La llegada de las primeras lluvias del otoño, tras dos meses, septiembre y octubre, con los pluviómetros a cero, ha roto la tendencia del que hasta ahora era el otoño más seco de los últimos diez años en la provincia. No obstante, la situación desde enero está equilibrada, porque el primer trimestre de año fue húmedo por los efectos de las borrasca “Gloria” y 2019 que terminó siendo muy lluvioso debido a los efectos de la DANA de septiembre. Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, estima que “de momento no podemos hablar de un año muy seco porque estamos en equilibrio, pero sí que no es normal este otoño que estábamos viviendo, prácticamente sin una sola gota de agua. Va a llover hasta el viernes y si a partir de ahora se encadenen episodios de lluvia el año no acabará mal”.

La provincia se ha despertado con lluvia, abundante en la Marina Alta, donde se han recogido ya en torno a los 50 litros por metro cuadrado en municipios como Dénia y Pego -en Alicante de momento apenas un litro y cuatro en la pedanía ilicitana de Valverde-, y va a llover con fuerza en la Marina Alta donde según la Agencia Estatal de Meteorología pueden recogerse cantidades de 60 litros por metro cuadrado en doce horas. Olcina ha aclarado que no se trata de un episodio de gota fría.