Ni Maisonnave, que llegó a ser la sexta avenida comercial más cara de España para alquilar un local (a 1.440 euros el precio del metro cuadrado), ni la calle San Francisco, que vivió un renacimiento con implantación de nuevos negocios a raíz de su tematización con setas, resisten a la crisis económica que llega de la mano del covid-19 y sufren cierres de negocios con un incremento de los locales ofertados en alquiler o venta que no pasa desapercibido, en lo que tiene que ver mucho la falta de turismo por la pandemia. El Colectivo de Comerciantes advierte del riesgo de destrucción del 30% de este tejido empresarial, 1.200 negocios de pequeño comercio, pero a otros formatos la crisis también les afecta.

En la exclusiva avenida donde se implantan los dos edificios de El Corte Ingles en Alicante hay cinco locales comerciales vacíos disponibles y un sexto que se va a quedar libre por el próximo traslado a otra ubicación de la emblemática firma de telas Julián López, algo que sorprende a las inmobiliarias: hasta ahora en Maisonnave había lista de espera y los locales que iban a quedar vacíos por cese de actividad o finalización de contrato se reabrían en días. Según inmobiliarias consultadas, era habitual apalabrar un nuevo alquiler en cuanto se comunicaba que iba a cerrar un negocio, a veces hasta tres meses antes de que fuera efectivo. Sin embargo, algunos llevan casi todo el año vacíos y disponibles, y otros a raíz de la pandemia, que ha complicado enormemente el que tengan salida por los elevados precios. Aunque a años de luz de los valores desorbitados anteriores a la crisis económica de 2008, Maisonnave sigue siendo la calle comercial más cara de Alicante, a 100 euros m2.

«En los 27 años que tengo la tienda nunca había visto un local comercial en Maisonnave que tardara más de una semana en alquilarse, y dos meses en las calles adyacentes, como Serrano, Pintor Cabrera o General Lacy. Ahora llevan casi todo el año», apuntó el vicepresidente de la asociación, Álvaro Luna. Regenta una joyería a pie de calle, y describe una preocupante realidad. «Lo que conocíamos a nivel comercial en esta zona de Alicante tardará años en volverse a ver, tanto en Maisonnave, que atrae al cliente extranjero, como en las calles adyacentes, donde vienen a comprar desde otros puntos de la provincia. No sé si volveremos a los niveles de ventas que teníamos».

La tienda de tejidos Julián López deja la avenida y se marcha a General Lacy. PILAR CORTÉS

Los comerciantes apremian a los propietarios de locales a bajar los precios del alquiler por encima del 30%, porcentaje en que ya se están depreciando en la ciudad. «Nadie cierra por gusto porque un negocio supone una inversión, arreglar el local, etc...pero en todas las calles comerciales de la zona está habiendo cierres, entre ellos de tres negocios que llevaban mucho tiempo. Las aperturas tampoco tienen fuerza, están paralizadas, salvo alguna muy puntual», explica el portavoz de la asociación, que en las casi tres décadas de actividad que lleva a sus espaldas no había sido testigo de una destrucción de tejido comercial tan rápida como ahora, ni en la crisis de 2008.

Entre los locales disponibles en Maisonnave hay dos de grandes dimensiones donde había sucursales bancarias; un local en esquina de una antigua tienda de bolsos y maletas; otra esquina en la acera de los impares donde estaba una firma de moda masculina, ahora mismo en obras de acondicionamiento para ponerlo de nuevo en el mercado; y en los pares recientemente cerró una zapatería y el local se ofrece en alquiler.

Para las inmobiliarias es chocante ver tantos locales vacíos en Maisonnave. «Los que han cerrado ahora no iban bien, estaban aguantando. La pandemia ha sido el remate. Las rentas que se piden son muy altas y la gente no puede hacer frente a ellas porque también hay que pagar a los trabajadores, el agua y la luz», apunta María Coll, agente en uno de los mayores grupos inmobiliarios de Alicante, Casamayor. No obstante, la asesora destaca que este hecho no convierte a Maisonnave en lo que no es, puesto que sigue siendo la calle más comercial. «Las grandes marcas que pueden asumir precios de entre 90 y 100 euros el metro cuadrado no pierden el interés», afirma. No obstante, son conocedores de inquilinos de locales comerciales a pie de calle que han pedido a los propietarios un ajuste temporal de las rentas sobre contrato del 30% y el 40%. «Hay marcas que no dependen tanto de que entren clientes a comprar sino que funcionan con la venta online y quieren estar en Maisonnave porque es una calle principal, no por lo que vendan a pie de calle. Que hayan negociado con los propietarios sí pero no desean marcharse».

La próxima que dejará la avenida es la firma de tejidos Julián López, que, tras 25 años, se traslada a General Lacy 10, donde estuvo una franquicia de muebles, y deja su local en Maisonnave; por tanto otro que se queda vacío. Desde la firma, que primero estuvo en la Rambla, donde abrió en 1970, explican que necesitaban más metros cuadrados pero que siguen apostando por la zona, porque la consideran la más importante del comercio alicantino. Por este motivo, la nueva tienda estará muy cerca de la actual. «Sobre la gran duda del futuro de Maisonnave, bajo nuestro punto de vista seguirá siendo la calle que ha sido todos estos años. Es una de las cinco más importantes de España, y la más importante de Alicante. Por lo que nuestra perspectiva de futuro es positiva: la historia demuestra que los seres humanos somos capaces de pasar las crisis y crecernos ante la adversidad, y esta crisis no será una excepción».

La difícil situación que vive Maisonnave no es exclusiva de la avenida más comercial de la ciudad. En la popular «calle de las Setas» se acumulan una decena de locales cerrados, lo nunca visto en los últimos años, cuando la tematización de la calle supuso un impulso para el tejido comercial. «Han cerrado negocios de todo tipo, desde zapaterías, de ropa infantil, de complementos y también locales de hostelería», explica Juan Utrera, presidente de la asociación de comerciantes Más Que Centro, quien lamenta los «insoportables» alquileres (que rondan los 1.500 euros de media en la calle San Francisco) y la caída de visitantes por la pandemia: «Hay menos compras porque hay menos flujo de personas, sobre todo de turistas que son importantes para los negocios de esta zona. Está siendo un año muy complicado. Los que seguimos abiertos vivimos con incertidumbre».

En la calle, en los últimos meses, han cerrado o están a punto de hacerlo ocho locales y hay otro que ya ha decidido que también bajará definitivamente la persiana en breve. En ese escenario, los comerciantes exigen ayudas directas a las administraciones, como un «bono» para fomentar las compras en la zona, tal y como sucede en Murcia, según explican desde la asociación. «Que pongan pronto las luces de Navidad, como ha pasado este año, está muy bien, pero ya no es suficiente. Necesitamos que apuesten por el comercio o habrá pronto cierres masivos», urgen desde Más Que Centro.

La calle San Francisco, más conocida como de las Setas, también sufre destrucción en su tejido comercial y cierre de locales. rafa arjones

Un 60% menos de facturación en calles comerciales

Los negocios, que hacían el mayor volumen de ventas los viernes y sábados, ingresan ahora más en el arranque de semana

Entre el 40% y el 60% de caída en la facturación este año. Es la realidad de los comerciantes de las calles próximas a Maisonnave, potentes vías comerciales hasta la pandemia a rebufo de la céntrica avenida, que apenas resisten al envite económico actual. La mayor caída se produce en negocios de las calles Pintor Cabrera, General Lacy o Serrano, donde además han cerrado más de una decena de establecimientos en los últimos meses. Estos negocios no han aguantado, cerraron con el estado de alarma y después algunos no reabrieron.

Se trata del balance que realiza la asociación de comerciantes de Maisonnave y adyacentes, que da cuenta de otro fenómeno aparejado al covid: el cambio en los hábitos de compra. Si tradicionalmente los días más fuertes en ventas eran los viernes por la tarde y los sábados, actualmente el mayor negocio se realiza en el arranque de la semana. Como indicador, el vicepresidente de la asociación, Álvaro Luna, cita los aparcamientos. Los sábados a las 10.30 horas de la mañana registran hasta 550 plazas libres y en los días laborables 300 plazas cuando antes a esa hora estaban llenos. 

«Se está aguantando un poco más con los ERTE, pero estamos viendo que para 2021 tendremos el covid real y el económico». Los comerciantes opinan que las obras de asfaltado en Maisonnave tampoco ayudan ahora mismo a impulsar el comercio.