Susana Llorens Ortuño se doctoró en Historia por la Universidad de Alicante en 1999. Entró a trabajar en septiembre de 1988 como técnico medio de Archivo y Bibliotecas en el Archivo Municipal de Alicante (AMA), el cual dirige desde enero de 2010 con el grado de técnico superior.

Además de ser su actual directora, Susana es una experta en la historia del AMA. Con motivo del 600 aniversario del Archivo del Reino de Valencia, presentó en noviembre de 2019 en la capital del Turia una ponencia titulada «Archivo de la ciudad de Alicante y su organización por Vicente Segura (1764-1774)». Segura fue contratado para organizar el archivo porque estaba muy desordenado desde que la ciudad fuera bombardeada por la flota francesa en 1691. Esta ponencia formará parte de un libro que Susana publicará próximamente sobre la historia del AMA y sus archiveros.

Hasta fecha reciente, el AMA siempre había estado ubicado en el mismo edificio que ocupaba el Ayuntamiento. «Gracias a la cartografía se sabe que a finales del siglo XVIII estaba el archivo en la Sala de los Escribanos y la Sala de los Cabildos, al lado de la torre del Reloj», explica Susana. Durante el bombardeo antes mencionado de 1691 fue destruido el archivo junto con el resto del ayuntamiento, cuyo edificio se hallaba en el mismo sitio en que está el actual y con fachada al mar. «Se perdió una parte importante de la documentación. De ahí que haya algunas lagunas cronológicas en el archivo. Pero gracias al interés que hubo por conservar los Privilegios y Provisiones de la ciudad (como las concesiones de Alfonso X el Sabio y de los reyes de la Corona de Aragón), se ha podido estudiar posteriormente parte de la historia medieval de la ciudad».

Las lagunas cronológicas que menciona Susana fueron causadas por las diferentes guerras en las que se vio involucrada la ciudad. Hay un pergamino que da testimonio de la importancia de las pérdidas documentales sufridas durante la Guerra de los Dos Pedros (1356-1375), que registraban hechos anteriores.

El AMA se trasladó en 1992 por primera vez a unas dependencias externas del ayuntamiento, concretamente al conocido como Palacio de Maisonnave, situado en la calle Labradores. Se inauguró el 3 de diciembre de aquel año. «Este centro tiene su propia historia por sus diferentes usos -cuenta Susana-. En época tardorromana el solar era una necrópolis. En el medioevo se construyó una casa familiar, que fue reformada varias veces en las épocas modernas y contemporánea. Hasta que el ayuntamiento lo compró para su rehabilitación y adaptación con fines archivísticos. El actual edificio fue construido a finales del siglo XVII y principios del XVIII por los O’Connor, una familia de vinateros de origen irlandés. Se lo vendieron en el siglo XIX a la familia francesa de los Maisonnave. Los últimos propietarios en la década 1980 eran los Llorca-O’Connor».

A Susana se le iluminan los ojos cuando dice: «Este es un sitio donde se cruza el pasado y el presente».

En el AMA se guardan documentos que narran acontecimientos muy importantes, gracias a la labor administrativa del pasado. Documentos que, tras ser registrados, han ido adquiriendo con el tiempo un valor histórico incalculable. Es un lugar muy visitado por investigadores, docentes universitarios, colegios e institutos, también por particulares. O por lo menos era muy visitado, antes de la pandemia del coronavirus. Susana se lamenta porque «han bajado mucho las visitas, sobre todo de turistas. Hemos tenido que restringir las entradas a dos personas cada turno».

La necrópolis y las exposiciones que hay en los zaguanes y las que se muestran en los ventanales para ser vistas desde la calle, atraen el interés de los alicantinos y los turistas nacionales que pasean por el casco antiguo. «Para enero de 2021 estamos preparando una exposición de fotografías de la ciudad de principios del siglo XX que podrá verse en el interior y desde el exterior, al estar repartida en la sala de investigación y en los ventanales». Anuncia que también hay proyectos expositivos en marcha, que se conocerán en los próximos meses.

«Es una pena que todavía haya muchos alicantinos que desconocen dónde está el Archivo y qué es lo que pueden encontrar en él. Custodiamos documentos desde el siglo XIII en adelante. Conservamos todas las actas capitulares desde 1709 hasta la actualidad».

Susana cree que gozamos de suficiente información sobre la historia de la ciudad gracias no solo a los libros y legajos que se guardan en el AMA, sino también a los trabajos realizados por investigadores históricos, cuyas publicaciones forman parte de la biblioteca del AMA. Por eso ensalza la labor de estos investigadores, a quienes anima a indagar más en el siglo XX y a emplear una línea de investigación «más humana, mezclando la historia profesional y personal de los alicantinos y las alicantinas relevantes».

Con todo lo que han publicado más recientemente los departamentos de Historia de la Universidad de Alicante, el AMA y el MARQ, Susana entiende que podría actualizarse la historia de la ciudad, a partir de los cuatro volúmenes que el ayuntamiento editó en 1990, con motivo del V centenario del título de ciudad.

«En su día fueron importantes los cronistas oficiales porque recogían la historia contemporánea de cada uno de ellos, facilitando muchos datos y descripciones sobre la ciudad y la sociedad alicantina. Pero ahora se está publicando mucho acerca de la historia de la ciudad por bastantes investigadores, por lo que no considero necesaria la figura del cronista oficial», opina.