El pleno del Consell aprobó ayer la puesta en marcha del Bono-Viaje, una subvención económica del 70%, hasta un máximo de 600 euros, para impulsar los viajes por la Comunidad Valenciana durante la temporada baja. Pueden beneficiarse las personas residentes y empadronadas en la Comunidad durante tres periodos temporales, entre lo que queda de 2020 y 2021, a partir del próximo martes. Se excluyen abril, mayo, junio, julio y agosto, meses en los que el bono no será válido. La iniciativa trata de incentivar los viajes para amortiguar la crisis que ha provocado en el turismo la pandemia del covid, que ha acabado hasta con el Imserso.

El bono tiene un presupuesto de 14,3 millones de euros. Cuatro millones trescientos mil euros para el periodo del 20 de octubre al 31 de diciembre de este 2020, y partir de ahí, cinco millones para el periodo del 1 de enero al 24 de marzo, y otros cinco millones del 13 de octubre al 31 de diciembre de 2021.

Para disfrutar de este programa, hay que preinscribirse de manera telemática y a través de una herramienta desarrollada por Turisme Comunitat Valenciana, o bien en los alojamientos turísticos o agencias de viajes adheridos al programa. Los 14,3 millones están condicionados a la existencia de crédito adecuado y suficiente en la Ley de Presupuestos de la Generalitat. El importe de las ayudas cubrirá el 70% de los viajes, hasta 600 euros por subvención. El bono es una apuesta para potenciar el primer mercado turístico para la Comunidad -alicantinos, valencianos y castellonenses- , con una cuota del 62,8% del total del mercado nacional y más de 10 millones de viajes en 2019.

La inscripción no es la solicitud de ayuda. Para pedirla habrá de formalizarse una reserva en establecimientos de alojamiento turístico o agencia de viajes adheridos en el plazo de 7 días naturales desde la remisión de la comunicación correspondiente por Turisme.Si no se formaliza la reserva en el plazo señalado, se anulará la inscripción, según avanzó ayer la vicepresidenta Mónica Oltra.

La puesta en marcha de este bono llega en un momento crítico para el sector turístico, que vive el peor año de su historia personificado esta semana en el turismo de golf, también machacado por el covid, según recordó ayer Ángel Llopes, gerente de la Asociación de Campos de Golf. Las restricciones a los viajes impuestas en toda Europa para intentar contener el impacto del covid ha hundido la actividad en los 20 campos de golf de la provincia de Alicante, que se han quedado sin el 70% de los jugadores, ya que el 75% son turistas extranjeros, que vienen a la Costa Blanca a practicar su deporte favorito generando un impacto económico de 500 millones de euros y manteniendo 6.259 empleos. Los clubs aguantan a duras penas con los jugadores locales y algunos extranjeros residentes, pero la crisis es grave. Ángel Llopes, gerente de la asociación provincial reclama, en este sentido, al Gobierno que incluya a los campos alicantinos en el proyecto para crear corredores aéreos seguros y desde la asociación se reclama al Consell que reconozca al golf como una actividad turística, porque de no ser así los clubs no podrán acceder a las ayudas europeas.

El origen de los jugadores explica la magnitud de la crisis, ya que el 40% de los turistas de golf llega el Reino Unido. El turismo golf beneficia a otros subsectores turísticos, pues de los 500 millones de euros de ingresos, 58 millones corresponden a alojamiento en hoteles y apartamentos,. 50 millones en restaurantes, 40 millones en comercios y 32 millones en alquiler de vehículos. Llopes denuncia que «es una agravio tremendo que siendo el 75% de nuestros jugadores turistas que no residen en la provincia, el turismo de golf no esté considerado como una actividad turística».

Ahora mismo, los veinte campos de golf de la provincia se nutren de aficionados alicantinos y de unos pocos extranjeros que tienen su segunda residencia en la Costa Blanca, y se han quedado en la provincia a pasar el invierno.

Según los datos de un estudio de la Cámara de Comercio el turismo de golf posibilita todos los años genera 335.000 pernoctaciones hoteleras y 58 millones de facturación. Sostiene 6.300 empleos y representa el 0,7 del PIB de la provincia de Alicante.

El gran problema ahora mismo, es la falta de consideración como empresas turísticas, incluso dentro de la Comunidad, lo que les impide poder recibir ayudas de la Comisión Europea. La temporada alta arranca este mes y está muy condicionada por la cuarentena en el Reino Unido- , ya que el 40% de los jugadores llega desde Gran Bretaña.