Llega la negociación del Presupuesto municipal y, al igual que el pasado año, arrecian los choques internos en el seno del bipartito de Alicante. Tal es la situación que Ciudadanos ha decidido, en un escenario inédito hasta ahora, negociar con los grupos de la oposición por su cuenta, al margen de su único socio de gobierno. Por eso, la formación naranja no ha estado presente en la ronda inicial de reuniones que arrancó este miércoles con el PSOE y Compromís y que finalizó este jueves con Vox y Unidas Podemos. 

Sobre el papel, estos encuentros se producían entre el equipo de gobierno y la oposición, como así se reflejó en el único comunicado al respecto emitido por el Gabinete de Prensa del Ayuntamiento («El equipo de gobierno inicia las conversaciones con la oposición para consensuar los presupuestos municipales de 2021»). Pero no. La ausencia de Ciudadanos en esas primeras cuatro reuniones no era casual. Tenía una explicación: a los naranja no les gustó un ápice que Barcala promoviera los encuentros con la oposición sin que el bipartito tuviera todavía pactado el borrador. De hecho, en las citas celebradas hasta la fecha, la edil de Hacienda, Lidia López (PP), y la responsable de la Agencia Local de Desarrollo y portavoz del PP, Mari Carmen de España (PP), reconocían a los grupos de la oposición que aún no está cerrado el texto. 

Y no lo está, obviamente, por falta de entendimiento entre el PP de Barcala y Ciudadanos. La negociación a nivel interno no empezó de la mejor manera posible: los populares acudieron con un borrador elaborado en el que no había participado su socio de gobierno, según fuentes del grupo encabezado sobre el papel por Mari Carmen Sánchez, pero en el que mueve los hilos el portavoz adjunto y edil de Deportes, José Luis Berenguer. A partir de ahí, todo se torció. Y ha derivado en que los naranja se comuniquen con el alcalde incluso por escrito, con cartas. 

Así, las reuniones celebradas estos dos días, que se prevén reproducir durante la próxima semana (entre martes y miércoles), no parece que vayan a ser decisivas en el futuro del Presupuesto, ya que Ciudadanos también tiene previsto mantener encuentros por su parte con los tres grupos de la izquierda y con Vox. Todo apunta a que esta situación, fruto de la división interna del bipartito, retrasará aún más la aprobación inicial de las cuentas de 2021. 

Barcala, hoy durante el pleno telemático para aprobar un nuevo ajuste en el Presupuesto de 2020 ALEX DOMÍNGUEZ

Y es que todavía queda mucho camino por recorrer: el bipartito tiene que cerrar el borrador, al que deberán (o no) incorporar propuestas de la oposición para sacarlo adelante. Y aunque el presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, anunció que su formación «facilitaría» la aprobación de los presupuestos en los ayuntamientos donde están en la oposición, los socialistas alicantinos exigirán gestos por parte del gobierno local. Una vez esté listo el documento, el bipartito lo tendrá que aprobar en Junta de Gobierno (no se espera que convoque el Consejo Social, como ya no sucedió el pasado año), para someterlo al examen de Intervención, donde suele encallar durante semanas. También se debe contar con el plazo para que los grupos de la oposición puedan presentar enmiendas, que se abordarán en una Comisión de Hacienda previa al pleno en el que se debata y, presumiblemente, se aprueben las cuentas municipales de 2021. 

Con todo esos trámites por superar a mes y medio del cambio de año, se encuentra sobre la mesa el compromiso de Barcala de sacar adelante las cuentas en 2020. En València, el Pleno aprobó este jueves el Presupuesto con el voto a favor del gobierno (Compromís y PSPV) y la abstención de Cs. En Elche, por su parte, se espera que el documento pase en breve por la Junta de Gobierno local. 

En Alicante, en cambio, todavía se destinan energías a modificar el Presupuesto del año que acaba. De hecho, el Pleno aprobó este jueves el cuarto cambio en las cuentas, por un valor de 11,8 millones de euros, que salió adelante con el apoyo del bipartito y el sorprendente voto a favor del PSOE, que es la primera vez en este mandato que respalda una iniciativa presupuestaria del gobierno de Barcala. En la abstención se quedaron Compromís y Vox, mientras que Unidas Podemos votó en contra. 

Vox insiste en el español, el aborto y las subvenciones

Tras las reuniones con el PSOE y Compromís, este jueves fue el turno para Vox y Unidas Podemos. El portavoz de la formación ultra, Mario Ortolá, entregó a la con la concejala de Hacienda, Lidia López (PP), un documento con medio centenar de propuestas de cara al Presupuesto de 2021, entre las que destacan de nuevo eliminar las partidas presupuestarias en áreas como LGTBI, Cooperación e Igualdad. Además, piden partidas para que Educación «informe a los padres sobre derechos constitucionales» y una «campaña en defensa del español como lengua predominante en la ciudad». Además, reclaman que se promuevan cursos sobre los «riesgos del aborto». También exigen al bipartito reducir los fondos de «atenciones protocolarias y representativas» de Alcaldía y de subvenciones a los seis grupos municipales. «No nos hemos llevado ninguna sensación de la reunión porque no nos han dicho nada sobre el Presupuesto. Nos han hablado de líneas generales», explicó Ortolá al término del encuentro.

La primera ronda de contactos se cerró por la tarde con Unidas Podemos, que previamente había mostrado su enfado por ser el último grupo citado pese a ser el segundo de la oposición en número de votos en las últimas elecciones. Tras la reunión, el portavoz de la coalición, Xavier López, reconoció su decepción con el bipartito: «Hemos ido a que nos presentaran el borrador del Presupuesto y no nos han enseñado nada». Por su parte, Unidas Podemos entregará este viernes sus propuestas: «Incidiremos en la construcción de centros sociales en la ciudad, en reforzar la plantilla de Acción Social y en ampliar el parque de vivienda pública, además de apostar por la obra pública e iniciativas a favor de la transformación ecológica y del modelo productivo».