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Los catedráticos Amparo Navarro y José Cabezuelo vuelven a presentar sus candidaturas al Rectorado de la UA

La candidata apuesta por reforzar la digitalización y mejorar la empleabilidad de los alumnos - El candidato quiere una universidad segura, innovadora, sostenible, flexible y transformadora

Los catedráticos Amparo Navarro y José Cabezuelo vuelven a presentar sus candidaturas al Rectorado de la UA

La catedrática de Derecho Financiero y Tributario Amparo Navarro y el catedrático de Historia Medieval José Vicente Cabezuelo presentaron de nuevo sus candidaturas para las elecciones al Rectorado de la Universidad de Alicante (UA) tras la obligada suspensión de los comicios por el confinamiento el pasado mes de marzo. Ayer se abrió el plazo de presentación de candidaturas en el registro general de la UA, que se prolongará hasta el próximo día 3, y ambos acudieron por la mañana a cumplir con este trámite. Los dos aseguraron que afrontan el proceso con la «misma ilusión, pero con mayor responsabilidad y compromiso» por la situación sanitaria y social.

Las elecciones se celebrarán el 3 de diciembre, pero por la situación de pandemia se ha ampliado el plazo para ejercer el voto anticipado, que comenzará el 12 de noviembre. En principio no se espera que se presenten más candidatos.

La primera en cumplimentar con el registro de la candidatura fue Navarro. «Es importante enfrentarse a los retos sin complejos y aprovechar todos los recursos de que disponemos, incluidos los tecnológicos, para ofrecer mejores condiciones al PAS -personal de administración y servicios- y al PDI -personal docente e investigador- en el ejercicio de su labor y al estudiantado en su formación y empleabilidad. No hay que tener miedo a innovar, será sin duda la mejor manera de preservar el espíritu de presencialidad de nuestra Universidad», aseguró la catedrática. En su opinión, ahora «hay que aportar soluciones a corto plazo y saber cómo vamos a posicionar la Universidad de Alicante en un mundo que ha cambiado». Entiende que el covid «ha acelerado algunos procesos como la digitalización y la utilización de las nuevas tecnologías. Tenemos que reforzar el proceso de transformación digital de la propia universidad y ayudar a otros a que hagan esa transición al nuevo modelo de educación tecnológica y a que ningún alumno se quede atrás por la crisis». «Sin ciencia no hay futuro. Sin ciencia no hay solución a la crisis sanitaria, pero tampoco a la social y económica. La investigación en Sociología, Derecho, Economía y Humanidades también debe ponerse al servicio de la situación que estamos viviendo», añadió.

Cabezuelo, por su parte, reivindicó una universidad «responsable, competitiva, que recupere el liderazgo en investigación y que responda a las necesidades de las personas y de la sociedad». Resumió su programa en los ejes «que nos van a guiar durante la acción de gobierno los próximos años: una universidad responsable, segura, que ponga a las personas en el centro de sus políticas, que priorice la formación, la investigación y la innovación junto a la transferencia de conocimiento y que sea capaz de liderar la transformación social. La universidad es y debe ser una máquina de progreso y no puede quedarse en el furgón de cola».

«Entre la primera presentación fallida y la segunda hemos tenido ocho meses en los que se hemos revisado el programa electoral para contemplar la situación actual y la cuestión básica es garantizar la seguridad y la salud de nuestros tres colectivos -alumnos, profesorado y personal de administración- y en paralelo poner todos nuestros activos al servicio de la sociedad para intentar frenar la pandemia en la medida de nuestras posibilidades», argumentó Cabezuelo.

La aspirante a ser la primera rectora de la institución académica incidió en la necesidad de «mejorar las condiciones laborales del conjunto de docentes e investigadores, sin distinción por su categoría, que les permita ofrecer la mejor docencia, y dedicar más y mejor tiempo a la investigación». «Su docencia nos asegurará la formación de nuestros jóvenes, su investigación nos sacará de esta crisis», aseguró. Para el PAS ve «fundamental establecer de manera muy clara el camino hacia la estabilidad y sus perspectivas de promoción».

El catedrático explicó que su modelo de universidad se sustenta en cinco pilares: «Una universidad sostenible que implemente políticas responsables en formación, investigación, en transferencia y en gestión; una universidad de vanguardia que conecte las políticas universitarias con la sociedad a través de la innovación; una universidad dinámica, que sea proactiva y disruptiva capaz de adaptarse y dar respuesta a los continuos cambios de su entorno». También «una universidad abierta y comunicativa, que sea una ventana abierta al mundo y una universidad transformadora que sea catalizadora de la creatividad y el talento al servicio de las personas y de la sociedad».

En lo que respecta a los estudiantes, para Navarro «la meta es mejorar la empleabilidad del conjunto del estudiantado, lo que en estas circunstancias exigirá de la institución un análisis riguroso del mercado laboral y del sistema de prácticas que permitan al estudiantado no sólo conseguir un puesto de trabajo, sino que éste sea adecuado a la formación que ha recibido». «Hay que compaginar el derecho a recibir una docencia de calidad con el derecho a la salud individual y colectiva y lo podemos conseguir», aseguró.

Además, el catedrático de Historia Medieval indicó que su proyecto de universidad está «comprometido hasta la médula con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y centrado en las personas».

La campaña electoral arrancará el próximo 11 de noviembre y se alargará hasta el 1 de diciembre.

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