Expertos del sector inmobiliario auguran que el cambio climático provocará un aumento del precio de la vivienda en el futuro, debido a la necesidad de proteger, por ejemplo, la primera línea con suelos «seguros» y atractivos, blindados contra las inundaciones. Suelos que incrementarán su valor, según sostiene Raúl García Rodríguez, de Real State, y asesor de las Naciones Unidas en vivienda, que ha participado en una jornada sobre vivienda organizada por Provia y la cátedra para la Transformación del Modelo Económico de la Universidad de Alicante. 

Raúl García advierte de que la tendencia actual en la construcción pasa, también, por buscar soluciones tecnológicas para reducir la producción de gases de efecto invernadero. En cuanto a cómo ha influido el confinamiento en la demanda de vivienda, García ratifica que el covid han hecho que ahora se valore más el contar con espacios abiertos, luz natural y aire libre. De hecho, los promotores advierten que se está produciendo un éxodo de las ciudades a los pueblos y localidades más pequeñas, y por la disponibilidad de poner en práctica el teletrabajo.

Para Raúl García, las repercusiones del cambio climático son varias, y nos afectarán de manera diferente en los diferentes ámbitos de la actividad inmobiliaria. Lo más evidente, y ya desgraciadamente experimentado, son las catástrofes climatológicas como inundaciones, tormentas, que provocan que ciertas zonas costeras, en riberas de ríos o incluso en lugares que hasta ahora no habían sufrido esas consecuencias, dejen de ser viables para vivir, trabajar e incluso cultivar, reduciendo el espacio vital y tensando aún más el mercado de suelos seguros. 

«Lo cual tendrá, seguramente, una influencia directa en el precio del suelo, que a su vez se traducirá en incrementos de precio de compra en los lugares más seguros en contraposición al detrimento de valor para los menos seguros. Por otro lado, esos riesgos aumentarán el coste de capital disponible, cuando lo haya, y los costes de mantenimiento, así como los relacionados con el de desarrollo de nuevas y mejores infraestructuras resistentes y adaptadas al cambio climático», subraya Raúl García.

En cuanto a la necesidad de reducir la huella de carbono, García recuerda que en los desarrollos urbanos y de infraestructuras es imperativa ya a la hora de desarrollar proyectos. «La sociedad es cada vez más consciente de la necesidad de tener edificios y desarrollos urbanísticos energéticamente eficientes, principalmente por los ahorros debidos a su bajo consumo de energía, pero también por los ahorros de otro tipo de recursos como el agua. La tendencia actual está enfocada a la aplicación de soluciones tecnológicas en las fases de construcción y uso que ayuden además a reducir la producción de gases de efecto invernadero y otros tipos de polución como los desechos y basuras».

Los promotores tienen claro también que el comprador de una vivienda exige ahora que sea sostenible. «La sostenibilidad no se opone, impide o reduce el uso del espacio, sino que lo mejora haciéndolo viable para un uso mejor, menos agresivo con el medio, y más longevo. En un futuro muy cercano veremos también como cada vez se adoptan más innovaciones para aumentar la vida útil de los inmuebles y su valor como objeto de inversión».

«Se incorporarán cada vez más sistemas innovadores para aumentar la vida útil de los inmuebles»

RAÚL GARCÍA - REAL STATE. ASESOR DE LA ONU

La provincia de Alicante pasa por ser la Florida europea por sus horas de sol y buen clima. Junto a Málaga es la zona del estado con más residentes extranjeros. ¿Están preocupados por el cambio climático, que los expertos aseguran alterará para mal el confort climático? «Todos, no solo los extranjeros, debemos estar preocupados por la falta de confort que acarrea el cambio climático. Quizás los residentes extranjeros que han decidido trasladarse a zonas más cálidas estén frustrados por las catástrofes climáticas relacionadas con inundaciones y tormentas inusuales, pero en sus países de origen también están sufriendo consecuencias de dicho cambio climático y hay ciertos activos como las horas de luz y la cultura local que siguen siendo igual de atractivos para ellos», subraya Raúl García.

Primero fue el cambio climático pero la pandemia del covid ha cambiado también la demanda y existe un nuevo nicho de mercado en Alicante debido a sus condiciones climáticas. Vamos, que en caso de confinamiento se está mejor frente al mar. Algo de lo que son también conscientes los expertos. «El confinamiento nos ha hecho a todos valorar la disponibilidad de espacios abiertos, luz natural y aire libre, de hecho se está produciendo un éxodo desde las ciudades a pueblos y localidades más pequeñas debido a este hecho y a la disponibilidad de poner en práctica el teletrabajo».

Los promotores inmobiliarios aseguran que los edificios son cada vez más sostenible. «Es necesario. Los que dan las licencias lo deben implantar. El desarrollo de actividades sostenibles es el futuro sí o sí», sentenció el ponente en la jornada de Provia.