Víctor Pedrera toma las riendas del Sindicato Médico en la Comunidad Valenciana con el objetivo de mejorar las condiciones de los facultativos y evitar así que se sigan marchando al extranjero en busca de mejoras laborales y salariales.

¿En qué momento se encuentra la profesión médica?

Está influenciada por el covid y la gestión de la pandemia, que han hecho que todas las deficiencias y carencias del sistema sanitario que han estado escondidas años hayan salido a la luz. Esto se traduce en una falta de recursos para financiar la Sanidad y de profesionales, debido a que muchos se han marchado fuera de España. En otros países las retribuciones son más altas, con una estabilidad que no hay aquí. Hay gente que se ha jubilado de interino. Por no hablar de las condiciones laborales: la gente huye, por ejemplo, de la Atención Primaria por las agendas desbordadas, la excesiva burocratización, la nula coordinación con la especializada... Todo esto hace que en diez años se haya pasado de un 5% de médicos que se marchan a un 25% en la actualidad. Formamos médicos MIR para que se beneficien los países del entorno.

Un problema, el de la fuga de profesionales, para el que a su juicio el ministerio no está buscando las soluciones correctas, lo que les ha llevado a plantear una huelga a nivel nacional, la primera en 25 años.

Lo que ha planteado el ministerio es una de las aberraciones más grandes, que es facilitar la acreditación de médicos extracomunitarios con formaciones que no tienen la garantía que ofrece la vía MIR. Importamos médicos de una calidad menos contrastada que la nuestra y dejamos que se vayan los nuestros, en los que hemos invertido mucho dinero.

¿Van a seguir con las movilizaciones?

Sí, va a ser un otoño muy caliente.

En el ojo del huracán de esta pandemia está la Atención Primaria, ¿cuál es la situación en los centros de salud?

La Atención Primaria ha estado muy mal gestionada, siempre subyugada a las gerencias de los hospitales. Ha perdido recursos en estos años y con el covid se la ha cargado de trabajo, por lo que ha explotado.

¿Con qué objetivos toma las riendas del Sindicato Médico en la Comunidad Valenciana?

Siempre con el de potenciar la profesión médica para que los facultativos dejen de tener necesidad y ganas de marcharse. Que haya mayor estabilidad, que los salarios sean homogéneos y que las condiciones laborales se equiparen a las del resto de Europa. En Holanda o Dinamarca los médicos no tienen que ver a 50 pacientes al día, saldrían corriendo, y aquí es algo normalizado. El objetivo es tener unas condiciones equiparadas al resto y que la Sanidad deje de estar politizada y esté profesionalizada. Cada vez que cambia el Gobierno, no sólo cambian los gerentes de los hospitales, cambian hasta los responsables de planta de los hospitales. Necesitamos un sistema dirigido con criterios profesionales.

Además de evitar la fuga de médicos, ¿cómo se arregla la falta de especialistas que sufrimos? ¿Hay que incrementar las plazas MIR?

Sí, pero no a costa de tener más facultades de Medicina. En España no faltan médicos, sino médicos acreditados para trabajar. Hay un número de facultades suficiente para producir los médicos necesarios. Es en el acceso al sistema MIR donde está el tapón. Cada año hay entre 4.000 y 5.000 médicos que se quedan sin poder hacer una especialidad y que se quedan trabajando en mutuas laborales, en revisiones médicas para conductores...

Otro de los conflictos que mantienen abiertos es el de los MIR, en huelga desde julio en la Comunidad Valenciana para mejorar sus condiciones laborales y salariales. ¿Hay avances en la negociación?

En la Comunidad Valenciana el conflicto sigue enquistado, cuando en todas las comunidades se ha resuelto y se ha llegado a acuerdos razonables. Aquí de les han hecho ofertas ridículas, en una forma más de demostrar que la valenciana es una administración sin capacidad de diálogo.

«NO ES MOMENTO DE PLANTEAR CAMBIOS EN LAS CONCESIONES»


Semanas atrás, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunció que se iniciaban los trámites para revertir el departamento de Torrevieja, de gestión privada. Para el nuevo secretario general del Sindicato Médico, se trata de un «criterio político». No obstante, cree Pedrera, que «en plena segunda ola no es el momento más adecuado para plantear cambios» de estas características. Como sindicato, señala que lo que más les importa de este proceso «es en qué condiciones se va a revertir a los trabajadores de este hospital, porque aún no saben nada».