Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El ruido en Castaños baja por el covid, pero continúa superando lo recomendable

Los sonómetros detectan una caída de los registros en el epicentro del tardeo, aunque los picos siguen alcanzando los setenta decibelios

Mesas llenas en el entorno de Castaños un sábado de este mes, durante el tradicional «tardeo».

Las medidas restrictivas sobre el sector del ocio decretadas por la Generalitat por el covid han contenido el ruido en el entorno de Castaños, aunque los sonómetros instalados en el epicentro del tardeo siguen registrado los sábados picos que rondan los setenta decibelios, cifras que superan el umbral de bienestar que la Organización Mundial de la Salud sitúa en los 45 puntos. En esa zona, antes de estallar la pandemia por el coronavirus, una jueza ordenó al bipartito que declarase como ZAS (Zona Acústicamente Saturada) el entorno de Castaños.

Los registros tras el verano, cuando el ocio suele regresar de la zona de playas al entorno de Castaños, evidencian que el ruido nocturno se ha reducido una media de entre cinco y diez puntos respecto a las cifras de hace justo un año en los tres aparatos situados a lo largo de la calle Castaños. Sin embargo, los registros más elevados siguen rebasando la barrera de los setenta puntos, lejos de las recomendaciones oficiales.

En el sonómetro instalado entre las calles Castaños y Pascual Pérez los picos registrados han bajado hasta seis puntos, pasando de una media de 71 decibelios entre septiembre y octubre de 2019 a unos 64 en el mismo periodo de este año 2020, marcado por la pandemia de coronavirus, que ha forzado el cierre de pubs y discotecas, además de limitar horarios nocturnos y el aforo de las terrazas en los locales de hostelería abiertos.

En el sonómetros ubicado en el entorno del cruce de Castaños con la calle San Ildefonso, ya en pleno corazón del tardeo, los registros siguen siendo más elevados, aunque el obligado cierre de locales por tener licencias de pub o discoteca y la obligatoriedad de cumplir la distancia de seguridad también han contenido el ruido. En este caso, el sonómetro ha pasado de registrar una media de 75 como cifras más elevadas a valores que rondan los 71 puntos. Cifras muy similares se se siguen dando en el otro aparato de la calle más emblemática del tardeo alicantino, que está ubicado algo más abajo, cerca de la bocacalle de Villegas. Allí se registraba, de media, picos de hasta 76 decibelios entre los meses de septiembre y octubre del pasado año, mientas que ahora se llega a superar por poco los setenta puntos.

Eso sí, entre las novedades forzosas en el registro de datos resalta que el «silencio» se adelante, ya que antes de la pandemia los locales podían estar abiertos, aproximadamente, hasta las cuatro de la mañana y ahora, los que pueden abrir, tienen que bajar la persiana a la una de la madrugada, una hora que ahora se tiene que adelantar por el toque de queda nocturno.

También ha caído el ruido en otras zonas clave del tardeo, como es la plaza del 25 de Mayo, a las espaldas del Mercado Central, donde los máximos de hasta 76 decibelios se han reducido unos cuatro puntos de media. En este caso, el horario de esos registros suele ser el mismo, entre las 13 y las 14 horas.

Sin embargo, existe un sonómetros que ha aumentado sus registros, el ubicado en el cruce entre Labradores y San Pascual, donde se ha pasado de una media de picos de 65 decibelios a superar los 74, tal y como sucedió la medianoche del sábado al domingo pasado.

CASI UN AÑO SIN DATOS EN LA PLAZA DE SAN CRISTÓBAL


Los dos sonómetros situados en el entorno de la plaza de San Cristóbal llevan casi un año sin funcionar. O al menos no ofrecen los registros públicos a través de la página web del Ayuntamiento donde se pueden observar los datos del resto de aparatos situados en la zona del Centro Tradicional y el Casco Antiguo de Alicante. Los sonómetros empezaron a ofrecer datos en tiempo real a mediados de 2017.

Compartir el artículo

stats