La movilidad urbana sostenible es uno de los retos que tienen todas las ciudades actualmente.

Además, va más allá de los beneficios ambientales pues persiguen hacer las ciudades más habitables y elevar el índice de calidad de vida con mayor bienestar económico, social y ciudadano.

La meta de este tipo de movilidad es la satisfacción de las necesidades de transporte de la población con calidad y eficiencia, sin sacrificar el medio ambiente ni los recursos.

Promover la movilidad eléctrica y un transporte sostenible son los objetivos principales.

En nuestro país se realizó la Estrategia Española de Movilidad Sostenible (EEMS) en la que se integran todas las políticas sectoriales que han de facilitar una movilidad sostenible y baja en carbono. 48 medidas concretas agrupadas en cinco áreas: cambio climático; transporte; calidad del aire y ruido; seguridad y salud; y gestión de la demanda. Entre las iniciativas contempladas, se propone alternativas de transporte más sostenibles como: utilizar coche eléctrico o híbrido, bicicleta, patinete eléctrico, usar el transporte público...