El Ministerio para la Transición Ecológica ha vuelto a hacer caso omiso a las recomendaciones de los técnicos y, aunque esta vez no ha anulado el trasvase de agua correspondiente al mes de octubre, como sucedió en septiembre, solo ha autorizado el envío de 13 hm3, de los que 7,5 hm3 serán para abastecimiento y el resto, 5,5 hm3 para agricultura.

La ministra Teresa Ribera no ha tenido en cuenta el dictamen de los técnicos de la comisión de explotación, que habían propuesto un trasvase de 20 hm3, con lo que el trasvase se aprueba con un recorte del 35% sobre el caudal posible. La novedad positiva es que pese a que siguen reparándose las fugas del embalse regulador de la Bujeda ahora mismo el trasvase sigue cerrado, el caudal aprobado se almacenará en los embalses de Entrepeñas y Buendía hasta que pueda llegar el agua. El ministerio apunta, por otro lado, que la situación no es alarmante, debido a que la cuenca del Segura almacena 104 hm3 de otros desembalses. La cabecera del Tajo embalsa ahora mismo, sin embargo, 596 hm3, por lo que se pueden enviar hasta 20 hm3 al mes.

Por su parte, Jóvenes Agricultores, Asaja- Alicante, reclamó ayer la dimisión de la vicepresidenta y ministra, Teresa Ribera, al considerar que la decisión confirma el ensañamiento con el que la ministra trata al trasvase y, por ende, a los agricultores, «que además de estar teniendo que lidiar con la propuesta de aumentar los caudales ecológicos del Tajo, que pondrá en jaque la viabilidad del acueducto, ya que reducirá un 20% los volúmenes trasvasables, ahora reciben un nuevo desplante del Gobierno», subrayó ayer Eladio Aniorte, presidente de Asaja-Alicante. «Solicitamos la dimisión de facto de una ministra que con esta actitud irresponsable, unilateral y partidista va a abocar a la ruina a uno de los pocos sectores que en plena pandemia siguen en pie y, lo más importante, está mantenido intacto el abastecimiento alimentario de la población con excelente regularidad y sin ningún tipo de desabastecimiento», dijo Aniorte.

«Resultan ilógicas estas intenciones viscerales de exterminar de cualquier manera y a cualquier precio el entramado agrícola y agroalimentario del sureste español con acciones como la reducción de transferencias de forma unilateral, incluso desoyendo el consejo de sus técnicos».

Alegaciones

Por otro lado, la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, anunció ayer la presentación de alegaciones al esquema de temas importantes del Tajo, que entre otras medidas prevé un aumento del caudal ecológico del río. Mollà mantuvo una reunión con su homólogo murciano, el consejero, Antonio Luengo, y con los presidentes del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez, y de la Comunidad de Riegos de Levante, Javier Berenguer. Un encuentro que sirvió para poner en común la postura compartida entre la Generalitat, el Gobierno de Murcia y los regantes con el fin de garantizar que el agua llegue tanto al regadío como al abastecimiento del sur de la provincia. La consellera instó al Ministerio a actuar sobre «el verdadero foco del problema» y a la Confederación Hidrográfica del Tajo, a «primar e invertir en la mejora de los tratamientos de depuración en Castilla-La Mancha».