivación del turismo» y que congregó a un nutrido elenco de empresarios de todos los ámbitos, también se abordaron otras cuestiones, con dos mesas redondas donde se abordó la relación entre música y turismo o entre turismo y emprendimiento.