Los viajes a la provincia de Alicante desde Madrid se duplicaron en las horas previas al cierre perimetral de la Comunidad Valenciana el pasado 30 de octubre, según pone de manifiesto el estudio que está llevando a cabo el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través del seguimiento de la posición de los teléfonos móviles. Los trayectos con origen en algún municipio madrileño y destino en la demarcación alicantina experimentaron una llamativa punta el 29 de octubre, el día en que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció las restricciones para entrar en el territorio autonómico a partir del día siguiente. Incluso se llegó a superar el nivel normal de movimientos previo a la pandemia en un jueves.

Ese día se alcanzó un índice de desplazamientos de Madrid a Alicante de 104, sobre el jueves del pasado mes de febrero tomado como referencia (índice 100). Esto no sería llamativo en circunstancias normales pero que en el contexto de la pandemia y del cierre de la Comunidad Valenciana que se anunció ese 29 de octubre sí cobra una gran relevancia. Y más aún si se tiene en cuenta que en la jornada anterior, 28 de octubre, sólo hubo un 59% de desplazamientos en relación a un miércoles normal, y un 49% el día anterior, martes 27.

Es decir, el índice se duplicó en dos días, para luego caer el viernes 30, cuando los accesos a la Comunidad quedaron bloqueados a partir de las 12.00 horas. También hubo cierre perimetral de la Comunidad de Madrid, pero únicamente durante las jornadas de puente -el lunes 2 de noviembre era allí festivo-, lo que hizo posible desplazarse el 29 de octubre a las autonomías que todavía no estaban bloqueadas. Y dado que también estaba permitido regresar al domicilio habitual, aquellos que llegaron a la provincia de Alicante el 29 de octubre o a primeras horas del día 30 pudieron volver a Madrid sin problemas el 2 de noviembre.

El estudio del Ministerio revela que gran parte de los desplazamientos que se produjeron el 29 de octubre entre Madrid y Alicante pudieron ser muy probablemente por ocio, al haber también un gran flujo de movimientos entre Alicante y Madrid el 2 de noviembre, ya con la Comunidad Valenciana cerrada. Ese día hubo un 91% de viajes en relación a un lunes normal previo a la pandemia, un volumen demasiado alto como para que todos esos trayectos fueran por motivos laborales o de fuerza mayor; basta con observar que al día siguiente el índice bajó ya a 68. Desde entonces, los desplazamientos han caído a unos niveles que sí parecen propios de los motivos por los cuales se permiten, situándose en torno al 50% en los días entre semana y en apenas un 20% en el fin de semana del 7 y 8 de noviembre, el único medido hasta la fecha.

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El precedente de otro puente

La movilidad entre Madrid y Alicante del 29 de octubre recuerda a los desplazamientos que se registraron durante el puente del Pilar, aunque en ese corto periodo vacacional no fueron precisamente los viajes desde la capital de España los más numerosos, tal y como publicó este periódico hace un par de semanas. El cierre de la ciudad de Madrid y de varios grandes municipios de su entorno propició que fueran más significativos los trayectos desde Castilla-La Mancha y el País Vasco, cosa que en esta ocasión no ha sucedido. Aun así, el 9 de octubre hubo algo más de movimiento interprovincial de Madrid a Alicante que en un viernes normal. Después, la única jornada en la que se ha superado el promedio habitual de desplazamientos previo a la pandemia ha sido el 29 de octubre, y a la vista de la situación actual no parece que la movilidad vaya a recuperarse a corto plazo. Por el momento, el cierre perimetral de la Comunidad Valenciana se mantiene, al menos, hasta el viernes 20 de noviembre.