Los cementerios de la provincia de Alicante vivieron ayer un domingo de Todos los Santos atípico, registrando la afluencia más baja en los últimos diez años. Por su parte, el Cementerio de El Campello registró más de 1.000 visitas durante la jornada de ayer, que a pesar de ser baja la cifra, comparativamente era superior a la de otras ciudades como Alicante, donde sólo acudieron 2.100 personas a lo largo del día.

En Elche la afluencia también estaba bajo mínimos y lejos de la estampa de años anteriores cargada de atascos de tráfico en las inmediaciones de los cementerios, llegando incluso a superarse el aforo. Este año todo es diferente en los campos santos ilicitanos, donde se registró la afluencia más baja en los últimos diez años. El parking habilitado para este día en el Cementerio Viejo, al que acudieron 900 personas, no estaba ni al 30% de su aforo y los asistentes prefirieron acercarse al Cementerio Viejo dando un paseo. Por su parte, el Cementerio Nuevo contaba con una afluencia mayor, 1.200 asistentes, y también se notó en el aparcamiento por el simple motivo de que se encuentra a las afueras de la ciudad.

La tumba de Miguel Hernández repleta de flores. | HÉCTOR FUENTES

A los campos santos de El Altet, Torrellano y La Marina sólo acudieron 380 personas en total durante la jornada. Las entradas y salidas se encontraban señaladas para que no se toparan los que llegaban y los que se iban, supervisados por la Policía Local. En el interior del camposanto estaban voluntarios de Cruz Roja para facilitar gel hidroalcohólico al que llegaba, y avisar de las medidas a seguir.

Los ilicitanos prefirieron acercarse durante el día de ayer a través de una visita rápida para no romper la tradición típica de este domingo, ya que los arreglos florales los realizaron durante toda la semana anterior para evitar las aglomeraciones tal y como recomendaron las autoridades.

La Policía Local de Elche supervisa las medidas. | MATÍAS SEGARRA

La medida que permitía un máximo de dos personas por grupo para asistir al cementerio impuesta por las autoridades se cumplió con creces, ya que no se avistó a ningún grupo que superara esa cifra. Solamente unos pocos matrimonios con sus hijos, que son los que superaban este número. Así, los visitantes que se encontraban en el cementerio a lo largo del día, en su mayoría, eran matrimonios de personas de edad avanzada.

Por otro lado, en el puesto de flores que hay en el exterior del camposanto antiguo... ¡había flores! Un hecho que, según los propietarios de los puestos, era algo insólito, ya que en años anteriores a mediodía casi no tenían flores para vender. Además, visitantes señalan que compraron los ramos con anterioridad ya que durante la pasada semana han realizado visitas escalonadas, medida en la que incidieron las autoridades. Así, durante la jornada del domingo se vieron rápidas visitas al cementerio para evitar aglomeraciones.

Además, la Policía Local señaló a este medio que en ningún momento se completó el aforo, y que tampoco tuvieron que cerrar accesos temporalmente, tal y como estaba previsto.

Venta bajo mínimos en las floristerías de Alicante. | HÉCTOR FUENTES

Ni colas ni retenciones

En Alicante la pandemia transformó el recuerdo que se tiene de este día por completo, sin colas ni retenciones de tráfico para acceder al camposanto, con una total serenidad durante la jornada. Sólo se registraron 2.100 visitas a lo largo del día según informó el Consistorio y la Policía Local refería que no se había alcanzado ni un 10% de la ocupación total que estaba prevista de aforo, para 6.000 personas. Lo achacaban a las campañas municipales días previos para que los familiares espacias en las visitas durante los días previos a la celebración. No se vieron grupos numeroso y apenas incidencias. Para ello había agentes que patrullaban con la moto por los pasillos del camposanto. Había agentes y efectivos de Protección Civil a las entradas y salidas para controlar que no se formasen aglomeraciones. No era obligatorio aplicarse gel hidroalcohólico y tampoco se tomó la temperatura.

Los autobuses aumentaron las frecuencias pero llegaban y se iban prácticamente vacíos, con apenas cinco ocupantes, al menos entre las 10 y las 13 horas que era cuando más afluencia se esperaba. Alguno de los solares que se utilizan de aparcamiento estaban a menos de la mitad de su capacidad a diferencia de otros años en los que hay que armarse de paciencia para depositar flores a los seres queridos.

Colas a la entrada al cementerio de El Campello. | INFORMACIÓN

Pérdidas en las floristerías

Los floristas auguraban una pérdida casi total de la campaña, con menos de un 20% de ventas y aunque redujeron los pedidos no esperaban que se vendiese tan poco, incluso menos que en un día de lluvia. Algunos de los floristas incluso culpabilizan de la situación a las autoridades locales por las restricciones. Señalaban que el dispositivo policial dificultaba que muchos vecinos tuviesen acceso fácil para comprar flores, ya que se instaló una valla perimetral en la rotonda donde están ubicadas las floristerías que les restaba visibilidad y restringía el acceso en vehículo. «Clientes de edad avanzada que antes paraban con el coche para recoger las flores y no pueden», indicaba Juan Manuel Andreu, de una de las tres floristerías.

En El Campello se anotaba cierta normalidad con fluida asistencia al cementerio y se registraron más de 1.000 visitas hasta el mediodía.