El alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, anunció ayer que la Policía Local reforzará su dispositivo para hacer frente al aumento de visitantes de municipios vecinos. Lo hizo a preguntas de los periodistas tras detectarse un incremento de ilicitanos en la capital alicantina el pasado fin de semana a raíz de la entrada en vigor de restricciones por el aumento de casos de covid en Elche. «Me da igual que una persona que esté consumiendo sea de dónde sea, lo que sí vamos a reforzar serán los controles de alcoholemia para evitar que los traslados en coche no generen más problemas de los que hay. Vamos a reforzar el dispositivo de seguridad. También se reforzará el dispositivo para que se mantenga la distancia de seguridad y se vigilará el control horario», señaló.

La polémica surge después de que el concejal de Seguridad, José Ramón González (PP), alertara de que se había detectado, especialmente en la noche del sábado, a grupos incumpliendo las distancias, que la Policía comprobó que procedían de Elche. Desde la concejalía señalaron que los agentes observaron un aumento de grupos en lugares del centro donde hasta ahora no se daban este tipo de aglomeraciones. De hecho, el concejal de Seguridad admitió que se tuvo que reforzar el dispositivo en el entorno de Castaños. También se detectó la llegada desde Elche de pandillas para hacer botellón, que fueron sancionadas. 

"Pido lealtad entre instituciones. ¿Los 30 botellones hace dos semanas en el Cabo de la Huerta eran de Elche?

Ramón Abad - Concejal de Seguridad de Elche

En respuesta, el concejal de Seguridad de Elche, el socialista Ramón Abad, cargó ayer contra su homónimo de Alicante, el popular José Ramón González, tras asegurar este domingo que le «preocupaba» las consecuencias para Alicante del posible efecto llamada por las restricciones impuestas por la Generalitat en Elche. «No es bueno utilizar la política en momento de pandemia y también sería aconsejable un poco más de prudencia por parte del concejal de Seguridad de Alicante a la hora de hacer estas declaraciones. La ciudad de Elche es muy responsable», defendió ayer el socialista tras alertar el popular de «aglomeraciones» en la principal zona de ocio en Alicante coincidiendo con las limitaciones a la hostelería en la ciudad ilicitana: «Elche ha tenido un mes de agosto, el de sus fiestas, sin prácticamente ninguna celebración. Ha ascendido su equipo y no ha salido a la calle. Que en seis horas de medidas el edil de Seguridad de Alicante haga estas valoraciones... creo que hay que usar el principio de prudencia». 

Además, el socialista Abad insistió ayer que hace tres semanas se tuvo «constancia» -a su juicio-de que «la calle Castaños estaba llena de gente, con grandes aglomeraciones» de personas pese a la pandemia por el covid. «¿Entonces qué era, la gente de Elche la que se concentraba allí? Hace dos semanas tuvo que ir la Policía de Alicante, que está haciendo un enorme trabajo, a abortar más de treinta botellones en el Cabo de la Huerta. ¿Era gente de Elche o también era gente de Alicante? Pido máxima lealtad entre instituciones, sobre todo entre municipios vecinos y no hacer utilización política de la pandemia», añadió ayer el concejal socialista en respuesta a su homólogo popular. 

"Vamos a reforzar los controles de alcoholemia para evitar que los traslados en coche no generen más problemas de los que hay"

Luis Barcala - Alcalde de Alicante

En cuanto al cumplimiento de los ilicitanos de las nuevas medidas restrictivas impuestas por el Consell, el edil señaló que durante el fin de semana se han impuesto 531 sanciones por parte de la Policía Local de Elche, una cifra «ligeramente inferior» a la registrada semanas atrás. Las más numerosas han sido por no llevar mascarilla (282), seguidas de las de practicar botellón en la vía pública (113). En cuanto a la distancia social, se realizaron 53 sanciones por no cumplirla o por detectar reuniones de más de seis personas. También se sancionó a 43 locales por incumplir el horario de cierre. Otras 12 multas por desobediencia y 28 por otros incumplimientos completan la lista.

Policías de Alicante, este pasado fin de semana, en una zona de ocio. A la derecha, la Policía informa a locales de ocio de las nuevas restricciones horarias en Elche, el viernes.

A vueltas con las licencias

Al margen de la polémica política entre Alicante y Elche por la llegada este fin de semana de ilicitanos a la capital de la provincia pese a las restricciones en la ciudad de las palmeras, el alcalde Barcala volvió a reclamar a la Generalitat Valenciana que articule las medidas necesarias para que los locales de ocio -que están con la persiana bajada en toda la Comunidad desde mediados de agost- puedan abrir las terrazas. «En Alicante, se tendría que permitir la actividad de locales de ocio nocturno», manifestó Barcala tras un acto en el Ayuntamiento, en el que se mostró a su vez preocupado por la llegada de ilicitanos a la capital y reclamó «responsabilidad» a la gente. «Reivindicamos que se module por territorios porque se dan situaciones absurdas como las del pasado fin de semana. Hay territorio donde se dan medidas restrictivas y por arreglar un problema se complican más las cosas», apuntó Barcala, que no concretó sus reivindicaciones, aunque rechazó que la solución sean los confinamientos parciales. 

Mientras Barcala mira a València, desde el sector del ocio nocturno llevan semanas reclamando al bipartito que pongan en marcha una fórmula para que los locales del Centro Tradicional y el Casco Antiguo puedan abrir con licencia de cafetería -como el resto de la ciudad- sin tener que renunciar de manera permanente a su permiso de pub o discoteca. Barcala, a esa pregunta, delegó la solución en la Conselleria de Justicia, permitiendo que las licencias sean compatibles.