Parches, medidas incongruentes y medias tintas. Es lo que piensan los representantes de la hostelería y del comercio (mediano y pequeño) sobre las restricciones que la Generalitat ha impuesto para los municipios de Elche, Elda, Ibi, Petrer, Muro, Crevillent, Pinoso y 18 poblaciones de la Vega Baja por la incidencia del coronavirus. Restricciones que se traducen en la reducción en un tercio del espacio de bares y tiendas, mientras que las terrazas de la hostelería no podrán superar el 50% de aforo. Por contra, los empresarios de estos sectores sobre los que pesan las principales restricciones piden medidas más drásticas como un confinamiento de dos semanas para frenar los contagios y poder celebrar la Navidad con algo de normalidad.

La crisis asociada al coronavirus ha causado ya el cierre definitivo de un 20% de establecimientos de hostelería -aparte están los que tienen prohibido abrir- y la patronal del pequeño y mediano comercio cree que la pandemia se llevará por delante entre el 25% y el 40% de los negocios, mientras que los demás «malvivirán» por largo tiempo. Estos sectores económicos que dan empleo a un 60% de los alicantinos reclaman ayudas que no llegan y consideran que el aumento de contagios con el ocio nocturno cerrado y la hostelería a medio gas demuestra que la socialización en estos locales no es «el foco» de la infección.

La secretaria general de la Federación Provincial de Hostelería Provincia de Alicante (Fehpa), Emi Ortiz, dijo ayer que las nuevas restricciones son «otro recorte más, otra púa más, otro daño para el sector hostelero, es cavar más la zanja para hundirnos más y no salir del pozo». El sector, con pérdidas millonarias, entiende que «si sanitariamente hay que hacerlo, se hace, pero evidentemente debe llegar con unas ayudas reales, de verdad, que no se están dando, para que complementen lo que se va a dejar de facturar porque de lo contrario es la ruina».

César Anca, presidente de la Asociación Provincial de Restaurantes (ARA), también incide en que siguen esperando las ayudas que no terminan de llegar. «Vemos con envidia que otros países como Alemania, Francia o Italia riegan de ayudas al sector del ocio para que puedan cerrar temporalmente. Aquí encontramos más miedo para que la gente no salga, negocios casi vacíos y más miseria. El panorama no es nada bueno». Sobre las nuevas restricciones, opina que no tienen mucho sentido. «Recortan aforos en los establecimientos pero permiten que una persona que está en una zona de alto nivel de covid pueda moverse por la Comunidad».

«Está cerrado el ocio desde hace meses pero no funcionan las medidas y hacen un confinamiento perimetral sin paralizar ninguna otra actividad. Estamos peor que nunca y solo nos restringen a nosotros, no lo comprendemos», critica Javier Galdeano, presidente de la Asociación de Restauración y Ocio (Alroa).

La patronal del Pequeño y Mediano Comercio (Facpyme) habla de parches. «Si queremos salvar la campaña de Navidad, con estas medidas no lo vamos a lograr porque son medias tintas», afirma el secretario general de la entidad, Francisco Rovira. «La consellera de Sanidad dijo que, pese a las restricciones, no han conseguido reducir la incidencia en Elche y Orihuela. Hay que estudiar medidas más drásticas», como un confinamiento de 15 días. También ven una incongruencia restringir la movilidad en coche pero sí poder viajar en tren o avión. Antonio Sáez, presidente de esta patronal, sostiene al respecto que «intentando no perjudicar, a veces se perjudica más». «Trabajar hay que trabajar, porque nadie paga nada. El Gobierno cierra los bares, pero éstos tienen que pagar alquiler e impuestos. El comercio lo pasará mal y la restauración peor».

La gran distribución no cree que el recorte de aforo le afecte en este momento del año ya que, salvo momentos puntuales, el tercio de capacidad entra dentro de lo normal. «Si sirve para minimizar los efectos de la pandemia, bienvenida sea la medida para afrontar una campaña de Navidad con más garantías», dijo el portavoz de la asociación Anged, Joaquín Cerveró.

23 DENUNCIAS POR SALTARSE EL TOQUE DE QUEDA EN ALICANTE



La Policía Local de Alicante impuso en la madrugada de ayer veintitrés denuncias por desobediencia y sancionó a dos establecimientos por estar abiertos fuera del horario de toque de queda establecido por la Generalitat Valenciana para hacer frente a la pandemia. Los agentes, que establecieron controles de tráfico, denunciaron a quince personas que no justificaron su desplazamiento y se encontraban pasadas las 00.25 horas en la vía pública, además de tres sanciones por no llevar mascarillas y una por conducir bajo los efectos del alcohol, entre otras.

MÁS AYUDAS PARA HOSTELERÍA Y COMERCIO EN ALICANTE



Los bares de Elche podrán abrir hasta la medianoche, una hora más que en las dos últimas semanas


El alcalde de Alicante, Luis Barcala, firmó este viernes el decreto para la concesión de ayudas para el comercio y la hostelería ante la crisis del coronavirus. A las subvenciones directas de entre 750 euros y 2.000 euros podrán optar autónomos y pymes cuyos ingresos hayan caído al menos un 40% por el covid. La Junta de Gobierno, en sesión extraordinaria, aprobó al mismo tiempo las bases para obtener las ayudas que se podrá solicitar durante siete días hábiles tras su publicación en el BOP, que prevista para la próxima semana. Entre las obligaciones para los beneficiarios se incluye mantener la actividad económica durante los seis meses posteriores a su concesión y del 65% de la plantilla en el mismo periodo. Las ayudas son compatibles con las otorgadas de la Generalitat y las del Ayuntamiento para autónomos y pymes a las que se destinó 5 millones de euros. Sí que incurren en incompatibilidad los beneficiarios de las ayudas de la Concejalía de Comercio.

Por su lado, en Elche se equipararán las medidas al resto de municipios de la provincia, por lo que los establecimientos de hostelería marcarán la hora de cierre a partir de la medianoche y no a las 23 horas como en las últimas dos semanas. Según el edil de Seguridad Ciudadana, Ramón Abad, los establecimientos sólo podrán servir a clientes hasta las 23 horas para evitar que lleguen nuevos usuarios en esta franja horaria y no se extienda más el cierre de lo permitido.