Era una de las promesas del llamado Pacto del Botànic, la reversión a la sanidad pública de los departamentos privatizados, y el Consell ha querido llevarla a cabo en el primero de la provincia que tiene próximo el fin de la concesión. El Departamento de Salud y el Hospital de Torrevieja, que atienden a 140.000 pacientes en un área sanitaria de diez municipios, pasarán a ser de gestión pública desde el 16 de octubre de 2021. Así lo anunció ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló, quien se desplazó a Torrevieja para comunicar oficialmente lo ya esperado porque lo había adelantado meses atrás, que la Generalitat no prorrogará el contrato a la concesionaria de la gestión del departamento de salud torrevejense, Ribera Salud, controlada por el fondo estadounidense Centene Corporation «en base a reforzar la sanidad pública, mejorar su calidad, eficiencia y universalidad», dijo la consellera. Sanidad debía comunicar un año antes a la empresa la extinción del contrato que firmó el 15 de octubre de 2006 por 15 años, hasta 2021, en el caso de que no prorrogara la concesión, como finalmente anunció ayer y hoy trasladará oficialmente a la mercantil esa decisión para iniciar el proceso de reversión a la gestión pública.

Barceló, que insistió en su discurso en que solo le mueven criterios de «eficiencia» y no políticos, justificó la liquidación de la primera concesión sanitaria de la provincia «en coherencia con el compromiso de este gobierno por la recuperación de los servicios públicos, cuya gestión fue en su día privatizada», recordó, y por «el compromiso adquirido por el Gobierno del Botànic II. El PSOE y Compromís se comprometieron en la firma del pacto de gobierno a revertir a la gestión pública, al finalizar los contratos, todos los servicios que fueron privatizados. Los socios de los socialistas han sido quienes han metido más presión para que se anunciara la extinción del contrato con Ribera Salud, sobre todo tras varias declaraciones ambiguas en los últimos meses por parte del jefe del Consell, el socialista Ximo Puig, sobre la reversión de ese departamento de salud. Compromís se ha mantenido firme en sus pretensiones y la consellera de Sanidad también, incluso anunciando que se pondría fin al contrato el pasado enero en Las Cortes. «El sistema sanitario valenciano debe estar cohesionado (...) la administración tiene todo el derecho de, finalizado el contrato, pasarlo a gestión pública porque creemos que podemos mejorar la calidad y creemos que los beneficios no deben de ir a un accionariado sino a los ciudadanos», señaló ayer Ana Barceló.

La Conselleria abre así el proceso de reversión que durará un año y que comenzará oficialmente hoy con la remisión a la gestora, Ribera Salud, de la notificación oficial de que no se va a acudir a la prórroga del contrato. Sanidad pedirá a la concesionaria, que deberá seguir prestando el servicio hasta octubre de 2021, toda la información sobre el personal y los servicios que presta «para hacer una radiografía, una foto fija, de cómo está el departamento para planificar su futuro» y por los «vasos comunicantes», dijo, entre esa concesión y la que tiene Ribera Salud en el departamento del Vinalopó de Elche y Crevillent.

Sin más detalles

En este sentido, Ana Barceló no dio detalles sobre cuál será el modelo escogido para la reversión, si se hará igual que se hizo con el Hospital de La Ribera en Alzira, la primera de las concesiones que recuperó el gobierno autonómico, o la figura jurídica para la subrogación de los 1.400 trabajadores, de los que solo 54 son estatutarios, y el resto laborales. Es decir, si se seguirá el modelo de Alzira y se subrogará a los trabajadores como personal laboral indefinido a extinguir o se creará una empresa pública. A pesar de las insistentes preguntas de los medios en este sentido, dejó en el aire el cómo se hará la reversión y solo anunció que abrirá ahora un cauce de diálogo con los trabajadores -a pesar de que el comité de empresa lleva meses reclamándolo- «para buscar la fórmula para seguir contando con este capital humano».

Miembros del comité de empresa y trabajadores del Departamento de Salud acudieron al Auditorio Internacional, lugar escogido por la conselleria para hacer el anuncio, donde protagonizaron un tenso momento al dar la espalda a la consellera Ana Barceló mientras intervenía ante los medios de comunicación para anunciar el fin de la concesión a Ribera Salud. Los profesionales, con su vestimenta de trabajo, se marcharon una vez finalizó la comparecencia, aunque algunos de ellos se reunieron después con Barceló, quien tampoco les despejó las dudas que tienen sobre su futuro laboral. «Pensamos que somos un modelo de salud responsable y pensamos que no se valora lo suficiente, pedimos a la Conselleria que no se revierta porque creemos en este modelo», señaló Cristina González, supervisora de Rehabilitación del Hospital de Torrevieja tras el plante de los trabajadores, quienes reprochan que la conselleria no haya contado con ellos antes de tomar la decisión anunciada ayer.

La comparación con Alzira

Ana Barceló quiso responder a quienes hablan del «desastroso» ejemplo de la reversión que se hizo en Alzira (que estaba gestionado también por Ribera Salud) y la inevitable comparación que salió a colación, asegurando que desde que se revirtió aumentó el personal y el número de pruebas y bajaron «las quejas de los usuarios», dijo.

La actual gerente del Departamento de Salud de Torrevieja, Eva Baró, criticó duramente la decisión de Sanidad, y dijo que «hoy -por ayer- es un día muy triste para los ciudadanos y profesionales del Departamento de Salud de Torrevieja» porque «existen ejemplos cercanos y recientes que demuestran que estas reversiones a la gestión pública directa no hacen más que empeorar las condiciones laborales de los profesionales y la calidad de la asistencia que reciben los ciudadanos». Baró tachó de «incomprensible» la decisión de Sanidad que aseguró «no se justifica ni por términos de eficiencia, ni por términos de calidad, ni por lo más importante, por los resultados de salud en la población», en referencia a las explicaciones dadas por Ana Barceló y recordó que existen auditorías e informes como el del Síndic de Comptes de la Generalitat, que avalan que Torrevieja es el departamento de salud con menos lista de espera de la Comunidad Valenciana, con mayor esperanza de vida o con mayor inversión por habitante. La consellera señaló, por su parte, que esos informes «no tienen en cuenta ciertas premisas» y tachó de «absurdo» comparar una mepresa privada con la administración pública.

Ribera Salud se ha enfrentado a Sanidad en los últimos meses. Hace unas semanas realizó test serológicos a un millar de profesores de Torrevieja a pesar de la oposición de la Conselleria, que recibió el revés del TSJCV que avaló a la empresa privada. Antes, desafió a Sanidad presentando un plan de inversiones de 40 millones hasta 2026 en el caso de que se prorrogara su concesión. El Departamento de Salud atiende a los municipios de Torrevieja, Guardamar del Segura, Rojales, Pilar de la Horadada, San Fulgencio, Benijófar, Formentera del Segura, San Miguel de Salinas, Los Montesinos y Orihuela (en este caso a su litoral).