Un grupo de ciclistas del club Ilibike de Elche montan en bici durante la pandemia. | INFORMACIÓN

Varios nadadores en la costa de La Vila, en imagen de archivo. | DAVID REVENGA

Más planes en familia y en contacto con la naturaleza para evitar las aglomeraciones. Esa es una de las derivas que está teniendo esta pandemia del coronavirus por la que los gimnasios han caído su clientela bajo mínimos por el temor a estar en un lugar cerrado, y por contra se han disparado los deportes al aire libre. Por ejemplo se han cuadriplicado las licencias de pesca recreativa, los ciclistas que salían más por su cuenta ahora se están asociando a clubes para entrar en el mismo círculo y poder hacer salidas en grupo por carretera o a la montaña más días a la semana. El mar también ha conseguido nuevos seguidores y son más los profesionales e incluso usuarios que nunca antes habían nadado en otoño los que están comprando trajes de neopreno para despejar la mente lejos de la orilla.

En cuanto a la pesca recreativa, pasa por un momento álgido a pesar de que en los últimos años las restricciones de las distintas administraciones cada vez limiten en más puntos esta práctica que pasa de abuelos a nietos. Las tiendas de venta de cañas y equipamiento deportivo han anotado que se ha llegado a cuadriplicar en meses la renovación de licencias para poder echar el anzuelo ya que se ha disparado el número de nuevos pescadores que quieren probar suertes. La explicación a este nuevo «boom» puede ser clara, ya que muchas familias optan por planes al aire libre y alejados de terrazas y zonas de ocio donde puede haber más riego de contagio.

«La salida del confinamiento se ha notado en que mucha gente se ha ido a pescar e incluso quienes nunca lo practicaban», reseña Cristian Candela, de la tienda Dimar Pesca de Elche. Sin embargo, están notando que ya se está estabilizando la tramitación de estas licencias, que desde la mayoría de establecimientos gestionan. Se está recuperando este interés como herramienta contra el estrés y la ansiedad que a muchos les produce la crisis sanitaria. Paco Gambín, presidente del grupo ilicitano de Pesca y gerente de la tienda «El rincón de los pescadores» coincide en que ha crecido esta tendencia pero lamenta que en algunos municipios como Santa Pola sean grandes las restricciones de espacios para tirar la caña. Andrés Baeza, de 22 años, apunta que ha potenciado su afición a tirar la caña desde que empezó a practicar a los ocho años. «Ahora que el ocio está más limitado hay más ganas», apunta.

Nuevo perfil

Sobre la natación, los expertos señalan que con el confinamiento hubo más personas que se federaron para poder nadar sin restricciones pero con la segunda ola se están renovando las licencias pero bajan los socios. Hay menos niños pero se apuntan nuevos grupos de adultos que optan por esta práctica para relajarse en estos momentos difíciles, señalan desde el club de natación de San Vicente del Raspeig. Aún y así, «el nadador recreativo que no se federa no está contabilizado pero su número es mucho mayor. Ese ha dejado de hacer uso de las piscinas cubiertas en un porcentaje muy alto al igual que los niños, se han retenido y optan más por nadar en el mar, correr...» apunta Rafael Aledo, presidente del club ilicitano de triatlón Natura Sport. En este sentido las tiendas de equipamiento para nadadores han apuntado un aumento de hasta un 30% de la compra de neoprenos para sumergirse en estas fechas.

De igual forma, los grupos de ciclistas han aumentado considerablemente. Si antes solían organizar encuentros los fines de semana, ahora las quedadas cubren casi todos los días y se adelantan por las tardes las salidas para procurar que haya más horarios y menos grupos numerosos. «Incluso hemos creado un grupo de noveles que se inician, o que habían abandonado la costumbre y ahora la retoman» expone Miguel Picher, presidente del club Ilibike, que asegura que ha aumentado un 20% el número de socios desde que el covid nos acompaña. De igual forma, apuntan que a raíz de la pandemia las tiendas especializadas apuntaron un repunte de ventas de algunos elementos como rodillos de entrenamiento, que en algunos establecimientos se quedaron sin stock.

Fini Vera Espejo es una apasionada del deporte. Esta ilicitana de 45 años dejó de acudir al gimnasio cuando empezó la crisis sanitaria por las limitaciones de aforo y de horarios que le complicaban practicar ejercicio, por lo que se animó a hacer salidas de grupos al aire libre. Hace dos años se compró una bicicleta para complementar su rutina de «running»» pero no es lo mismo hacer 50 kilómetros sola que en grupo. Mi finalidad es conocer gente. Ayuda porque cualquier deporte que practiques para todo el mundo es una vía de escape», expresa esta deportista que ahora forma parte del club Ilibike y que está intentando limitar el ocio aumentando la práctica deportiva.

En entornos naturales también se aprecian más montañistas que optan por planes con la familia al completo mientras hacen rutas senderistas. Los guías de la Unión Excursionista de Elche señalan que hay más interés por parte de grupos de descubrir los parajes de la provincia, aunque hay ciertos socios que por temor al virus están limitando las salidas.