El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), aprovechará el estado de alarma, decretado este fin de semana por el Gobierno central, para sacar adelante el millón de euros de ayudas a la hostelería y el comercio sin necesidad de contar con el aval de la oposición. Barcala no incluirá finalmente ese millón de euros en la cuarta modificación de créditos del Presupuesto de 2020 y lo aprobará por decreto, según han confirmado fuentes municipales tras deslizarlo el propio Barcala durante la Junta de Portavoces de este mediodía. Así, no necesitará la abstención de al menos un grupo de la oposición, que por ahora no tenía garantizada ante el rechazo por diferentes motivos de toda la izquierda y también de Vox, que ya anunció que votaría "no" en pleno.

El millón de euros prometido a la hostelería y al comercio, de un paquete de ayudas del que se saca finalmente al sector cultural, se sacará a partir de ahorros y otros ajustes contables, según fuentes municipales. Las ayudas generan dudas en el sector, que considera la cantidad de insuficiente. "El Ayuntamiento de Alicante va a tramitar de forma inmediata la ayuda comprometida con el sector hostelero y comercial y recurrirá a la firma de un decreto por parte del alcalde, Luis Barcala, para que la disposición del millón de euros sea prácticamente inmediata y no se tenga que esperar a la tramitación de la cuarta modificación de créditos", han explicado desde el bipartito. 

Las prisas de Barcala por aprobar las ayudas a los hosteleros chocan con la lentitud en tramitar la cuarta modificación de créditos, que el alcalde anunció que llevaría a pleno a principio de agosto. Sin embargo, tras un verano sin movimientos, la negociación con la oposición no se retomó hasta principios de septiembre y no prosiguió hasta principios de octubre. Ahora urge aprobar la partida presupuestaria para las ayudas porque deben tramitarse antes de finalizar el año.

De esta forma, la modificación de créditos no contará con esa partida de un millón de euros, aunque por su parte incluirá diez millones de euros más por exigencia del interventor municipal, que ha obligado al equipo de gobierno de PP y Ciudadanos a introducir los aproximadamente seis millones de déficit del transporte urbano con motivo de la pandemia y los cuatro millones euros de una reciente sentencia de carácter urbanístico por la expropiación de unos terrenos en contra de los intereses del Ayuntamiento. Esas dos grandes partidas se financiarán con el remanente de tesorería.

Así, mientras las ayudas a la hostelería y el comercio se aprobarán por decreto -una fórmula a la que recurrió Barcala durante el inicio del estado de alarma para hacer frente, por ejemplo, a las ayudas sociales de urgencia-, sigue en el aire si la modificación de créditos se abordará en el pleno de este jueves. En ese proyecto de la Concejalía de Hacienda se incluían, entre otras partidas, un millón de euros para la compra de material sanitario y otro millón de euros para el refuerzo de la limpieza en los colegios por la pandemia, entre otro asuntos. Tras sacar los 365.000 euros previstos para las ayudas en ese cambio del Presupuesto (una cantidad que se iba a completar con 635.000 euros de ahorros) y añadir los diez millones de euros, todo apunta a que el ajuste de las cuentas rondará los trece millones de euros.