La limitación máxima de cinco animales de compañía por vivienda, la prohibición de exhibir mascotas en escaparates comerciales para la venta, o el establecimiento de una tasa municipal por la tenencia o cría de gatos y perros son algunos de los pilares sobre los que pivota la futura Ley de Protección de Animales de Compañía de la Comunitat Valenciana. El anteproyecto, que fue aprobado ayer por el Pleno del Consell, establece además el «sacrificio cero», la erradicación del abandono y el fomento de la adopción «como uno de los fines más importantes» de la norma.

Como prohibición expresa figuran el sacrificio sin eutanasia, el maltrato y hacer donación de animales como premio, reclamo publicitario, recompensa o regalo de compensación por otras adquisiciones de naturaleza distinta a la transacción onerosa. Tampoco estará permitido venderlos o donarlos a menores de 18 años y a incapacitados jurídicamente. Igualmente, se impide la utilización en espectáculos, peleas, fiestas populares y otras actividades que impliquen crueldad, maltrato o puedan ocasionar lesiones o incluso la muerte. Y no podrán tirar de carruseles.

El texto normativo recoge también la extinción de la modalidad deportiva del tiro al pichón en sus distintas especialidades y otras aves, así como los espectáculos circenses con todo tipo de animales. Especifica en ese punto que se trata no solo de los de compañía, englobando a los de producción, fauna silvestre y los salvajes. 

De hecho, explicita la prohibición de tenencia y comercialización de primates o grandes felinos por motivos de seguridad, de bienestar y para evitar el maltrato. En el caso de los primates, por el riesgo contrastado de transmitir enfermedades dada la analogía con el ser humano.

Las entidades locales dispondrán de un año para desarrollar o adaptar sus ordenanzas a la normativa autonómica, una vez entre en vigor. Los ejemplares de especies prohibidas adquiridos con anterioridad a la ley podrán ser mantenidos por sus propietarios, aunque para ello se deberá informar sobre su titularidad a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica en el plazo máximo de seis meses. 

Para la titular del ramo, Mireia Mollà, se trata «de una de las leyes más avanzadas» en territorio nacional, cambiando el carácter posesivo vinculado a los términos dueño o amo por el de persona responsable al reconocer que las mascotas «son seres sensibles con identidad, autonomía intrínseca e individualidad».

Demanda municipal

El anteproyecto de ley, elaborado por el departamento de Mollà, expone en la justificación de motivos que se da amparo legal a las demandas del municipalismo en cuestiones como la cantidad de animales por casa. «Sin perjuicio de que las ordenanzas municipales puedan fijar un número inferior al limite de cinco, los ayuntamientos podrán ampliar mediante autorización expresa el máximo señalado», según las disposiciones adicionales. Y concreta que se atenderá a las condiciones de espacio de los domicilios y a través de las ordenanzas se podrá subir la ratio de acuerdo al planeamiento urbanístico.

Entre las exclusiones de la ley figuran los animales utilizados en espectáculos taurinos y en festejos tradicionales autorizados. También deja fuera a los de producción, incluidos la acuicultura, piscicultura y las especies cinegéticas, así como los utilizados con fines experimentales o los asilvestrados. No se permitirán más las mutilaciones excepto las precisas por necesidad médico quirúrgica siempre en beneficio de la salud del animal, que en todo caso serán realizadas y justificadas por un veterinario. Como prohibición figura, además, dejar animales en vehículos estacionados, o al sol sin protección ni ventilación.

Ordenanza animales